miércoles, 17 de diciembre de 2008

La injustificable destrucción del medio ambiente

Por: Fidel Castro Ruz
Fecha de publicación: 16/12/08

¿Puede la sociedad capitalista evitarla? Las noticias que llegan sobre el tema no son alentadoras. En Poznan se analiza el proyecto que será presentado en diciembre del próximo año en Copenhague, donde se discutirá y aprobará el Convenio que sustituiría al de Kyoto.

La Comisión que preside la elaboración del mismo está dirigida por Al Gore, el ex candidato presidencial de Estados Unidos que fue fraudulentamente derrotado por Bush en las elecciones de 2001. Los que lo elaboran ponen toda la esperanza en Barack Obama, cual si éste pudiera cambiar el curso de la historia.

Un ejemplo que ilustra procede de Canadá.

Un artículo de BBC Mundo titulado "Fiebre bituminosa en Canadá", señala que "el área que se explota en estos momentos es de 420 km², pero que el gobierno de Alberta les cedió a las empresas petroleras casi 65 000 km². El área de reservas explotables es de 140 000 km², más o menos el tamaño del estado de la Florida.

"Desde el aire se ve cómo las minas han transformado el bosque en un paisaje lunar de cráteres y lagos con grandes columnas de humo, que crean enormes nubes en la atmósfera. Todo esto ocurre en una remota región de Alberta."

En otra parte el artículo refiere: "… los principales actores en este momento son Suncor, Syncrude y un consorcio encabezado por Shell, pero hay cada vez más inversionistas extranjeros interesados en entrar al negocio."

"… la falta de respuesta por parte del gobierno significa que no se ha hecho lo suficiente para contrarrestar los efectos en el ambiente."

“… el Consejo del Cáncer de Alberta tiene previsto publicar un informe sobre el tema a principios de este año; 500 patos que llegaron a una poza de relave en Syncrude murieron… El gobierno abrió una investigación. Cualquiera que sea el resultado de estas investigaciones, parece que la oposición a la explotación de las arenas bituminosas va a seguir creciendo."

El País, diario español, comunica que “… las estimaciones del organismo dependiente de la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos) toman como punto de partida las predicciones del FMI, que apuntan hacia una paulatina recuperación de la economía global a partir del segundo semestre de 2009, cuando la producción mundial de petróleo alcanzará 86,3 millones de barriles diarios."

El mismo órgano español de prensa publica que "el director del Departamento de Cambio Climático de China quiere dejar sentado que Beijing sólo limitará sus emisiones a cambio de mucha inversión y patentes de tecnología limpia. Su firma es imprescindible para que los 187 países reunidos en la ciudad polaca avancen en un protocolo que sustituya el de 1997. Obama retrasa 20 años la lucha contra el cambio climático."

Otro cable de la agencia NOTIMEX, de fecha 13 de diciembre, explica que "… el colosal fraude de Wall Street llevado a cabo por el ex jefe de la empresa Nasdaq, Bernard L. Madoff, causa pérdidas millonarias en España", según destacó hoy el periódico Expansión, especializado en asuntos económicos.

"… Este viernes uno de los mayores escándalos en Wall Street" —continúa el cable— "quedó al descubierto después que arrestaron al ex jefe de la empresa Nasdaq, Bernard L. Madoff, por participar en un fraude con un fondo de inversión que puede alcanzar los 50 mil millones de dólares."

"… Madoff, ex presidente fundador del Nasdaq Stock Market, fue detenido la noche del jueves después que su propio hijo denunció ante autoridades federales que su padre llevaba lo que calificó como ‘enorme fraude piramidal’.

"… Bajo este esquema, sólo los primeros inversionistas obtendrían dividendos de sus inversiones, dejando al resto con pérdidas que, de acuerdo con la Fiscalía Federal en Nueva York, podrían alcanzar la citada cifra."

Otro despacho de la agencia Reuters, de la misma fecha, cita: "… El presidente electo de Estados Unidos Barack Obama está considerando un plan para reactivar la economía del país que podría tener un valor mucho mayor que las estimaciones previas…, dijo el sábado el Wall Street Journal.

"… Los asesores de Obama, que hasta hace dos semanas estaban analizando un paquete de 500 mil millones de dólares, ahora consideran 600 mil millones (por año) durante dos años ‘una estimación en el rango muy bajo’ de lo que se necesita, informó el diario.

"… El monto fiscal del plan sería un millón de millones de dólares durante ese período, dado el deterioro de la economía.

"...Miembros del equipo de Obama han evitado referirse a los artículos de prensa que especulan sobre el monto del eventual paquete que el demócrata lanzará una vez que el 20 de enero asuma la presidencia de Estados Unidos."

El cuadro se ve aún peor cuando las noticias llegan a través de las agencias cablegráficas reportando todo tipo de problemas que van desde la quiebra de la industria automotriz derivada de la crisis financiera, hasta los desastres naturales, pasando por el costo creciente de los alimentos, el hambre, la guerra y otros muchos hechos.

El problema es que ya no existe espacio habitable en nuestro planeta para repartir. El último fue Australia, de la que el Reino Unido se apoderó el 19 de enero de 1788. El medio ambiente hace ya rato que está comprometido. ¿Podrá nuestra especie superar esa barrera?

Fidel Castro Ruz

Diciembre 15 de 2008

6 y 12 p.m.

martes, 16 de diciembre de 2008

Basta ya

(texto sin firma, repartido en un barrio de Atenas)



Les escuchamos cada día en los noticieros de la tele. Declaraciones, contra declaraciones y después comentarios y todo lo demás para lo que ustedes llaman nuestra información "objetiva".

Basta ya.

Ahora nos van a escuchar a nosotros.

Somos la generación de los 400 euros. De los programas "stage" del organismo de empleo, del trabajo flexible, de la eterna capacitación (siempre con nuestros gastos), de la precariedad, de la carestía, de los dos diplomas que no sirven para nada. De la eliminación de nuestros derechos laborales, de nuestra humillación por parte de patrones, políticos y los demás.

Somos la generación que la encierran en escuelas, intentando meter en nuestras cabezas sus nacionalismos, sus prejuicios, su lujuria por la patria, su mentira, su subordinación.

Somos los chavos que humillan y provocan los antidisturbios, los policías secretos, o los guardias especiales y todos los demás policías que hizo su democracia (y puso por todos lados como otro ejército de ocupación) cuando nos encontramos en su camino, sus objetos diarios de su abuso del poder.

Somos los heridos de las marchas de los estudiantes y de los alumnos, nuestras cabezas fueron golpeadas contra el asfalto, nuestra dignidad fue eliminada bajo sus botas, nuestras manos fueron quebradas por los toletes, nuestras caras fueron machacadas por sus puñetazos, nuestros pulmones todavía contienen los gases que nos echaron, que están prohibidos según acuerdos internacionales. Moriremos prematuramente porque no estuvimos de acuerdo con las leyes que nos están robando la vida. Somos los detenidos que nos arrastramos en juicios por años, Panagiotis que llevaba zapatos de un color equivocado y se quedó 40 días en la cárcel, Dimitrios Augustinos que pasó por el lugar equivocado en el momento equivocado, los 50 heridos en el hospital Evangelismos el día 8 de marzo de 2007.

Nosotros incendiamos sus bancos. Nosotros nos enfrentamos con la policía. Nosotros destruimos la paz social que están construyendo día y noche lavando el cerebro de los ciudadanos para que obedezcan y se callen. Nosotros seguimos iluminando las noches frías que nos trajeron. Nosotros seguimos ensuciando las paredes con consignas que aunque sus ojos vean nunca llegarán a sus oídos. Nosotros nos vengamos por Alexis en las barricadas el sábado que los buenos ciudadanos burlaban otra vez sus conciencias de la violación semanal. No es que nuestras palabras sean crueles. Cruel es su realidad. Alexis fue la gota que hizo desbordar el vaso. Cada noche va a ser de él de aquí en adelante.

Se acabaron sus noches tranquilas.

Péguennos, échennos gases, deténgannos, tírennos balas de goma como las que llevan tirando desde el sábado, apúntennos con sus pistolas o den tiros al aire (¿o a nosotros tal vez?). Alisten al paraestado, como están haciendo ahora en Patras o a esos periodistas siempre dispuestos, la mano larga real del poder. A Pretenteris, Evangelatos, Triantafilopulos, Kapsis, Tremi, Pavlopulos, Papajelas. Y a todos los demás. De ellos depende su éxito. Escondan las imágenes de la brutalidad policial, tapen los escándalos que apestan, aprueben sus medidas antipopulares con "consenso social".

El lunes en Atenas pusieron a sus agentes a destruir los pequeños comercios. Nosotros los vimos saliendo de las filas de la policía. Hay incluso fotos. Las van a ocultar ellas también, con mucho éxito. Ya sus papagayos, después de los primeros disturbios, repiten bien los que ustedes les enseñaron.

El martes no respetaron ni siquiera el funeral de Alexis. Mandaron a los antidisturbios a su funeral para provocar a niños de 15 años. Tiraron gases lacrimógenos y detuvieron a niños. Ustedes profanaron al mismo chico que asesinaron.

¡Ya basta con las mentiras! No somos los encapuchados ni los conocidos-desconocidos. Somos muchos y estamos furiosos. Ya paren de repetir tonterías. Desde Komotini hasta Janiá, de norte a sur nuestra rabia se desborda. Cayeron con todos los medios que su monstruoso poder dispone a eliminarnos. Con toletes, balas, lacrimógenos, medios de comunicación masiva, provocaciones, paraestado.

No tenemos ilusiones. No tenemos ninguna esperanza. Por eso somos peligrosos.

No nos nos hacemos ilusiones que van a tomarlo todo eso en cuenta. Todos los días entierran nuestros gritos en su mentira.

Adiós. Nos van a ver desde sus sofás en sus televisiones.

"Historia ahí vamos. Mira arriba hacia el cielo"


viernes, 12 de diciembre de 2008

La industria de los biocombustibles, el peor lobby europeo 2008

Almudena Martín
Soitu.es



La empresa española Abengoa, el Consejo Malayo del Aceite de Palma (MPOC) y la brasileña Unión de la Agroindustria de Caña de Sao Paulo (Unica) han recibido en Bruselas el galardón de 'Peor Lobby Europeo 2008




Los tres grupos ganadores fueron elegidos por promover los biocombustibles como "verdes" y sostenibles. "Su nominación conjunta se debe al uso de información engañosa y de disfrazar de ecológica esta industria para influir en los debates en el Parlamento Europeo y en el Consejo alegando que los agrocombustibles son sostenibles", señala la organización ecologista 'Amigos de la Tierra'.

Los galardones 'Worst EU Lobbying Awards'', organizados cada año por el Corporate Europe Observatory (CEO), Amigos de la Tierra (Europa), LobbyControl y Spinwatch, reconocen al grupo de presión que con las peores tácticas intentan influenciar en las decisiones de las instituciones europeas. Según los ecologistas, "el lobby del biocombustible es culpable de presionar en favor del uso de cultivos con fines energéticos, ignorando el daño al medio ambiente y la forma de ganarse la vida de las comunidades locales".

La industria de los biocombustibles ha obtenido el 52% de los votos de los 8.500 internautas que participaron en esta edición, quedando muy por delante de los otros cinco candidatos seleccionados. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) quedó en segundo lugar con el 14% de los votos. Más de 54 empresas fueron propuestas este año por ciudadanos y movimientos sociales de todo el continente para optar a este peculiar premio que denuncia las malas prácticas de los lobbys europeos.

Este año se ha presentado además una nueva categoría: el premio al 'Peor Conflicto de Intereses de 2008' ('Worst Conflict of Interest Award') que recayó sobre la eurodiputada finlandesa Piia-Noora Kauppi, con el 26% de los votos. La razón fue que Kauppi ha intentado favorecer los intereses de un grupo de lobby bancario, mientras todavía es un miembro en activo del Parlamento Europeo.

En 2007, este galardón lo compartieron los fabricantes de coches BMW, Daimler y Porsche por su intento de perjudicar los objetivos de la UE en materia de reducción de emisiones de CO2 mediante presiones a los responsables de la Comisión y amenazas de clausura de fábricas y de pérdidas de puestos de empleo.

¿Qué opinas de estos premios? ¿Estás de acuerdo con los ganadores de este año?

Agrocombustibles, energías para mantener vivo el capitalismo

Noelia del Potro
GAK


DEFENSA DE LA SEGURIDAD Y LA SOBERANÍA ALIMENTARIA.
LUCHA CONTRA EL HAMBRE.
LA FAO, ¿SOLUCIÓN O PROBLEMA?

El modo de producción capitalista tiene como objetivo aumentar permanentemente la productividad para generar beneficios al capital. Necesita producir y transportar lo producido porque su lógica se basa en el intercambio de mercancías y para ello requiere de la investigación y el desarrollo de la tecnología y, en concreto, de las fuentes de energía. Como el aumento de la productividad no puede estancarse, el nivel de consumo de energía tampoco debe hacerlo pese a sus terribles consecuencias.

El petróleo es finito y está próximo al agotamiento pese a que su demanda crece. Esto motivó la investigación de nuevas formas de energía denominadas “sostenibles” (energía extraída del sol, del mar, del viento, el hidrógeno) sin embargo, está comprobado que éstas no tienen capacidad para mantener el nivel de consumo actual. Por eso el capitalismo se reinventa planteando nuevas soluciones “sostenibles” desde dentro de su lógica de producción y consumo y propone el uso de agrocombustibles, incapaz de reconocer que el verdadero problema es precisamente el uso irracional de energía.

¿Que son los agrocombustibles?

Son combustibles líquidos que se extraen a partir de la producción de materias primas vegetales. L a producción de estas materias primas requiere de : a) monocultivos a gran escala, en tierras robadas a los bosques y a los campesinos de los países empobrecidos para su sustento; b) semillas transgénicas, alto empleo de agua, fertilizantes y plaguicidas químicos; c) condiciones de trabajo brutales en las plantaciones de caña de azúcar; d) su procesado en plantas industriales emplazadas principalmente en los puertos europeos o norteamericanos. Existen dos tipos de agrocombustibles: 1) etanol, que es un alcohol producido a partir de caña de azúcar, maíz, trigo, arroz o remolacha, entre otros productos agrícolas y alimenticios y 2) agrodiesel, es la producción de aceite extraída de la soja, la colza o la palma africana. Es falso que puedan producirse en pequeña escala y para el mercado local porque, en términos económicos, es necesaria la gran producción y la distribución mundial de las materias primas para hacer eficiente la producción del combustible.

Repercusiones del uso de agrocombustibles.

Frente a la defensa del uso de alimentos como combustibles que plantean las instituciones subvencionadas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario internacional para resolver el problema energético, existen una serie de consecuencias negativas que afectan tanto a las personas como al medio ambiente.

La producción de agrocombustibles está suplantando millones de hectáreas destinadas a la agricultura afectando a las comunidades rurales que trabajan en ellas. Este hecho provoca a su vez el desplazamiento de miles de campesinos y sus familias.

Amenaza el derecho a la Soberanía Alimentaria de los pueblos destruyendo cultivos destinados al sustento de la población: un tanque de automóvil lleno de etanol, utiliza la misma cantidad de granos que se necesita para alimentar a una persona durante un año.

Los productos básicos que se usan para la alimentación, al pasar a formar parte de los utilizados para la producción de agrocombustibles aumentan su precio. Conviene advertir que según la FAO, dentro de 15 años, los agrocombustibles serán el 25% del total de la demanda energética mundial con lo que se prevé que el encarecimiento también se disparará.

Los monocultivos y los cultivos genéticamente modificados son causantes de la desaparición de fauna y flora autóctonas. Además, utilizan pesticidas y fertilizantes de manera intensiva provocando daños en el suelo y el agua.

Se necesita mucha más cantidad de materia prima para producir el mismo nivel de energía, llegando a destruir bosques y selvas como es el caso de Malasia e Indonesia. Estos países han disminuido en un 20% su superficie selvática en los últimos 20 años. En la selva amazónica, se están extendiendo los monocultivos de soja, eucalipto y caña entre otros, provocando el desplazamiento de la frontera agrícola y graves cambios climáticos en la zona.

La producción, el procesamiento y el transporte de agrocombustibles (y las tecnologías utilizadas en el proceso) gastan más energía que la que contiene el combustible mismo. Considerando todo el proceso de producción necesario para obtener agrodiesel a partir de la palma, éste emite más CO2 que el petróleo. El etanol extraído de la caña, produce 1,5 veces más gases que el petróleo.

A quién beneficia el uso de agrocombustibles

El negocio de los agrocombustibles está bajo el control de las multinacionales petroleras, las transnacionales de la biotecnología y las multinacionales del automóvil, que se adaptan progresivamente a los nuevos combustibles.

El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial obligan a los países pobres a abrirse a las inversiones extranjeras si quieren recibir subvenciones y fondos para el desarrollo.

Los avances tecnológicos permiten que las transnacionales forestales y plantas de celulosa puedan convertirse en plantas de procesamiento de etanol y que las industrias alimenticias de engorde de pollo y ganado fabriquen agrodiesel de la grasa animal. Por otro lado, las transnacionales que controlan el monopolio de la distribución de cereales y el sector de semillas y agrotóxicos, a la vez son productoras de transgénicos. El interés de las transnacionales de los transgénicos es controlar las semillas que se emplean en los monocultivos. Monsanto controla el 90% de las semillas transgénicas que se plantan en el mundo.



Frente al uso de agrocombustibles. Líneas de actuación.

La FAO no demuestra la menor intención de resolver el problema de fondo: el capitalismo salvaje que pone en peligro el derecho a la alimentación de los pueblos.

Es necesario articular los planos social, económico y medio ambiental:

- Cambiar radicalmente nuestro modelo de consumo de energía.

- Control público del sector energético.

- Desmitificar la actual propaganda sobre los agrocombustibles y romper con la idea de que son fuentes de energía limpias y sostenibles aclarando el costo en vidas humanas y especies naturales que conllevan.

- Defender la soberanía alimentaria manteniendo la alerta permanente porque ahora son los agrocombustibles pero, en su capacidad para mantenerse vivo, el capitalismo pondrá sus garras sobre cualquier otro recurso natural.

Bibliografía:

- Agrocombustibles. Pan para los coches. Hambre para los pobres. http://www.nodo50.org/caes/articulo.php?p=1111&more=1&c=1

- Llamado africano a una moratoria sobre desarrollos agrocombustibles. http://www.grain.org/agrofuels/?moratoriumes

- El coste ecológico y social de los agrocombustibles http://www.rebelion.org/noticia.php?id=56042

- Los Agrocombustibles: intento genocida. http://www.granma.cubaweb.cu/2007/05/05/nacional/artic05.html

- Agrocombustibles para acelerar el hambre www.5septiembre.cu/opinion127.htm  

- Agrocombustibles y Seguridad Alimentaria http://alainet.org/active/23461

¿COEXISTENCIA CON TRANSGÉNICOS?, ¡NO, NO Y NO!
NI CONSUMIDOS, NI IMPORTADOS, NI PRODUCIDOS. ¡PROHIBICIÓN!
(CAMPAÑA DE LOS GRUPOS AUTOGESTIONADOS DE KONSUMO – GAKs)

Se adhieren:

COLECTIVO AGROECOLÓGICO CEFARES

FORO SOCIAL DE SEGOVIA

ALGAMAR

ASSI

ECOMEDITERRANEA

ASOCIACIÓN CULTURAL CANDELA

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Los trabajadores del Ajo de Mendoza llevan su reclamo a la Nación.

Comunicado de prensa:

 

 

Los trabajadores del Ajo de Mendoza llevan su reclamo a la Nación.

 

 

Trabajadoras y delegados de la empresa Campo Grande S.A. y otras empresas ajeras de Maipú, que llevan más de un año reclamando la eliminación de las cooperativas de trabajo fraudulentas en el sector, se entrevistarán con diputados nacionales en el Congreso de la Nación , con la Defensoría del Pueblo de la Nación y el I.N.A.E.S., organismo del Ministerio de Desarrollo Social encargado de controlar las cooperativas, que recientemente le retiró la autorización para funcionar al mega consorcio empresario "Cooperativa Colonia Barraquero", que sigue funcionando al menos en la provincia de Mendoza.

 

También intentarán entrevistarse con el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, a fin de transmitirle su reclamo de poner fin a las condiciones de esclavitud que mantiene sometidos a jornadas de hasta 14 horas en fincas sin agua potable,sin sombra ni baños a casi 30 mil empleados ajeros.. Y la sistemática explotación infantil en las fincas ajeras, que han convertido a Mendoza en la provincia con mayor índice de explotación infantil del país. La Justicia ha ordenado a la empresa reincorporar a los delegados sindicales, ratificando su fallo en más de tres oportunidades, sin embargo contra toda autoridad legal, la empresa impide su ingreso. Llegando recientemente a contratar matones para amedrentar a los trabajadores y amenazar a los delegados.

 

Recientemente las decenas de miles de obreros vienen de sufrir un lock out patronal que mantuvo parados los empaques más de un mes y medio, como una extorsión pública de la patronal que reclamaba que se cambiara la legislación laboral para poder mantener estas condiciones laborales sin el "acoso" de la ley. Con el estallido de la crisis, que asola la producción agrícola mendocina, la patronal está amenazando con despedir a miles de empleados a pesar de que el gobierno le está ortorgando incontables beneficios impositivos, créditos y ventajas aduaneras y subsidios de hasta 2 millones de pesos por productor. Ante esta situación los trabajadores buscan organizar sindicalmente a este sector, que bajo el fraude cooperativo se le priva también de este elemental derecho.

 

Por último, los ajeros convocan para este Jueves 11de diciembre de 2008 a las 19 hs en el Hotel Bauen a una conferencia sobre el tema, a toda la prensa, las organizaciones sociales, de trabajadores, políticas y de derechos humanos.

 

José Soto: 0261 156386477

Fabián Bravo: 0261 155167511
 
VIDEO DE CAMPO GRANDE:
http://www.noticieropopular.tk/

viernes, 5 de diciembre de 2008

Federacion Agraria ¿la nueva derecha pequeñoburguesa?


Federación Agraria: "Nos estamos yendo demasiado a la derecha"




Paraná, Entre Ríos (Agencia Paco Urondo) "Nos estamos yendo demasiado a
la derecha y esto es algo que personalmente se lo dije a (el titular de
Federación Agraria Argentina, FAA) Eduardo Buzzi", disparó el dirigente
de esa entidad en Elortondo Enrique Camilletti, al tiempo que exhortó a
"salir de la Mesa de Enlace, que se ha convertido en una bolsa de
gatos. Nosotros no tenemos nada que hacer con la Sociedad Rural
Argentina, somos los pequeños productores y nuestros intereses no son
los mismos". También acusó a Buzzi por "haberse encandilado con las
luces de la gran ciudad. Hace rato que no debe pisar una chacra",
ironizó.

Camilletti
tuvo una activa participación durante el piquete agrario realizado en
Santa Emilia (sobre la ruta nacional Nº 8). Milita desde hace varios
años en la FAA del distrito de Elortondo y no reniega de su procedencia
gremial, pero advierte que "en estos momentos perdimos el rumbo como
entidad que nuclea a los productores pequeños y ya debemos salir de la
Mesa de Enlace".

El dirigente criticó duramente a los ruralistas
de Federación Agraria que habían "escrachado" en la ciudad de Firmat a
los actores Raúl Rizzo y Juan Palomino.

"Es una vergüenza lo que
hicieron. Estamos en democracia y debemos respetar lo que opinan otras
personas y esta metodología del escrache no colabora en nada para el
crecimiento como país. Aparte Rizzo se refirió a (el vice de
Confederaciones Rurales Argentinas) Néstor Roulet y a esas
desafortunadas declaraciones donde reivindicó al Ejército, a la Iglesia
y al campo", sostuvo Camilletti a La Capital.

El dirigente de Elortondo descree que Buzzi y Alfredo De Angeli representen los intereses de los pequeños productores.

"Buzzi
recibió el premio Konex como dirigente empresario y a su lado estaba
Gustavo Grobocopatel a quien solíamos criticar desde Federación
Agraria". Luego se preguntó: "¿Desde cuándo los pequeños colonos somos
dirigentes empresarios? Estas son las cosas que nos hacen desviar
nuestro objetivo, que es el de representar a los chicos".

Sobre
De Angeli, ironizó: "¿Cómo puede ser que este señor, que se paseaba en
avionetas por todo el país y trabaja 700 hectáreas de campo en Entre
Ríos, pueda ser el representante de los campesinos chicos? Nosotros no
somos empresarios, somos trabajadores del campo, pero esta gente parece
que se olvidó de eso y encima aparecemos asociados a la Sociedad Rural,
cuando en realidad tenemos intereses contrapuestos".

Si bien el
dirigente agrario de Elortondo sigue trabajando en la entidad gremial
chacarera, eso no le impide marcar sus diferencias con la cúpula que
comanda FAA, al entender que "se está perdiendo el objetivo fundacional
de la federación", y remató: "Con la (Resolución) 125 estaríamos
mejor". (Agencia Paco Urondo)

jueves, 27 de noviembre de 2008

DISCRIMINACION EN INTA MENDOZA

El Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, organismo ejecutor de políticas del Estado en materia de actos discriminatorios, dictaminó (dictamen nº200/08) que el los jefes de las agencias de extensión del INTA Lavalle, del INTA Luján y el Director de la Estación Experimental Mendoza del INTA,  cometieron abuso de poder,  incumplieron su de deber de funcionario público, y cometieron un acto de DISCRIMINACIÓN, al echar a un técnico de la Institución que militaba en una organización campesina porque no les gustaba su “actividad política y social”.

 

Los hechos:

En diciembre del año 2002 la Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra realizó una olla popular frente a la Municipalidad de Lavalle (Mendoza) con las consignas “queremos trabajo y no planes sociales” y “tierra, agua y justicia para los excluidos del campo”.

 

En esa organización militaba (y milita en la actualidad) un ingeniero agrónomo, Raimundo Laugero, que trabajaba como extensionista rural en la Agencia de Extensión Rural del INTA Lavalle. Su militancia era fuera del horario de trabajo en el INTA y ad honorem. Incluso por ser en horarios de trabajo, Raimundo no participó de la olla popular.

Al día siguiente de la acción de la UST, Raimundo fue amenazado por el Jefe de la AER (Agencia de Extensión Rural) INTA Lavalle, ingeniero Ricardo Bagini, por el jefe de la AER Luján ingeniero Guillermo Salvarredi, y por el Jefe de la Estación Experimental del INTA Mendoza, ingeniero Rubén Oliva, diciéndole que por orden expresa del Intendente de Lavalle Roberto Righi, debía renunciar a su cargo de extensionista (cargo que tenía desde hace cinco años) o de lo contrario sería echado.

 

Con anterioridad le habían señalado en diversas oportunidades que:

“no compartían que un técnico del INTA viviera en el campo mezclándose con los problemas de la gente”,

“que el INTA no tenía ningún tipo programa destinado a los obreros rurales”

“que los campesinos eran una cuestión del pasado y que ya no existían en Mendoza”.

 

Al mes de ser amenazado, le llega un telegrama de despido, con la baja de su cargo por “razones de servicio”, luego de ser sometido durante el transcurso de ese mes a acciones de degradación, persecución y provocación.

Con el objetivo de demostrar la arbitrariedad de la medida, se presentaron ante el INADI testimonios de pequeños productores de la zona y de socios de la Cooperativa Lacofrut (lugar donde Raimundo desempeñaba su trabajo cotidiano desde el INTA), quienes resaltan su compromiso y dedicación con el trabajo. Rescatan los productores (consta en el expediente del INADI) : “muchas veces trabajaba hasta las doce de la noche, incluso sábados y domingos, ganándose el afecto, el respeto y la confianza de los socios y productores de la zona por su buena actuación como moderador de los conflictos y problemas que se presentaban... nunca tuvo reproche alguno en su función”. Además resaltan que: “luego de una movilización que realizara un grupo de obreros rurales (grupo con el cual Raimundo colaboraba fuera del horario de servicio) la Cooperativa comenzó a recibir presiones de los señores Robinson Fernández (Director de Promoción Económica de la Municipalidad de Lavalle), el ingeniero Ricardo Bagini y el ingeniero Guillermo Salvarredi para que los socios de la Cooperativa lo declararan prescindible, bajo la amenaza que si no lo hacíamos no íbamos a recibir mas beneficios como créditos, apoyo económico y asesoramiento, que a través del INTA y del Municipio teníamos”(consta en el expediente).

 

Con estos testimonios mas otros de obreros rurales que participan en la UST, y ante la negativa del INTA en diversas oportunidades a dar explicaciones de las motivaciones que fundamentan las “razones de servicio”, el INADI (Instituto Nacional Anti Discriminación), a través del Dictamen nº 200-08 con fecha 30 de setiembre del 2008 considera que “la baja del ingeniero Laugero no ha respondido a circunstancias propias de su desempeño laboral en el INTA, sino que se relaciona con su actividad política y social”, y “que con el mero recurso esgrimido en su telegrama de despido: razones de servicio, se enmascara un acto discriminatorio en los términos del artículo 1º de la ley 23.592” (ley contra la discriminación”). Además el INADI resalta que “las verdaderas causales encubiertas para el cese de contrato es su ideología”(fs8) y que “existió desviación de poder por parte de los jefes del INTA porque usaron su autoridad con otro fin que aquel que les han sido conferido por ley, excediendo los límites de la razonabilidad y realizando una medida disciplinaria encubierta con un propósito discriminatorio”(fs14). 

 

                                            POR TIERRA, AGUA Y JUSTICIA

                        UNION DE TRABAJADORES RURALES SIN TIERRA

                        MOVIMIENTO NACIONAL CAMPESINO INDÍGENA

   
               
        

NO AL VETO A LA LEY DE GLACIARES, NO A LA MEGAMINERIA SAQUEANTE Y CONTAMINANTE!!!

Desde Prensa Agraria, los estudiantes de la Asamblea, los Estudiantes de Agronomia de Mendoza, decimos: NO A LA MEGAMINERIA CONTAMINANTE Y SAQUEADORA, NO AL VETO a la LEY DE GLACIARES

Participá de la Campaña Nacional por un rotundo NO a la minería química a cielo abierto y la minería nuclear en todas sus modalidades.



La Unión de Asambleas Ciudadana (U.A.C.), donde participan
organizaciones sociales de todo el país, lanza esta acción a lo largo y
ancho de la Argentina para reflejar el rechazo de la ciudadanía a una
actividad severamente cuestionada y destructiva desde el punto de vista
social, económico, ambiental y fiscal.



Subí en tu blog o sitio de Intenet el link para firmar el petitorio



Ingresá y firmá

Soberanía alimentaria y agricultura



João Pedro Stédile - D. Tomás Balduino

En 1960, había 80 millones de seres humanos que pasaban hambre en todo el mundo. ¡Un escándalo! En aquella época, Josué de Castro, que ahora cumpliría 100 años, marcaba posición con sus tesis, argumentando que el hambre era consecuencia de las relaciones sociales, no resultado de problemas climáticos o de la fertilidad del suelo.

El capital, con sus empresas transnacionales y su gobierno imperial de Estados Unidos, buscó dar una respuesta al problema: creó la llamada Revolución Verde. Esta constituyó una gran campaña de propaganda para justificar ante la sociedad que bastaba "modernizar" la agricultura, con el uso intensivo de máquinas, fertilizantes químicos y venenos. De esta forma, la producción aumentaría y la humanidad acabaría con el hambre.

Pasaron 50 años, la productividad física por hectárea aumentó mucho y la producción total se cuadruplicó a nivel mundial. Pero las empresas transnacionales se hicieron cargo de la agricultura con sus máquinas, venenos y fertilizantes químicos. Ganaron mucho dinero, acumularon bastante capital y, así, hubo una concentración y centralización de las empresas. Actualmente, no más de 30 conglomerados transnacionales controlan toda la producción y el comercio agrícola mundial.

¿Cuáles fueron los resultados sociales?
Los seres humanos que pasan hambre aumentaron de 80 millones a 800 millones. Sólo en los últimos dos años, a causa de la sustitución de la producción de alimentos por agrocombustibles, de acuerdo con la FAO (Organización de Naciones Unidas para Agricultura y la Alimentación), aumentó en 80 millones más el número de hambrientos. Es decir, ahora son 880 millones.

Nunca la propiedad de la tierra estuvo tan concentrada y hubo tantos migrantes campesinos saliendo del interior hacia las metrópolis y migrando de los países pobres a Europa y Estados Unidos. Solamente en lo que va de año, Europa apresó y extraditó a 200 mil inmigrantes africanos, la mayoría campesinos.

Hay ocho millones de trabajadores agrícolas mexicanos en Estados Unidos. Setenta países del hemisferio sur no logran alimentar a sus pueblos y están totalmente dependientes de las importaciones agrícolas. Han perdido la autosuficiencia alimentaria, perdieron su autonomía política y económica.

Los peor es que, en todos los países del mundo, los alimentos llegan a los supermercados cada vez más envenenados por el elevado uso de herbicidas, provocando enfermedades, alterando la biodiversidad y causando el calentamiento global. Eso acontece porque las empresas transnacionales estandarizaron los alimentos para ganar en escala y rentas. Los alimentos deben ser producidos de acuerdo con la naturaleza, con la energía del hábitat.

La comida no puede ser estandarizada, puesto que forma parte de nuestra cultura y de nuestros hábitos. Ante esto, ¿cuál es la salida? El Estado, en nombre de la sociedad, debe desarrollar políticas públicas para proteger la agricultura, priorizando la producción de alimentos. Cada municipio, región y pueblo necesitan producir sus propios alimentos, que deben ser sanos y para todos. Así nos enseña toda la historia de la humanidad. La lógica del comercio e intercambio de los alimentos no puede basarse en las reglas del libre mercado y en el lucro, como pretende imponer la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Por ello, consideramos a la alimentación un derecho de todo ser humano, y no una mercancía, como, además, ya defiende la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Cada pueblo y todos los pueblos deben tener el derecho de producir sus propios alimentos. Eso se llama soberanía alimentaria. No basta dar ayuda alimenticia esencial, dar el pescado. Eso es seguridad alimentaria, pero no es soberanía alimentaria. ¡Es necesario que el pueblo sepa pescar!

En Brasil, con un territorio y condiciones edafoclimáticas tan propicias, no tenemos soberanía alimentaria. Importamos muchos alimentos del exterior y entre las regiones del país. Incluso en nuestras "ricas" metrópolis, el pueblo depende de programas asistenciales del gobierno para alimentarse. La única solución es fortalecer la producción de los campesinos, de los pequeños y medianos agricultores, que demandan mucha mano de obra y tienen conocimiento histórico acumulado.

La llamada agricultura industrial es predadora del ambiente, sólo produce con herbicidas. Es insostenible a largo plazo. Por ello, en este 16 de octubre, Día Mundial de la Alimentación, las organizaciones campesinas, movimientos de mujeres, ambientalistas y consumidores haremos manifestaciones en el todo el mundo para denunciar problemas y presentar propuestas para que la humanidad, al fin, resuelva el problema del hambre en el mundo.

João Pedro Stédile, economista, es integrante de la coordinación nacional del MST y de la Vía Campesina , y D. Tomás Balduino, obispo emérito de la Diócesis de Goiás, es consejero permanente de la CPT (Comisión de la Pastoral de Tierra), órgano vinculado a la CNBB (Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil)

ENTREVISTA:UNIÓN DE TRABAJADORES RURALES DE MISIONES


“Entendemos al campesino como un trabajador rural”

Boletín quincenal Nº101- Prensa De Frente en Misiones -

 La UTR es una organización que cuenta como principal área de influencia el noreste misionero. Conformada como tal hacia mediados del 2006 está integrada por trabajadores campesinos con diferentes situaciones tanto laborales y como de propiedad de la tierras, lo que les permite tener un lectura integral de la problemática del sector.


Prensa De Frente conversó con Pedro “Tito” Lunales, uno de sus referentes, quien comentó cuales son los mayores desafíos actualmente de los pequeños productores, sus representaciones gremiales, las políticas estatal para el sector, su perspectiva del conflicto del campo, entre otros temas.

- A grandes rasgos, cual es la realidad en la que viven actualmente los trabajadores rurales en la provincia de Misiones?
- En Misiones, y estamos hablando de la provincia que más pequeños productores tiene, hay una realidad que si bien está enmarcada por cuestiones estructurales que son similares a otras regiones, hay algunas diferencias. Partimos de la base que es una provincia, que al igual que la mayor parte del país, está sometida a una gran desigualdad en cuanto a la distribución de la tierra, o sea, hay una importante cantidad de hectáreas manejadas por una minoría de familias. Este proceso comenzó cuando Corrientes entrega lo que hoy es la tierra de Misiones a 19 familias que a partir de ahí se profundiza.

Con respecto a los trabajadores, la provincia hay todo un sector, principalmente en centro y el sur, donde hay trabajadores rurales abocados al cultivo de Té y de Yerba Mate. Estos trabajadores están organizados sindicalmente, pero digamos que la realidad nos muestra que aún falta mucho en el trabajo sindical. Esto pese a haber una tradición sindical en Misiones y en general en el NEA, donde hay un principio de organización también. Pero por otro lado, hay pequeños productores que han llegado de Brasil y Paraguay por la expansión de la frontera agropecuaria a partir de los ’60, pero también en los ’70 y ’80 y que actualmente ocupan el norte y el noreste de la provincia. Estos últimos tienen una realidad diferente a otros sectores, ya que no trabajando alrededor del cultivo de Té o Yerba, sino que forman parte del sistema productivo de autoconsumo, devenido en subsistencia donde hay muy poca tierra, familias muy numerosas, producción diversificada para subsistir y generalmente con condiciones irregulares en cuanto a la tenencia de la tierra y arrinconados por las grandes empresas papeleras.

Es en este marco donde van surgiendo las organizaciones. No se puede dejar de nombrar al Movimiento Agrario Misionero y las Ligas Agrarias, como organizaciones madres. Post dictadura, surgen nuevas organizaciones, en el norte principalmente, tales como la CCT, el MOCAMI, la CCT de Pozo Azul, y más recientemente Pusali, PYP y la UTR.

Si bien hay esbozos de una articulación provincial entre las organizaciones que nos venimos juntando en acciones concretas, conjuntas, todavía no hay una orgánica provincial.

- Con respecto la base social que está representada en la UTR, ¿Como se conforma? ¿Son trabajadores asalariados? ¿Son pequeños productores?
- La UTR también es variable en lo que hace a la representación. Hay algunas zonas, San Antonio por ejemplo, donde hay más trabajadores tabacaleros, familias que hacen tabaco ya que este les permite un ingreso. En su momento fue determinante el papel de las mutuales que les garantizaban una cobertura social, pero hoy ya no tanto ya que hay otras formas de tener cobertura. Pero sí, en un sistema productivo como este, donde no aparece el dinero, sino que hay más producción para autoconsumo, el hecho que se reciba una cantidad x de plata segura, es lo que se hace difícil que se remplace el cultivo de tabaco. Esto también tiene que ver con el sistema perverso con que se pensó el negocio del tabaco, una empresa que contrata directamente a las familias, de manera tal que estos terminan de peones en su propia chacra. Así, les bajan la semilla, el paquete tecnológico, le abren una libreta por si quiere ir sacando plata adelantada y después define precios, descuentan lo que le parece, le pagan lo que quiere. Así el que hace tabaco se ve condicionado a desarrollar exclusivamente ese cultivo porque exige mucho tiempo de trabajo; y a duras penas le queda tiempo para criar algunas pequeñas aves, un par de chanchos o a lo sumo algún cultivo manual como el maíz.

Después tenemos todo otra zona, que va desde la ruta 14, que une Bernardo de Irigoyen con El Dorado, en donde sí hay pequeños productores con muy poca tierra que no hacen tabaco, sino que son gente esta que decíamos que han venido expulsada de Brasil. A modo de ejemplo, hay zonas que vos no sabés si es un barrio o es una zona rural, es una mezcla, las casas están una al lado de otra, hay poca tierra, están las prácticas de la chacra pero en realidad no hay espacio, no hay tierra para producir.

La base de la UTR es esto, una parte donde hay tabacaleros, donde hay algunas personas que se dedican a la producción de chanchos, y otra zona donde hay trabajadores que están más hacinados, donde generalmente la mujer es quien hace el trabajo en el peridomicilio y los hombres salen a trabajar al raleo en Corrientes o Entre Ríos.

- ¿Cual es el desarrollo gremial o sindical que lleva adelante la UTR? ¿Que relación hay con las estructuras sectoriales ya existentes en lo que hace a la representación de los trabajadores del campo?
- En realidad nuestro trabajo en la consecuencia de la Ligas Agrarias, y quizá también de la Federación Agraria. De todas maneras, esta último no tiene influencia en el norte y noreste de la provincia, la zona donde trabaja la UTR. Lo que sí, nosotros desde el mismo nombre de nuestra organización, Unión de Trabajadores Rurales, intentamos desde la identidad -que es un proceso, que no está definida de manera acabada- consolidarnos como una organización primero, de lucha gremial y después, a la par de dar contexto más amplio y contención, generar un objetivo político como organización de pequeños productores y campesinos. Desde nuestro propio nombre nosotros intentamos dar un paso más allá desde lo que ha sido la historia de las organizaciones campesinas. Entendemos al campesino como trabajador rural.

- Han desarrollado relaciones, tanto nacional como provincial, con otras organizaciones que no sean de la provincia?
- En cuanto a una orgánica nacional, nosotros no participamos de ninguna de las existentes. Principalmente por la juventud de la UTR, esto no quita que tengamos muchas cosas que hemos aprendido y que aprendemos hoy de organizaciones de más años con las cuales compartimos actividades. Concretamente me refiero al Movimiento Nacional Campesino Indígena, con quienes participamos de muchas actividades. Sin tener una contribución en la orgánica del MNCI, sí participamos de la Escuela de Memoria Histórica, que organizan ellos todos los años. Hemos hecho viajes e intercambios conjuntos, ellos han venido al campamento de formación que se hizo acá a principios de años. También hemos hecho cosas con los compañeros de Poriajú. Teniendo en cuenta que alguno de nosotros somos parte de la Unión de Trabajadores Técnicos y Rurales de Misiones (UTERMI) también tenemos acciones conjuntas con la CTA. Ya nivel provincial, como decía antes, estamos contando unas 7 u 8 organizaciones con las hemos hechos una marcha el 1º de julio por soberanía alimentaria y por la tenencia de la tierra y la aplicación de la Ley de Arraigo, subsidios para los pequeños productores, etc.

Hay un germen donde estamos empezando a mantener acciones conjuntas con estas organizaciones a nivel provincial. También nos sumamos a actividades de la Vía Campesina, de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC), tenemos una relación con el Movimiento de Trabajadores Sin Tierra de Brasil, por vecindad digamos. En la frontera de Irigoyen está Dionisio Cerqueiras, a 35 km. Hay una cooperativa del MST-VC con lo cual hay mucha relación. Con el Movimiento de Pequeños Agricultores también tenemos relación.

- Como organización que reivindica el carácter de clase de los campesinos ¿Como vivieron ustedes el conflicto entre las patronales del campo y el gobierno nacional?
- Bueno, en principio, tal como decías, nosotros reivindicamos el carácter de clase del campesinado pero no negamos las particularidades de la lucha campesina, esto también hay que dejarlo claro. Con respecto al tema del conflicto del campo, la UTR no estuvo representada en este conflicto; los intereses que estaban en juego, si bien efectivamente nos afecta como se resuelva, no teníamos representación en las partes, en esa polarización del conflicto. Por ahí en otras zonas si les pasó pero a nosotros no. Sí hemos discutido mucho sobre que hacer ante esa coyuntura, sobre como encarar el conflicto, y bueno, en principio creíamos que no había que poner trabas a la decisión del gobierno de aplicar la resolución 125, solamente por tratar de hacer el menor daño posible. Pero, insisto, como organización, no estuvimos representados en ese conflicto.

- ¿Como ven ustedes la política agraria del actual gobierno, teniendo en cuenta que estamos ante una coyuntura que beneficia a los agroexportadores? Tras el conflicto ¿Han notado mejoras en los programas enfocados a los pequeños productores?
- Por ahora son todos veremos, en el sentido que se habla mucho del doble discurso del gobierno y nosotros creemos que es así. No se si doble discurso, quizá lo que trasluzca son contradicciones internas pero en general hay predisposición a generar espacios de negociación. De todas maneras tenemos claro que este es un Estado que no nos representa por lo que creemos que lo que hay que hacer es organizarse para presionar, y donde hay margen para negociar, pero son las organizaciones del campo popular las que van a lograr conquistas. Los programas, entre ellos el Programa Social Agropecuario lanzando en los ’90, no tiene mayor financiación que en otros gobiernos. La poca plata que llega al sector todavía sigue siendo, junto con el apoyo, insignificante y miserable. Sí hay ahora propuestas de crear SubSecretarías y estas cosas, pero el panorama es que hay que pelear para que haya más políticas hacia nuestras bases. De todas maneras nosotros por ejemplo participamos del Foro de Agricultura Familiar, donde haya un espacio donde, sin renunciar a nuestros principios y a nuestra estrategia, podamos presionar o negociar para el beneficio y el fortalecimiento del sector con el que trabajamos, estamos. Por ahora, si bien hemos notado que hay algunos lugares más de negociación, estamos en veremos por lo que hay que ver que pasas.

sábado, 15 de noviembre de 2008

El agro-diesel en Colombia: negocio de pocos, miseria para muchos.

Mario Alejandro Valencia

Asociación Nacional por la Salvación Agropecuaria – Colombia
Agricultura y Comercio, No. 14. Noviembre – Diciembre 2007.

www.gtagricom.org

Ningún ciudadano sensato podría oponerse al avance científico y tecnológico para mejorar la calidad de vida de las personas y detener la crisis ambiental que sufre el planeta. Sin embargo, no es gratuito que a nivel mundial venga creciendo cada vez con más fuerza los cuestionamientos sobre los supuestos beneficios económicos y ambientales de la producción de agro-combustibles, desde las críticas por convertir grandes extensiones de áreas cultivables y selvas en monocultivos de palma de aceite para producir agro-diesel y caña de azúcar para producir etanol, hasta las denigrantes condiciones humanas que viven los agricultores y trabajadores de los países pobres del Sur.

Colombia no es la excepción a esta fiebre mundial por encontrar fuentes de energía alternativas a los combustibles fósiles. No obstante, la solución que plantean los dirigentes no es producto de su ingenio sino de la política agrícola impuesta por la globalización neoliberal desde 1990, entregando la producción de cereales, hortalizas y frutas de clima templado, cárnicos, lácteos y oleaginosas en los acuerdos comerciales, como el TLC con Estados Unidos, y especializando al país en la producción de cultivos tropicales, altamente sobre-ofrecidos en el mundo. Una felonía que se justifica con la falacia de importar comida barata para toda la población.

La ruina de más de 500.000 productores agropecuarios y campesinos durante la década del 90 y la destrucción de más de un millón de hectáreas, la crisis del café y la violencia rural ocasionaron el desplazamiento de cerca de tres millones de personas del campo a la ciudad y la configuración de una estructura de la propiedad rural de las más inicuas del mundo: el 0,4% de los propietarios, que posee predios de más de 500 hectáreas, acapara el 65% de la tierra. Un resultado de tal estado de cosas es que durante el gobierno del Álvaro Uribe Vélez se hayan sembrado cerca de 117.000 hectáreas más de palma de aceite del total de 328.973 hectáreas que hoy están cultivadas con dicho género. Para el gobierno nacional el potencial de hectáreas cultivables en zonas de rica biodiversidad, como las llanuras del Oriente colombiano, la Selva chocoana y el Pacífico colombiano es de 3.5 millones de hectáreas en los próximos diez años.

En Colombia el negocio del agro-diesel se ha desarrollado para beneficiar a contados conglomerados económicos. Con engañifas, el gobierno de Uribe Vélez pretende mostrar a los pequeños agricultores como ganadores, al vincularlos como ‘socios’ de este negocio. El cultivo de palma de aceite es de tardío rendimiento, por lo que el retorno de su inversión no se da antes de los cinco años de su siembra. Por esta característica sólo es rentables en unidades de producción no menores a 50 hectáreas. Por lo tanto, la condición predominante es que es un cultivo de medianos y grandes propietarios. El negocio también deja sin otra opción a los agricultores que se amarran a un proyecto de largo plazo, eliminando la característica especial que tienen los cultivos transitorios de pasarse a otros que puedan presentar mejor rentabilidad en un momento determinado. En el balance debe tenerse en cuenta el alto costo de oportunidad que esta decisión significa para un agricultor.

También se le miente al país cuando se presentan a los agricultores y a los trabajadores como los ganadores en los proyectos de agro-diesel. Por el contrario, aunque el gobierno afirma que se han creado 90.000 empleos por el agro-diesel, las cifras demuestran que no son más de 4.500 en las 18.500 hectáreas de palma que se dedican para la producción actual del combustible, además en viles condiciones laborales dadas por un tipo de contratación completamente laxo.

Todas las argucias oficiales para mostrar los beneficios de los agro-combustibles en realidad ocultan que es un negocio que busca darle salida a excedentes de capitales, y para ello los inversionistas se valen de los estados que legislan para favorecerlos. El gobierno de Uribe Vélez y especialmente su Ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, están obsesionados en convertir al país en un abastecedor mundial de agro-combustibles, mostrándolo como salvación para el agro nacional y progreso para el país.

Durante los últimos años se han encargado de expedir toda clase de leyes que hacen jurídica y económicamente viable la producción agro-diesel. Al definir como principal materia prima para su producción la palma de aceite, se generaron incentivos como: exención de impuestos de IVA y global, se definieron como zonas francas especiales las plantas de agro-diesel, se redujeron o eliminaron los subsidios a los combustibles fósiles, los cultivos de palma fueron exonerados de renta líquida por 10 años. Adicionalmente, por el establecimiento o renovación en cultivos de palma el Ministerio de Agricultura ha aportado 30 millones de dólares en Incentivos de Capitalización Rural – ICR durante los últimos cuatro años para 34.047 hectáreas, es decir, 884 dólares por hectárea. También ha establecido una tasa de crédito preferencial del DTF-2% para establecimiento y renovación de palma, lo que ha tenido un costo fiscal de 7 millones de dólares entre enero y agosto de 2007 para 4.189 hectáreas, es decir, 1.700 dólares por hectárea. Y no obstante lo anterior, el gobierno nacional fija un precio para el agro-diesel que garantiza la recuperación de las inversiones, de US$3,21/galón. Ningún otro cultivo en Colombia tiene tantos beneficios estatales como la palma de aceite.

En la actualidad, en Colombia hay en funcionamiento dos plantas de agro-diesel con una producción total de 26 millones de galones al año, y existen proyecciones para construir 7 más que generarían 195 millones de galones adicionales, todas estas plantas pertenecientes a un oligopolio empresarial que es el que puede asumir los costos de instalación de una planta que sobrepasan los 20 millones de dólares.

Aunque el gobierno colombiano habla de un desarrollo del agro-diesel sin deforestación, ya existen casos que lo contradicen. En Tumaco, por ejemplo, vastos territorios de selvas húmedas han sido reemplazados por monocultivos de palma, que hoy superan las 20.000 hectáreas. Las comunidades han sido despojadas en forma violenta, y destruidos su cultura y los recursos naturales. En la selva chocoana, en territorios de las comunidades afrodescendientes de las cuencas de los ríos Jiguamiandó y Curvaradó, grupos paramilitares se han apropiado violentamente de más de 33.000 hectáreas y desplazado a más de tres mil nativos. A pesar de las denuncias de las comunidades y los pronunciamientos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, se sabe que en los últimos cinco años el Banco Agrario ha otorgado préstamos a varias de esas firmas palmeras para extender sus cultivos. Según la Procuraduría General de la Nación, el gobierno con la ‘Ley de Desarrollo Rural’ aprobada recientemente, legalizará predios ilegítimamente adquiridos por los paramilitares. Según el Procurador, pareciera que el principal objetivo del gobierno de Uribe "fuese legitimar los cultivos de palma…en el marco de sistemáticas y recurrentes violaciones a los derechos humanos, los cuales, además, han propiciado las amenazas y asesinatos contra quienes se oponen a ellos".

El acelerado avance del agro-diesel en Colombia generará un impacto negativo sobre la soberanía alimentaria, los medios de vida de las poblaciones rurales y los recursos naturales. Las grandes extensiones de monocultivos de palma de aceite se convierten en causa de desplazamiento y deforestación y significan en aumento de la competencia local por la disponibilidad de la tierra y de los demás recursos limitados para la producción agrícola como el capital, el agua y la tecnología, generando un modelo distributivo aún más inicuo y contrario al orden constitucional vigente en Colombia. La conversión de una agricultura para producir alimentos hacia otra para producir energía, redundará en menos disponibilidad de comida tanto en las zonas rurales como en los centros urbanos, generando un aumento de sus precios, causando hambre, desnutrición y más pobreza en el país. Los altos precios mundiales de muchos commodities agrícolas en el presente ya han incidido en Colombia.

Como un agravante, fruto de la Ley de Desarrollo Rural, el gobierno colombiano puede ofrecer en comodato (tierra entregada gratuitamente) por 20 años terrenos baldíos a firmas nacionales o internacionales, aunque no tengan como razón social la producción agraria, para este tipo de iniciativas. Álvaro Uribe ha hecho tal ofrecimiento a George W. Bush y a personajes como Bill Gates con el incentivo de que, al certificarse como supuestas iniciativas ambientalmente amables, podrán gozar de las ventajas financieras otorgadas a través de los mercados bursátiles de los Derechos de Emisión del Protocolo de Kioto. Es decir, "se quedan con el santo y la limosna".

Lo democrático en una nación es que un supuesto negocio tan rentable, como lo afirma el gobierno nacional, beneficie a toda la sociedad. ¿Cómo es que, dentro de la lógica neoliberal, el Estado tiene que privatizar sus empresas aunque sean rentables, no puede subsidiar a sus agricultores porque distorsiona el mercado, pero sí puede llenarle los bolsillos a una escogida y reducida clase empresarial, dizque porque es un proyecto estratégico de la nación? Si bien es necesaria la búsqueda de fuentes de energía alternativas a los combustibles fósiles, es por lo menos irresponsable plantear proyectos de producción de agro-combustibles sin resolver primero la soberanía alimentaria de los ciudadanos.

Fuente: lafogata.org

sábado, 25 de octubre de 2008

Volvamos a hablar de las causas de la crisis alimentaria

  Por: Eric Toussaint
Fecha de publicación: 25/10/08
   
   
    imprímelo             mándaselo a
tus panas

Octubre 2008

Las explicaciones que se dan sobre la crisis alimentaria son falsas. El consumo de chinos e indios es una ellas, que de tanto repetirlas terminan siendo una evidencia. Lo importante es identificar las verdaderas causas y los auténticos responsables.

En su informe anual publicado en junio de 2008, el muy serio Banco de Pagos Internacionales2 retoma la fábula de la evolución del consumo de los chinos y de otras economías emergentes. El BPI quiere conducir al público a una pista falsa con el objetivo de esconder, por una parte, la responsabilidad de los gobiernos del Norte y de las empresas transnacionales del agrobusiness, que han aumentado muchísimo la producción de agrocombustibles, y, por otra parte, la responsabilidad de los grandes grupos financieros que especulan en la Bolsa sobre los productos alimentarios. Los autores del informe del BPI tratan de dar una apariencia científica a su explicación.

     ¿Cuál es la causa principal del aumento del precio de los alimentos según el BPI? «Tratándose de recursos alimentarios, el fuerte crecimiento del PIB de las economías emergentes en estos últimos años ha elevado la demanda. Los cambios estructurales acentuaron esta tendencia. Por ejemplo, el aumento del ingreso por habitante, especialmente en China, produjo un aumento de la demanda de cereales, especialmente para alimentar al ganado. Según las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura (FAO), el consumo de cereales por habitante en los PED aumentó el 20 % entre 1962 y 2003, mientras que el de carne se triplicaba. La incidencia de la demanda sobre el precio de los cereales está amplificada debido a que, según ciertas estimaciones, es necesario de 2 a 5 veces más cereales, a igualdad de calorías, para producir carne. En el año 2002, cerca de un tercio de la producción mundial de cereales se utilizó para la alimentación de los animales destinados al matadero.»3

     Esta explicación tiene una pretensión científica y apela al sentido común. El razonamiento es el siguiente: el consumo de los habitantes de los países en desarrollo (PED) ha aumentado muchísimo, comen cada vez más carne, por lo tanto los precios han aumentado. Pero hay una dificultad: ¿Cómo se explica que este fuerte aumento de precios no se produzca hasta los años 2007-2008, cuando el consumo de los PED está creciendo desde hace 40 años? En realidad, el precio de los alimentos bajó a lo largo de los años ochenta y noventa. Y continuó bajando entre 1998 y 2002, aumentó un poco en 2002-2004, para descender de nuevo en 2005-2006.4 Después de la cosecha de 2006, el precio de los alimentos en el mercado mundial era igual al que tenían en 1998, muy inferior al precio de la década del setenta. En 2008, en dólar constante, el precio de los alimentos continúa siendo inferior al máximo alcanzado a fines de los años setenta.5 Ahora bien, lo que hay que explicar es la explosión de los precios en 2007 y 2008. La argumentación dada por el BPI no tiene nada que ver con las causas reales que la provocaron. Como dice Jacques Berthelot: «el crecimiento del consumo de productos alimentarios, ligado al rápido aumento del nivel de vida de los países emergentes, como China y la India, [...] es una tendencia que se viene produciendo desde hace muchos años y no se la puede responsabilizar del aumento desmesurado de los precios agrícolas en estos dos últimos años».6 Por otra parte, Berthelot también señala que el precio del arroz se mantuvo estable hasta octubre de 2007. Pero entre octubre 2007 y mayo 2008 se multiplicó por tres.

     He aquí una explicación que consideramos la más apropiada y que se ha dividido en tres puntos:7

     Primero: Ante un precio de los cereales históricamente bajo hasta 2005, las grandes compañías privadas de agrobusiness consiguieron que los gobiernos de Estados Unidos y de la Unión Europea subvencionaran la industria de los «agrocombustibles». Estas grandes empresas querían ganar en dos frentes: por un lado, vender sus cereales y otros productos agrícolas más caros y por otro, rentabilizar la producción de agrocombustibles. Y tuvieron éxito.

     ¿Cómo actuaron? Se basaron en la siguiente hipótesis: lo que el petróleo impedirá realizar de aquí a unas décadas (debido a la reducción de las reservas disponibles), la soja, la remolacha (convertidas en biodiesel), los cereales y la caña de azúcar (transformados en etanol) deberán estar en condiciones de permitirlo. Por lo tanto, pidieron a las autoridades públicas que asignaran subvenciones para que la onerosa producción de agrocombustibles se volviera rentable. Washington, la Comisión Europea en Bruselas y otras capitales europeas aceptaron la demanda con el pretexto de garantizar la seguridad energética de sus países o regiones.8 Los lobbies pro agrocombustibles convencieron a los gobiernos de que utilicen el falso argumento de que estos combustibles, al contrario que los hidrocarburos, tienen un impacto positivo sobre el medio ambiente.

     Esta política de subvenciones desvió hacia la industria de los agrocombustibles grandes cantidades de productos agrícolas esenciales para la alimentación. Por ejemplo 100 millones de toneladas de cereales se excluyeron del sector alimentario en 2007. Así mismo algunas tierras destinadas a la producción de alimentos se reconvirtieron en tierras de cultivo de agrocombustibles. Esto hace disminuir la oferta de productos alimentarios y produce el aumento de precios. Resumiendo, para satisfacer los intereses de las grandes sociedades privadas que quieren desarrollar la producción de agrocombustibles, se decidió confiscar algunos productos agrícolas que el mundo necesita para alimentarse. Es necesario señalar que el BPI, en su informe ya citado, sostiene que las subvenciones públicas para la producción de agrocombustibles no ocupan un puesto importante entre las causas del alza de precios de los alimentos.9

     Segundo: La especulación sobre los productos agrícolas ha sido muy fuerte en 2007 y 2008, acentuando un fenómeno que comenzó a principios de la década del 2000, después del estallido de la burbuja de internet. Tras la crisis de las subprimes que se desencadenó en Estados Unidos durante el verano de 2007, los inversores institucionales10 se retiraron progresivamente del mercado de las deudas construido de manera especulativa a partir del sector inmobiliario estadounidense y se fijaron en el sector de los productos agrícolas e hidrocarburos como un mercado que podría darles interesantes beneficios. Por lo tanto, se dedicaron a comprar las cosechas futuras de productos agrícolas en la Bolsa de Chicago, en la de Kansas City y en la de Minneapolis, que son los principales mercados mundiales donde se comercia con cereales. En forma similar, en otras Bolsas de productos primarios compraron la producción futura de petróleo y de gas, especulando con la subida de sus precios. 

     Tercero: Los países en desarrollo están especialmente desprotegidos ante esta crisis alimentaria puesto que las políticas impuestas por el FMI y el Banco Mundial desde la crisis de la deuda los han privado de una protección imprescindible: reducción de las superficies destinadas a los cultivos de hortalizas y especialización en uno o dos productos de exportación, desaparición de los sistemas de estabilización de precios, abandono de la autosuficiencia en cereales, reducción de las reservas de cereales, debilitamiento de las economías debido a una extrema dependencia de la evolución de los mercados mundiales, fuerte reducción de los presupuestos sociales, supresión de las subvenciones a los productos de base, apertura de los mercados y la exposición de los pequeños productores locales a la competencia desleal de las grandes transnacionales, etc. 

Vuelta a las falsedades 

Jacques Berthelot eligió una serie de citas que tienen en común el tema de la fábula de la evolución del consumo en los países emergentes, en particular en China y la India, como causa principal de la explosión de los precios.11 Y estas son las citas:

     En el diario financiero francés Les Echos del 15 de abril de 2008: «El nuevo fenómeno proviene sobre todo de la acelerada modificación de las costumbres de consumo en los países emergentes. Los dos gigantes, China y la India, se han convertido, con el aumento de sus ingresos, en grandes consumidores de carne y cereales».12

     El semanario francés Le Nouvel Observateur del 17 al 23 de abril de 2008 pone a la cabeza de las siete causas identificadas «la modificación de los comportamientos alimentarios en los países emergentes, especialmente en China y la India» y agrega: «De exportadoras, la India y China, han pasado a ser importadoras».

     El Director General de la FAO, Jacques Diouf, declaró en el Forum África-India del 8 de abril de 2008 que «después de encontrarse con el ministro de Agricultura de la India, Sharad Pawar [...] las reservas mundiales de cereales sólo pueden garantizar de 8 a 10 semanas de consumo mundial y que eso es debido a la gran demanda de países como la India y China, cuyos PIB han aumentado del 8 al 10 %, y donde el aumento de los ingresos ha ido a la alimentación».13

     Para Randy Olson, director de Biodiesel Board, de Iowa (Estados Unidos), «las razones para el aumento de precio del aceite de soja incluyen el incremento en la demanda de las clases medias cada vez más numerosas en China y la India y en otros lados».14

     En el mismo sentido responde Nicolas Bricas, investigador del CIRAD, a la pregunta ¿Por qué los precios de los productos alimentarios han aumentado tanto?: «Las costumbres de consumo están en pleno cambio en China y en la India, donde el poder de compra tiende a aumentar. Como resultado, la demanda aumenta enormemente. Las poblaciones quieren comprar más y reclaman una mejor alimentación. Consumen más carne. Para su ganado, los criadores necesitan cultivar más extensión de forrajes. Todo esto estimula el aumento de los precios de los alimentos en su globalidad. A escala internacional, las tarifas agrícolas también han aumentado a causa de su desregulacion».15

 

     En Le Monde del 22 de abril de 2008, a la pregunta «¿La llegada de dos nuevos gigantes (China y la India) a los mercados internacionales es la verdadera causa de este aumento acelerado?», el economista Philippe Chalmin respondió sin ambages, «Sí». 16

     Philippe Lemaître le hace eco en la misma edición de Le Monde: «A falta de infraestructuras, un país como la India pierde cerca de un 30 % de sus cosechas y se convierte en importador neto de cereales».17

     El presidente Lula de Brasil declaró el 18 de abril de 2008 en la FAO: «No me digáis, por el amor de Dios, que los alimentos son caros debido a los agrocombustibles. Son caros porque el mundo no está preparado para ver a millones de chinos, indios, africanos, brasileños y latinoamericanos comer tres veces al día».18

China y la India no son responsables del aumento exorbitante del precio de los alimentos

China y la India exportan más alimentos que lo que importan. Jacques Berthelot demuestra con cifras que China continúa siendo exportadora neta de cereales (trigo, maíz, arroz) y de carne. Lo mismo pasa con la India. Los indios son exportadores netos de alimentos desde 1995. Por lo tanto estos dos países no son los que provocaron el aumento del precio de los alimentos en el mercado mundial.19

Recuadro: La India, víctima de la liberalización de las importaciones

La India conoció una experiencia particularmente negativa en materia de libre comercio respecto al trigo.20 Bajo la presión de sus socios en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el gobierno indio de Singh, que es un buen alumno liberal, suprimió a partir de 2006 todos los derechos de aduana para las importaciones de trigo. Ese año, por primera vez desde 2001, la India importó una cantidad más grande de trigo (6,7 millones de toneladas) que la que exportó (0,6 millones de toneladas). Se trata de una política deliberada del gobierno indio que quería matar dos pájaros de un tiro: satisfacer a sus socios de la OMC y comprar en el mercado mundial de trigo a un precio inferior al requerido por los productores locales. El Estado indio compró directamente 5,5 millones de toneladas de trigo en el exterior aunque su producción nacional habría sido suficiente para satisfacer la demanda interna (la producción india de trigo alcanzó las 74 millones de toneladas mientras que la demanda interna era de 60 millones de toneladas). Pero en lugar de bajar el precio en el mercado interior, éste aumentó en forma notable debido a que los comerciantes acumularon reservas para la especulación. La oposición, ante esta acción deplorable del gobierno, ha presentado un recurso ante el Tribunal Supremo contra Singh. Frente a la presión de la población y escaldado por esta situación, el primer ministro indio se retiró en 2007. Hay que señalar que si bien la India fue importadora neta de trigo durante este episodio de 2006, continuó siendo una exportadora neta de cereales gracias a sus exportaciones de arroz y de maíz.

Fin del recuadro

Ante la falta de evidencias de la responsabilidad de los chinos, la prensa comienza a cambiar sus argumentos

El 19 de agosto de 2008, el diario financiero francés Les Echos titulaba un artículo de la siguiente manera: «Alza de precios de los alimentos: China es declarada no culpable». A partir de estadísticas de la OCDE y de un estudio de un investigador estadounidense publicado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, el diario francés afirma que los chinos son autosuficientes, en especial, en cuanto a los cereales. Por su parte, el semanario neoliberal británico The Economist en su edición del 16 de agosto de 2008 realizó la proeza de, en un mismo párrafo, afirmar una cosa y su contraria: «Se puede decir que la gran demanda china de alimentos y energía hace crecer los precios mundiales de las materias primas». Algunas líneas más abajo, el editorial de The Economist continúa: «Y la producción de alimentos en China ha crecido en forma más rápida que el consumo en los últimos años. En tanto que exportadora neta, pequeña pero en aumento, de trigo, maíz y arroz, China tiene un papel en la moderación de los precios mundiales de los cereales». ¡Qué extraordinaria pirueta!

La política desarrollada por los gobiernos de Estados Unidos y de la Unión Europea es la principal responsable de la crisis alimentaria mundial

Mientras que China y la India exportan más alimentos que lo que importan, Estados Unidos y la Unión Europea se encuentran en la situación contraria.21 Durante los años 2006 y 2007, Estados Unidos fue importador neto de alimentos. Es la misma situación que la Unión Europea, que se coloca en la 3ª posición mundial en la lista de importadores netos de cereales (después de Japón y México). Por lo tanto, es la demanda que viene de Estados Unidos y de la UE la que provoca un aumento de los precios de los alimentos.

     Pero, concretamente, ¿por qué Estados Unidos y la UE son responsables de la explosión de los precios de los productos alimentarios primarios?

     En primer lugar, se debe tener en cuenta que Estados Unidos tiene un papel determinante en la fijación del precio de los cereales, oleaginosas y proteaginosas, ya que los otros países exportadores adaptan sus precios en función de la cotización en las Bolsas de Chicago, Kansas City y Minneapolis.22 Por otra parte, el aumento del precio de estos productos se traduce en un aumento del precio de la carne, puesto que la crianza del ganado se basa en estos alimentos.23 

     Dos factores fundamentales que dependen directamente de Estados Unidos y de la Unión Europea entran en juego en el brutal aumento del precio de las materias primas alimentarias en el período 2006-2008.

     El primero es el fuerte incremento de la producción de agrocombustibles en Estados Unidos y en Europa. El segundo es la formidable especulación sobre el precio de estos productos (y sobre los hidrocarburos)24 en las Bolsas.

Un enorme aumento de la producción de agrocombustibles en Estados Unidos

En el año 2007, Estados Unidos era responsable del 43 % de la producción mundial de agrocombustibles.25 Entre 2005 y 2006, en este país la producción de etanol de maíz se multiplicó por cinco. Entre 2005 y 2009, ¡esta producción se habrá multiplicado por nueve! El porcentaje de la producción de maíz destinada al etanol pasó del 14,4 % al 23,7 % entre 2005-2006 y 2007-2008. De igual manera, parte de la producción de soja se destina a la producción de agrocombustibles (en agosto de 2007, el 23,2 % del consumo interior de aceite de soja fue debido a la producción de biodiesel), sin embargo, el coste es mucho mayor que el del etanol de maíz. Una enorme extensión de tierras antes destinadas a la producción de trigo y soja, ahora lo son al cultivo del maíz, lo que ha hecho aumentar el precio del trigo y la soja. El precio del maíz dedicado al consumo animal y humano también aumentó muchísimo, ya que una parte importante de esta producción fue desviada a la producción de etanol. El precio del arroz cultivado en Estados Unidos también sufrió aumentos exagerados puesto que su producción ha bajado, dado que era más rentable cultivar maíz, soja, trigo y otros cereales forrajeros. (ver el recuadro)

     El aumento de la producción de agrocombustibles no es en absoluto el resultado de la competencia en el libre mercado. Por el contrario, es una consecuencia directa de la intervención del Estado bajo la presión del agrobusiness. A pesar del aumento del precio del petróleo, la producción de agrocombustibles no es rentable sin la subvención gubernamental estadounidense. En 2005, el Congreso de Estados Unidos sancionó una ley sobre energía que favorece la producción de este tipo de combustibles. Esta política de promoción fue reforzada por la ley del 19 de diciembre de 2007 sobre la independencia energética. Esta última impone a la industria petrolera, bajo amenaza de grandes multas, la incorporación dentro del suministro de combustibles de 57.000 millones de litros de agrocombustibles en el año 2015 (15.000 millones de galones US)26 y 136.000 millones de litros en 2022. Para alcanzar este objetivo, el porcentaje de maíz destinado a combustible alcanzará el 32,8 % en 2011-2012. Gracias a esta legislación tan compulsiva, los ingresos del sector agrícola estadounidense han aumentado en un 48 % durante el año 2007.

     Con respecto a la responsabilidad estadounidense en la crisis alimentaria mundial, podemos leer lo que Jacques Berthelot afirma: «Estados Unidos es sin duda responsable de la explosión de los precios agrícolas y de las revueltas que se suceden por el hambre, debido a unos objetivos demenciales que fijó para la producción de agrocombustibles y porque, como hemos visto, los precios de sus productos agrícolas son los que fijan los precios mundiales que toman como referencia los otros países agroexportadores.»27 Se verá más adelante que se debe agregar el papel de la especulación que, en particular, se desarrolló en Estados Unidos.

Recuadro: ¿Por qué el aumento de la producción de agrocombustibles en Estados Unidos se traduce en un aumento del precio del arroz en el mercado mundial?28

La fuerte especulación sobre el precio del arroz y el boom del etanol comparten la responsabilidad sobre el aumento descontrolado del precio de este cereal, aunque a menudo se afirma que no hay ninguna relación entre esos dos factores. Según el USDA, Estados unidos sólo representa el 2 % de la producción mundial, sin embargo es el 4º país exportador. Entre 2007 y 2008, el precio del arroz integral producido en Estados Unidos estaba entre los más altos desde 1980/81. Por otra parte: «Ahora bien, los precios muy superiores de los combustibles y del abono desde el año 2005, y precios extremadamente altos para los cultivos alternativos desde 2006/2007 han hecho que el cultivo de arroz no sea rentable frente a la soja, a los cereales forrajeros y al trigo».29

     En realidad la producción de arroz de Estados Unidos descendió un 12 % de 2006 a 2007, después de un descenso del 16 % de la superficie sembrada, y las exportaciones de arroz han bajado un 20 %, aunque éstas no representaban más que el 12 % de las exportaciones mundiales en 2006 y el 9,6 % en 2007. David Ray et al. demuestran que el precio mundial del arroz también es fijado en Estados Unidos: «El 84 % de la variación en el precio del arroz tailandés puede explicarse por el precio del arroz de Texas y la relación entre stocks y demanda, y un alza del 10 % en el precio del arroz estadounidense provoca un alza del 4,7 % en el precio del arroz tailandés. Esta correlación es una prueba irrefutable que incluso en los casos en que Estados Unidos no es el exportador dominante, los precios en sus mercados de futuros influyen sobre los precios mundiales».30

Fin del recuadro

La responsabilidad de la Unión Europea

Como enuncia Jacques Berthelot: «¡La UE-2731 pretende que desea alimentar al resto del mundo, y al mismo tiempo agita la amenaza de China y la India! Esto es risible y penoso al contrastarlo con la dura realidad, que demuestra que es la UE, mas aun que los Estados Unidos, la que recibe una ayuda alimentaria masiva neta de los PED.»32

     Bajo la presión del agrobusiness, la UE adoptó una política similar a la de Washington. De aquí al 2010, los combustibles deberán contener un 5,75 % de agrocombustibles y el 10 % en 2020. La UE produce biodiesel principalmente a partir del aceite de colza (el 27 % de la producción mundial) y etanol a partir de trigo, cebada, maíz, remolacha y de la destilación de los excedentes de vino. Sin embargo, la producción europea de agrocombustibles no es rentable. Sólo es viable si recibe subvenciones. Para alcanzar el objetivo del 5, 75 % en 2012 sin recurrir a importaciones, se deberá dedicarle el 20 % de las tierras cultivadas en la actualidad.

     La UE quiere que se crea que su política tiende a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que, según los científicos, los costes ambientales de los agrocombustibles son superiores a las ventajas que se obtendrían de ellos. Por su parte, la OCDE, en un informe publicado el 12 de septiembre de 2007, afirmaba que «el actual crecimiento de la utilización de agrocombustibles crea tensiones insostenibles que desestabilizarán los mercados sin generar ventajas significativas para el ambiente... Los gobiernos deberían dejar de fijarse nuevos objetivos para los agrocombustibles e investigar los medios para eliminarlos...»33 El relator especial de las Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación, Olivier De Schutter, escribía: «en lugar de favorecer la lucha contra el cambio climático, el recurso a ciertos tipos de agrocombustibles lo podría acelerar».34

¿Tienen los agrocombustibles producidos en China, la India y Brasil un papel importante en el alza del precio de los productos alimentarios básicos?

     Respecto a China: Hasta el año 2006, China era el 3er productor mundial de etanol de maíz (pero estaba muy lejos de la producción estadounidense y europea), pero en junio de 2007 las autoridades chinas prohibieron cualquier nueva producción de maíz destinada al etanol, para hacer frente al aumento del 42 % de precio del cerdo en su mercado interior. La producción china de etanol bajó efectivamente a mediados de 2007. Jacques Berthelot precisa: «Como, a pesar de la producción de etanol de maíz, China todavía exportó una gran cantidad de maíz en 2007, no se le puede imputar a su etanol una responsabilidad en el explosión del precio mundial de los cereales. Y como sólo produjo 50.000 toneladas de biodiesel en 2006, a pesar de un objetivo de 2 millones de toneladas. En 2010, tampoco esta producción puede responsabilizarse del aumento exagerado del precio de las oleaginosas.»35

     Respecto a la India: El gobierno indio, como sus homólogos norteamericanos y europeos, también impuso a la industria petrolera la incorporación de un 5 % de agrocombustibles en los carburantes en 2010, y el 20 % hasta el año 2025. La India llegó, en 2006, a ser el 4º productor mundial de bioetanol, pero en 2007 la producción india se vino abajo (pasó de 1.900 millones de litros a 200 millones de litros, o sea, una reducción de cerca del 90 %). Jacques Berthelot concluye: «Como este bioetanol se produce a partir de la melaza de la caña de azúcar, como la India exporta azúcar y como el precio del azúcar descendió desde 2006, y sólo en enero de 2008 alcanzó su nivel de 2007, no se puede imputar a la India una responsabilidad en la explosión del precio de los cereales.»36 Por otra parte, la India decidió desarrollar la producción de biodiesel utilizando un vegetal no comestible, la jatropa. Pero, según J. Berthelot, este programa no tendrá éxito porque el gobierno ha fijado un precio para el biodiesel inferior al coste de producción. Se debe señalar que «las organizaciones campesinas indias y las ONG de defensa del medio ambiente se han opuesto tajantemente al desarrollo de agrocombustibles, incluidos los producidos a partir de la jatropa, y a aquellos de la eventual segunda generación, provenientes de productos de la celulosa».37

     Respecto a Brasil: Tercer productor mundial de agrocombustibles, Brasil está justo por detrás de Estados Unidos y la Unión Europea. Sobrepasa de muy lejos a China y la India. En efecto, produce 10 veces más agrocombustibles que China y 30 veces más que la India. Hasta este momento la mayor parte de la producción proviene de la caña de azúcar (una fracción pequeña, pero en aumento, proviene de la soja). El impacto ambiental y social del desarrollo del monocultivo de la caña de azúcar es claramente negativo y la política de las autoridades de Brasilia ha sido muy criticada por numerosos movimientos sociales. Sin embargo, la producción de agrocombustibles a partir de la caña de azúcar no puede considerarse como un factor que haya provocado el alza de los precios de los productos alimentarios básicos en el mundo, ya que el precio del azúcar descendió desde el año 2006.

     En conclusión, la producción de agrocombustibles por parte de China, la India y Brasil,38 aunque totalmente criticable desde el punto de vista ambiental y social,39 no es responsable de la explosión de los precios de los productos agrícolas.

El papel fundamental de la especulación en este alza exagerada de precios.

La especulación en los principales mercados bursátiles de Estados Unidos, donde se negocian los precios mundiales de los bienes primarios (productos agrícolas y materias primas), ha tenido un papel fundamental. Los actores principales de esta especulación no son francotiradores, sino los inversores institucionales (los zinzins): bancos de negocios,40 fondos de pensiones, fondos de inversiones, sociedades de seguros y bancos comerciales. Los hedge funds y los fondos soberanos41 también tuvieron su parte aunque su peso es muy inferior al de los inversores institucionales.42

     Michael W. Masters, quien dirige desde hace 12 años un hedge fund en Wall Street, nos da la prueba en un testimonio que presentó ante una comisión del Congreso en Washington, el 20 de mayo de 2008.43 Ante esta comisión encargada de investigar sobre la posible influencia de la especulación en el aumento de precio de los productos básicos, declaró: «Ustedes han planteado la pregunta: ¿Los inversores institucionales contribuyen a la inflación del precio de los alimentos y la energía? Mi respuesta inequívoca es sí».44 En este testimonio, con plena autoridad, explica que el aumento del precio de los alimentos y la energía no es debido a una insuficiente oferta sino a un aumento brutal de la demanda proveniente de los nuevos actores que especulan en el mercado de futuros de los bienes primarios (commodities), donde se compran estos «futuros». En este tipo de mercado, los participantes compran la producción futura: la cosecha de trigo que se hará dentro de uno o dos años, el petróleo que se extraerá en 3 o 6 meses. En tiempos «normales», los principales participantes de estos mercados son, por ejemplo, compañías aéreas que compran el petróleo que necesitarán o firmas de productos alimentarios que compran cereales. Michael W. Masters demuestra que, en Estados Unidos, los capitales asignados por los inversores institucionales al segmento «index trading» de bienes primarios de los mercados a plazos pasaron de 13.000 millones de dólares a fines de 2003 a 260.000 millones de dólares en marzo de 2008.45 Los precios de 25 productos primarios cotizados en estos mercados subieron un 183 % durante el mismo período. Masters explica que se trata de un mercado estrecho.46 Es suficiente que algunos inversores institucionales como los fondos de pensiones asignen el 2 % de sus activos para trastornar la situación. El precio de los bienes primarios en el mercado de futuros repercute inmediatamente sobre el precio actual de esos bienes. Masters demuestra que los inversores institucionales compraron enormes cantidades de maíz y de trigo entre 2007 y 2008, lo que produjo la explosión de precios.47

     El 22 de septiembre de 2008, en plena tormenta financiera en Estados Unidos, mientras el presidente Bush anunciaba un plan de salvamento de 700.000 millones de dólares, el precio de la soja aumentaba en forma espectacular, ¡un 61,5 %!

     Jacques Berthelot, que dedica 6 páginas de su estudio al papel de la especulación, demuestra también la función crucial que ésta tuvo en el aumento de los precios.48 Por otra parte, da el ejemplo de un banco belga, el KBC, que desarrolló una campaña publicitaria para vender un nuevo producto comercial: una inversión de ahorristas en 6 productos primarios agrícolas. Para convencer a los clientes de invertir en su fondo de inversión «KBC-Life MI Security Food Prices », la publicidad del KBC afirma: «¡Sacad ventaja del alza de precios de los productos alimentarios!». Esta publicidad presenta como una «oportunidad» la «penuria de agua y de tierras agrícolas explotables», que tiene como consecuencia «una escasez y una consecuente alza de precios de los productos alimentarios básicos».49 

Los acuerdos comerciales impuestos por los países industrializados y las instituciones que dominan (BM, FMI y OMC) debilitan la capacidad de los países en desarrollo para hacer frente al aumento del precio de los alimentos

     En 2007-2008, más de la mitad de la población del planeta ha visto como se degradaban fuertemente sus condiciones de vida, ya que tuvo que enfrentarse a un alza desmesurada del precio de los alimentos. Esto provocó protestas masivas en al menos una quincena de países durante la primera mitad de 2008. La cantidad de personas afectadas por el hambre ha aumentado en varias decenas de millones y centenas de millones de personas han visto como se restringía su acceso a los alimentos (y por consiguiente a otros bienes y servicios vitales)50. Y todo esto a causa de las decisiones tomadas por un puñado de empresas del sector del agrobusiness (productores de agrocombustibles) y del sector de las finanzas (los inversores institucionales que contribuyen a la manipulación del precio de los productos agrícolas) que se beneficiaron del apoyo del gobierno de Washington y de la Comisión Europea. Sin embargo, la proporción que se exporta de la producción mundial de alimentos sigue siendo baja. Sólo se exporta una parte menor del arroz, trigo o maíz producido en el mundo, mientras una aplastante fracción se consume en el lugar de producción. Por ejemplo, del arroz, según Oxfam, «sólo del 4 al 5 % de la producción es comercializada en el mercado mundial»,51 mientras que este porcentaje es del 20 % para el trigo.52 A pesar de ello, son los precios de los mercados de exportación los que determinan el precio en los mercados locales. Como ya hemos visto, los precios de los mercados de exportación son fijados en Estados Unidos principalmente en tres bolsas (Chicago, Minneapolis y Kansas City). Por consiguiente, el precio del arroz, del trigo o del maíz en Tombuctú, México, Nairobi o Islamabad está directamente afectado por la evolución del precio de estos cereales en los mercados bursátiles estadounidenses.

     En 2008, con urgencia y sometidos a la amenaza de ser derrocados por los tumultos en los cuatro extremos del mundo, las autoridades de los países en desarrollo debieron tomar medidas para garantizar el acceso de sus ciudadanos a los alimentos básicos. Si se ha llegado a este punto es porque durante muchas décadas los gobiernos renunciaron progresivamente a apoyar a los productores agrícolas locales —en su gran mayoría pequeños productores— y fueron fieles seguidores de las recetas neoliberales dictadas por instituciones como el Banco Mundial o el FMI, en el marco de los planes de ajuste estructural y de los programas de reducción de la pobreza. En nombre de la lucha contra la pobreza, estas instituciones indujeron a los gobiernos a aplicar políticas que, por el contrario, reprodujeron, o incluso, reforzaron la pobreza. Además, en el transcurso de estos últimos años, numerosos gobiernos suscribieron tratados bilaterales (en particular, tratados de libre comercio) que agravaron la situación aún más. Las negociaciones comerciales en el marco del ciclo de Doha de la OMC también tuvieron funestas consecuencias.

¿Qué pasó?

1º acto: Los países en desarrollo renunciaron a las protecciones aduaneras que permitían resguardar a los campesinos locales de la competencia de los grandes productores agrícolas extranjeros, principalmente de las grandes compañías agroexportadoras norteamericanas y europeas. Éstas invadieron los mercados locales con productos agrícolas vendidos a un precio por debajo del coste de producción de los agricultores y criadores locales, lo que produjo la quiebra de esta gente (muchos de ellos emigraron a las grandes ciudades o hacia los países más industrializados). Según la OMC, los subsidios concedido por los gobiernos del Norte a sus grandes empresas agrícolas en el mercado interior no constituyen una infracción a las leyes anti dumping. Como dice J. Berthelot: «mientras que para la gente común existe dumping si se exporta a un precio inferior al coste medio de producción del país exportador, para la OMC no existe dumping ya que se exporta al precio interior, aunque éste sea inferior al coste medio de producción.» En resumen, los países de la UE, Estados Unidos y otros países exportadores pueden invadir los mercados de terceros países con sus productos agrícolas, que se han beneficiado de unas muy importantes subvenciones internas.

     El maíz exportado por Estados Unidos a México es un caso emblemático. Debido al tratado de libre comercio (TLC) firmado entre Estados Unidos, Canadá y México, este último abandonó sus protecciones aduaneras frente a sus vecinos del Norte. Las exportaciones de maíz de Estados Unidos a México se multiplicaron por 9 entre 1993 (el último año antes de la entrada en vigencia del TCL) y 2006. Centenares de miles de familias mexicanas debieron renunciar a la producción de maíz ya que les resultaba más caro que el maíz que provenía de Estados Unidos (producido con tecnología industrial y fuertemente subvencionado). Y no sólo constituyó un drama económico, se trató también de una pérdida de identidad, puesto que el maíz es el símbolo de la vida en la cultura mexicana. Principalmente entre los pueblos de origen maya. Una gran parte de los cultivadores de maíz abandonaron sus campos y se fueron a buscar trabajo en las ciudades industriales de México y de Estados Unidos.

2º acto: México ahora depende del maíz de Estados Unidos para alimentar a su población y se enfrenta a un aumento desmesurado del precio de este cereal provocado, por una parte, por la especulación en las bolsas de Chicago, Minneapolis y Kansas City, y por otra parte, por la producción de etanol a partir del maíz de su vecino del Norte.

     Los productores mexicanos de maíz ya no están para satisfacer la demanda interna y los consumidores mexicanos tuvieron que enfrentarse a una explosión del precio de su alimento de base, la tortilla, esa torta de maíz que reemplaza el pan o el bol de arroz consumidos en otras latitudes. En 2007, enormes protestas populares sacudieron México.

     Estos sucesos nos deben llevar a definir una serie de propuestas alternativas que deberían terminar en reivindicaciones. La última parte de este estudio retoma las conclusiones provisorias de los trabajos de la comisión «Soberanía alimentaria» de la organización Vía Campesina. Estas propuestas, todavía en curso de elaboración, no han sido adoptadas por las instancias de Vía Campesina, por lo tanto son susceptibles de ser modificadas en forma parcial o profunda. En esta etapa, el autor retoma estas propuestas, tal como están, bajo su responsabilidad.

Pistas alternativas53

La seguridad alimentaria de todos es posible si los precios agrícolas son estables, si cubren los costes de producción y si garantizan una remuneración decente a los productores. El modelo de precios agrícolas bajos, promovido por los gobiernos occidentales para aumentar el consumo masivo de productos manufacturados y de servicios (turismo, diversión, telecomunicaciones, etc.), no es sostenible, ni en el plano social, ni en el plano ambiental. Este modelo favorece esencialmente a las grandes empresas y, al desviar hacia el consumismo los anhelos democráticos de las poblaciones, las elites políticas y económicas de los países pueden confiscar el poder.

     Frente a las crisis alimentaria y ambiental actuales, son indispensables cambios radicales y urgentes. Las propuestas planteadas más abajo nos ofrecen pistas para políticas agrícolas y comerciales basadas en la soberanía alimentaria y que permitirían una estabilización de los precios agrícolas a niveles capaces de asegurar una alimentación duradera en la gran mayoría de los países del mundo.

En el ámbito local:

      •  Apoyar la producción agrícola local, en particular promoviendo la actividad agrícola y facilitando los mecanismos de crédito para pequeños productores, hombres y mujeres.

      • Apoyar y desarrollar los circuitos de comercialización directos/cortos entre productores y consumidores para garantizar precios remuneradores para los campesinos y abordables para los consumidores.

      • Promover el consumo de productos locales.

      • Sostener los modos de producción más autónomos respecto a los insumos químicos y  así menos sujetos a las variaciones de los costes de producción (por ejemplo, alimentación del ganado con pastos en lugar de hacerlo con maíz o soja).

En el ámbito nacional: 

El derecho internacional permite a los Estados realizar actos unilaterales soberanos con el fin de proteger su agricultura y de garantizar la utilización soberana de sus recursos naturales. Por ello, el Pacto por los Derechos Económicos, Sociales y Culturales reconoce el derecho a la alimentación. Es responsabilidad del Estado garantizar que este derecho prime sobre, por ejemplo, el derecho comercial. Los Estados pueden justificar la ruptura  de tratados firmados, pero que amenazan la soberanía y la seguridad alimentaria de su población, invocando cambios fundamentales de las circunstancias (aumento escandaloso de los precios de los productos agrícolas, cambio climático) y del estado de necesidad para mantener la paz social y permitir a la población satisfacer sus necesidades fundamentales. Sobre esta base jurídica se apoyan las siguientes propuestas que los Estados nacionales tienen la responsabilidad de llevar a cabo.

      • Restablecer unas políticas de verdadero apoyo a la producción agrícola familiar.

      • No firmar, y en caso contrario denunciar, los acuerdos de libre comercio multilaterales (OMC) y bilaterales (ALE y APE) que están en contradicción con la soberanía alimentaria.

      • Establecer o restablecer las protecciones aduaneras frente a las importaciones agrícolas.

      • Reconstituir las reservas alimentarias públicas de cada país.

      • Restablecer los mecanismos de garantía de los precios agrícolas.

      • Desarrollar políticas de control de la producción para estabilizar los precios agrícolas.

      • Controlar los márgenes de ganancias de los intermediarios.

      • Poner en marcha reformas agrarias globales (sobre la tierra, por supuesto, pero también sobre el agua y las semillas) para asegurar y dar primacía a los campesinos y campesinas que producen los alimentos para las poblaciones en el acceso a los recursos agrícolas, más bien que a las grandes empresas que producen para la exportación.

      • Prohibir la especulación sobre los alimentos.

En el ámbito internacional:

      • Prohibir la especulación con los alimentos; especular con la vida de la gente es un crimen y por ello los gobiernos y las instituciones internacionales deben prohibir las inversiones especulativas en los productos agrícolas.

      • Inscribir en el derecho internacional el derecho a la soberanía alimentaria para que todos los países tengan derecho a desarrollar sus propias políticas agrícolas y a proteger su agricultura, sin perjudicar a otros países, y que este derecho sea reconocido (en especial en la Carta de los derechos económicos, sociales y culturales).

      • Establecer una moratoria sobre los agrocombustibles industriales.

      • Establecer o restablecer organizaciones internacionales de regulación de mercados y de producción de los principales productos de exportación (por ejemplo, cartel de países productores de café, de cacao, de bananas, de té, etc.) para asegurar precios estables de sus productos a nivel internacional.

      • Acabar con los planes de ajuste estructural (PAE) que obligan a los Estados a renunciar a su soberanía alimentaria.

      • Terminar con los mecanismos humillantes de la deuda externa.

      • Reformar la Política Agrícola Común de la UE y la Farm Bill de Estados Unidos, que producen efectos devastadores sobre el equilibrio de los mercados agrícolas.54

Conclusión

Esta investigación contradice las explicaciones de moda. La idea de que China y la India son las responsables de la crisis alimentaria es un engaño destinado a esconder la verdad.

De hecho, las decisiones de los grandes grupos capitalistas de Estados Unidos y, en segundo lugar, de Europa Occidental están en el origen de la crisis alimentaria, en especial los inversores institucionales (los zinzins), responsables de la especulación con los alimentos y los hidrocarburos, y las grandes empresas del agrobusiness, que aumentaron la producción de agrocombustibles precisamente para provocar un alza de precios y aumentar su rentabilidad.

     La crisis alimentaria mundial desnuda el motor de la solución capitalista: la búsqueda del máximo beneficio privado a corto plazo. Para los capitalistas, los alimentos no son más que una mercadería que hay que vender sacando el mayor provecho posible. El alimento, elemento esencial para el mantenimiento de la vida de los seres humanos, se transforma es un mero instrumento de obtención de ganancias. Se debe acabar con esta lógica mortífera. Es necesario abolir el control del capital sobre los grandes medios de producción y de comercialización.

     La crisis alimentaria mundial, cuyas consecuencias se verán agravadas por la crisis económica mundial y por el cambio climático que sufre el planeta, nos obliga a poner en marcha un conjunto de políticas públicas radicales. El avance en ese sentido concierne a toda la humanidad.

international@cadtm.org

Traducido por Griselda Pinero y Raul Quiroz