jueves, 8 de abril de 2010

Rebeldes con Sabiduria

Choquehuanca: Rebeldes con Sabiduría


Frente a la crisis del modelo capitalista, organizaciones de pueblos originarios presentaron la propuesta del “Vivir Bien” a la sesión preparatoria del Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas de la ONU que se desarrolló en La Paz, Bolivia.
“Durante 500 años, intentaron desaparecernos. No sólo físicamente, pues intentaron matar nuestra lengua, música, comida, cultura. Trabajamos en la clandestinidad, preservando nuestros saberes, porque sabíamos que un día volveríamos al camino del equilibrio, o Pachakuti (…) Nos dividieron con banderas, himnos. Pero nosotros sabemos que un día no existirán fronteras (…) Queremos volver a ser rebeldes otra vez, pero rebeldes con sabiduría. Estamos en ese camino, estamos en pleno proceso”.
Con estas palabras, el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca, abrió la reunión preparatoria del Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

El evento se realizó el 19 y 20 de marzo en Chuki Apu Marka, como era conocida La Paz, una de las capitales de Bolivia, país que, debido a la actuación del presidente Evo Morales, se ha convertido en la principal referencia internacional de la lucha indígena en defensa del medio ambiente. Durante la Conferencia de la ONU sobre el calentamiento global, realizada en Copenhague (Dinamarca), en diciembre del pasado año, Morales – que fue designado por las organizaciones indígenas para presentar al organismo “Los diez mandamientos para salvar la Madre Tierra”- convocó la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático en la ciudad boliviana de Cochabamba, entre los días 20 y 22 de abril, propuso la realización de uno referéndum mundial para definir las políticas para enfrentar el calentamiento global y, haciendo alusión Fidel Castro, llamó a los países industrializados a pagar la deuda ecológica en vez de que cobren la deuda externa de los países en desarrollo.
El capitalismo contra la Madre Tierra. La reunión preparatoria
El Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas de la ONU es un organismo asesor del Consejo Económico y Social de la ONU, creado en 2002 “para incidir y sensibilizar en la comprensión y cumplimiento de los derechos individuales y colectivos de los pueblos indígenas del mundo”, de acuerdo con su página en Internet. Compuesto por ocho miembros de gobiernos y ocho miembros nombrados por organizaciones indígenas, el Foro se reúne una vez por año, pero realiza reuniones preparatorias en las cuales se recogen informaciones que servirán de insumos para el encuentro anual.

En la reunión en La Paz, se escuchó a las organizaciones indígenas de América Latina, que propusieron la inclusión de sus conocimientos ancestrales en las estrategias para enfrentar la crisis económica. De acuerdo con la presidenta del Foro, Victoria Tauli- Corpuz, el desafío es “cómo vivir bien en territorios que son ricos – no sólo en recursos, sino en cultura -, pero están en la miseria”.

Según Victoria, “antes, nuestros gobiernos consideraban las costumbres indígenas obstáculos para el desarrollo (…) La quinua, por ejemplo, antes era comida de pobre; ahora, quieren apropiarse de ella y enriquecerse. Descubrieron su valor nutricional (…) Es nuestro deber proteger nuestra sabiduría y no permitir que el mundo rico haga de eso una mercancía”. En opinión de Victoria, hay que aumentar la presión en los foros de la ONU y el reclamo a los gobiernos, además de influenciar también sobre las corporaciones.

Proyectos prejudiciales
El coordinador general de la Coordinadora Andina de las Organizaciones Indígenas (CAOI), el peruano Miguel Palacín concuerda con las medidas a ser tomadas, pero ve difíciles la actual situación. “Algunas empresas viven de crear hidroeléctricas, de los monocultivos, de la minería, etc. En América del Sur, eso está acompañado de la IIRSA (Iniciativa de Integración de la Infraestructura Regional Suramericana), a través de la cual los gobiernos y empresas están comprometidos con esos proyectos que van a dividir a las comunidades con carreteras y que tendrán un gran impacto ambiental. En Ecuador, el presidente forma parte del proceso de cambios del continente, pero hay mucha pelea con los indígenas. En Perú, hay una persecución contra compañeros exiliados. En Colombia, la militarización es tremenda”, explica.

El documento acordado por las organizaciones indígenas al final del encuentro afirma que los pueblos “son las principales víctimas de las políticas de desarrollo coloniales y capitalistas”, y que “las prácticas de los invasores de ayer son las mismas de las empresas transnacionales de hoy”.

El texto advierte, además, que las instituciones multilaterales ensayaron diversos conceptos de desarrollo – desarrollo sostenible, etno-desarrollo, autodesarrollo, desarrollo humano, desarrollo con identidad, etc. -, pero la pobreza en los territorios indígenas se profundiza.

Según las organizaciones indígenas, “el capitalismo engendró, a través de sus políticas, las crisis energética, alimenticia, climática, hídrica y financiera, con la finalidad de reacomodarse para continuar saqueando los recursos de la Pachamama (Madre Tierra)”. Por ello, “las soluciones defendidas por el propio sistema tienden a extender y perpetuar los efectos negativos sobre nuestros pueblos y territorios”.

ONU: avances y limitaciones
Para las organizaciones indígenas, el espacio en las Naciones Unidas fue obtenido con bastante lucha y ha posibilitado muchas conquistas, pero tropieza con la no implementación de sus acuerdos.

Durante la rueda de prensa concedida por los miembros del Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas de la ONU en su reunión en Bolivia, Brasil de Fato preguntó a la presidenta del organismo, Victoria Tauli-Corpuz, sobre los avances concretos obtenidos por este organismo en sus ocho años de actuación.

Victoria respondió que se emitieron notas enérgicas contra la masacre en Bagua, Perú, y contra los agrocombustibles, y sobre la situación de los indios en Chile. Victoria destacó además la creación de la Universidad Indígena Intercultural, en convenio con 30 universidades latinoamericanas, y la misión realizada en la región del Chaco boliviano, donde algunos indígenas Guaraní fueron liberados del trabajo esclavo y la titulación de tierras en favor de ellos fue acelerada. “Hablamos con autoridades, despertamos la consciencia boliviana sobre esos trabajos forzados, desarrollamos programas con la comunidad Guaraní, tuvimos reuniones con ganaderos, latifundistas, que ahora saben de ese problema y están dispuestos a hacer cursos de capacitación”, relató.

Articulación
Según Victoria, “el Foro trabajó mucho en los temas de salud, medio ambiente, educación y derechos humanos, pero pocas recomendaciones fueron implementadas. Por ello, vamos a reclamar a los gobiernos en Nueva York (sede de la ONU)”, agregó.

Tarsila Rivera, quechua de Perú y coordinadora del Enlace Continental de las Mujeres Indígenas de América del Sur, considera un avance a los espacios conseguidos en la ONU, toda vez que ellos “no fueron un regalo, sino fruto de una pelea que comenzó en la década de 1970, con nuestros abuelos”, y sirven como un mecanismo de presión. “No podemos decir que son malos, que no sirven. Hay una composición paritaria, en el Foro decimos lo que está pasando, y el Foro pide información a los gobiernos para que digan lo que están haciendo”, argumenta.

Además, Rivera resalta como punto positivo las posibilidades de articulación surgidas con la creación del Foro. “A partir de él, creamos muchas organizaciones de mujeres indígenas nacionales e internacionales, como la Federación Internacional de Mujeres Indígenas. También nos integramos a la 3ª Conferencia Mundial contra el Racismo y la Discriminación, tema visto como un problema de los afrodescendientes. Ahí entendimos que había un racismo estructural, que no se refleja sólo en la discriminación racial, sino en la inexistencia de políticas públicas que nos incluyan”, ejemplifica.

Límites
Sin embargo, Rivera expone los límites del organismo: “Las mujeres indígenas formularon más de 100 recomendaciones en el Foro en los últimos ocho años, en las áreas de la educación, participación política, atención a la salud, reconocimiento de las nuestras medicinas tradicionales, etc. Pero algunas cosas no se implementan por la cuestión del presupuesto, como las Metas del Milenio. No es sólo firmar”.

Según el coordinador general de la CAOI, Miguel Palacín, hay que profundizar la diplomacia indígena, pero también reivindica mayor legitimidad para sus organizaciones. “LA ONU es una instancia de los estados. Nosotros llevamos la agenda, pero quien toma las decisiones son ellos. Queremos que nuestros acuerdos sean adoptados sin ningún condicionamiento. Esa instancia debe avanzar y proteger a los pueblos indígenas, no las multinacionales. ¿Es muy complicado esto, no? Es sujeto de derechos una multinacional que depreda la naturaleza, pero cuando pedimos que la Madre Tierra sea sujeto de derechos, no aceptan”.

Algunos puntos del documento final del encuentro del Foro:

Declaramos líder espiritual y político de los pueblos indígenas de Abya Yala (continente americano) al hermano Evo Morales, como defensor del Vivir Bien y de los Derechos de la Madre Tierra.
Pleno respeto y aplicación de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y del convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
La Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas debe ser elevada al status de ley de cada uno de los estados de Abya Yala para garantizar su aplicación efectiva, siguiendo el buen ejemplo del Estado Plurinacional de Bolivia.
Declaramos la intangibilidad de las cabeceras de ríos, ecosistemas frágiles y valles productivos, como freno a la incursión de las empresas transnacionales dedicadas a las actividades extractivas.
La Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, que está siendo redactada por la Organización de Estados Americanos (OEA), debe incorporar los derechos de la Madre Tierra y de la vida, lo que está siendo negado por el Grupo de Trabajo encargado de elaborar este documento.
Elaborar políticas públicas interculturales y participativas sustentadas en el Vivir Bien.
Crear el Instituto de Investigación del Vivir Bien para compilar, sistematizar y difundir el pensamiento indígena de armonía con la Madre Tierra.
Rechazamos la transferencia de la responsabilidad a los países en desarrollo por la baja de emisiones de contaminantes.
En los marcos del Convenio 169 de la OIT y de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, los estados, bancos internacionales y empresas transnacionales no pueden, de manera unilateral, desarrollar megaproyectos como la IIRSA, el REDD (Rebaja de Emisiones por Deforestación y Degradación) y otros.
Sancionar a las empresas y estados que continúan violando los derechos humanos, colectivos y ambientales, constituyendo una Corte Internacional de Justicia Climática.
Realizar la Minga (en quechua, significa “acción colectiva, comunitaria”) Global por la Madre Tierra el 12 de octubre de 2010.
Adherir a la convocatoria de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra (20 a 22 de abril en Cochabamba, Bolivia).
Solidaridad con los pueblos de Haití y Chile, víctimas de devastadores terremotos.(Traducción ALAI)

miércoles, 31 de marzo de 2010

El capitalismo contra la Madre Tierra

Por Vinicius Mansur

Frente a la crisis del modelo capitalista, organizaciones de pueblos originarios presentaron la propuesta del “Vivir Bien” a la sesión preparatoria del Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas de la ONU que se desarrolló en La Paz, Bolivia.

“Durante 500 años, intentaron desaparecernos. No sólo físicamente, pues intentaron matar nuestra lengua, música, comida, cultura. Trabajamos en la clandestinidad, preservando nuestros saberes, porque sabíamos que un día volveríamos al camino del equilibrio, o Pachakuti (...) Nos dividieron con banderas, himnos. Pero nosotros sabemos que un día no existirán fronteras (...) Queremos volver a ser rebeldes otra vez, pero rebeldes con sabiduría. Estamos en ese camino, estamos en pleno proceso”.

Con estas palabras, el ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca, abrió la reunión preparatoria del Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

El evento se realizó el 19 y 20 de marzo en Chuki Apu Marka, como era conocida La Paz, una de las capitales de Bolivia, país que, debido a la actuación del presidente Evo Morales, se ha convertido en la principal referencia internacional de la lucha indígena en defensa del medio ambiente. Durante la Conferencia de la ONU sobre el calentamiento global, realizada en Copenhague (Dinamarca), en diciembre del pasado año, Morales – que fue designado por las organizaciones indígenas para presentar al organismo “Los diez mandamientos para salvar la Madre Tierra”– convocó la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático en la ciudad boliviana de Cochabamba, entre los días 20 y 22 de abril, propuso la realización de uno referéndum mundial para definir las políticas para enfrentar el calentamiento global y, haciendo alusión Fidel Castro, llamó a los países industrializados a pagar la deuda ecológica en vez de que cobren la deuda externa de los países en desarrollo.

El capitalismo contra la Madre Tierra. La reunión preparatoria

El Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas de la ONU es un organismo asesor del Consejo Económico y Social de la ONU, creado en 2002 “para incidir y sensibilizar en la comprensión y cumplimiento de los derechos individuales y colectivos de los pueblos indígenas del mundo”, de acuerdo con su página en Internet. Compuesto por ocho miembros de gobiernos y ocho miembros nombrados por organizaciones indígenas, el Foro se reúne una vez por año, pero realiza reuniones preparatorias en las cuales se recogen informaciones que servirán de insumos para el encuentro anual.

En la reunión en La Paz, se escuchó a las organizaciones indígenas de América Latina, que propusieron la inclusión de sus conocimientos ancestrales en las estrategias para enfrentar la crisis económica. De acuerdo con la presidenta del Foro, Victoria Tauli- Corpuz, el desafío es “cómo vivir bien en territorios que son ricos – no sólo en recursos, sino en cultura –, pero están en la miseria”.

Según Victoria, “antes, nuestros gobiernos consideraban las costumbres indígenas obstáculos para el desarrollo (...) La quinua, por ejemplo, antes era comida de pobre; ahora, quieren apropiarse de ella y enriquecerse. Descubrieron su valor nutricional (...) Es nuestro deber proteger nuestra sabiduría y no permitir que el mundo rico haga de eso una mercancía”. En opinión de Victoria, hay que aumentar la presión en los foros de la ONU y el reclamo a los gobiernos, además de influenciar también sobre las corporaciones.

Proyectos prejudiciales

El coordinador general de la Coordinadora Andina de las Organizaciones Indígenas (CAOI), el peruano Miguel Palacín concuerda con las medidas a ser tomadas, pero ve difíciles la actual situación. “Algunas empresas viven de crear hidroeléctricas, de los monocultivos, de la minería, etc. En América del Sur, eso está acompañado de la IIRSA (Iniciativa de Integración de la Infraestructura Regional Suramericana), a través de la cual los gobiernos y empresas están comprometidos con esos proyectos que van a dividir a las comunidades con carreteras y que tendrán un gran impacto ambiental. En Ecuador, el presidente forma parte del proceso de cambios del continente, pero hay mucha pelea con los indígenas. En Perú, hay una persecución contra compañeros exiliados. En Colombia, la militarización es tremenda”, explica.

El documento acordado por las organizaciones indígenas al final del encuentro afirma que los pueblos “son las principales víctimas de las políticas de desarrollo coloniales y capitalistas”, y que “las prácticas de los invasores de ayer son las mismas de las empresas transnacionales de hoy”.

El texto advierte, además, que las instituciones multilaterales ensayaron diversos conceptos de desarrollo – desarrollo sostenible, etno-desarrollo, autodesarrollo, desarrollo humano, desarrollo con identidad, etc. –, pero la pobreza en los territorios indígenas se profundiza.

Según las organizaciones indígenas, “el capitalismo engendró, a través de sus políticas, las crisis energética, alimenticia, climática, hídrica y financiera, con la finalidad de reacomodarse para continuar saqueando los recursos de la Pachamama (Madre Tierra)”. Por ello, “las soluciones defendidas por el propio sistema tienden a extender y perpetuar los efectos negativos sobre nuestros pueblos y territorios”.

ONU: avances y limitaciones

Para las organizaciones indígenas, el espacio en las Naciones Unidas fue obtenido con bastante lucha y ha posibilitado muchas conquistas, pero tropieza con la no implementación de sus acuerdos.

Durante la rueda de prensa concedida por los miembros del Foro Permanente sobre Cuestiones Indígenas de la ONU en su reunión en Bolivia, Brasil de Fato preguntó a la presidenta del organismo, Victoria Tauli-Corpuz, sobre los avances concretos obtenidos por este organismo en sus ocho años de actuación.

Victoria respondió que se emitieron notas enérgicas contra la masacre en Bagua, Perú, y contra los agrocombustibles, y sobre la situación de los indios en Chile. Victoria destacó además la creación de la Universidad Indígena Intercultural, en convenio con 30 universidades latinoamericanas, y la misión realizada en la región del Chaco boliviano, donde algunos indígenas Guaraní fueron liberados del trabajo esclavo y la titulación de tierras en favor de ellos fue acelerada. “Hablamos con autoridades, despertamos la consciencia boliviana sobre esos trabajos forzados, desarrollamos programas con la comunidad Guaraní, tuvimos reuniones con ganaderos, latifundistas, que ahora saben de ese problema y están dispuestos a hacer cursos de capacitación”, relató.

Articulación

Según Victoria, “el Foro trabajó mucho en los temas de salud, medio ambiente, educación y derechos humanos, pero pocas recomendaciones fueron implementadas. Por ello, vamos a reclamar a los gobiernos en Nueva York (sede de la ONU)”, agregó.

Tarsila Rivera, quechua de Perú y coordinadora del Enlace Continental de las Mujeres Indígenas de América del Sur, considera un avance a los espacios conseguidos en la ONU, toda vez que ellos “no fueron un regalo, sino fruto de una pelea que comenzó en la década de 1970, con nuestros abuelos”, y sirven como un mecanismo de presión. “No podemos decir que son malos, que no sirven. Hay una composición paritaria, en el Foro decimos lo que está pasando, y el Foro pide información a los gobiernos para que digan lo que están haciendo”, argumenta.

Además, Rivera resalta como punto positivo las posibilidades de articulación surgidas con la creación del Foro. “A partir de él, creamos muchas organizaciones de mujeres indígenas nacionales e internacionales, como la Federación Internacional de Mujeres Indígenas. También nos integramos a la 3ª Conferencia Mundial contra el Racismo y la Discriminación, tema visto como un problema de los afrodescendientes. Ahí entendimos que había un racismo estructural, que no se refleja sólo en la discriminación racial, sino en la inexistencia de políticas públicas que nos incluyan”, ejemplifica.

Límites

Sin embargo, Rivera expone los límites del organismo: “Las mujeres indígenas formularon más de 100 recomendaciones en el Foro en los últimos ocho años, en las áreas de la educación, participación política, atención a la salud, reconocimiento de las nuestras medicinas tradicionales, etc. Pero algunas cosas no se implementan por la cuestión del presupuesto, como las Metas del Milenio. No es sólo firmar”.

Según el coordinador general de la CAOI, Miguel Palacín, hay que profundizar la diplomacia indígena, pero también reivindica mayor legitimidad para sus organizaciones. “LA ONU es una instancia de los estados. Nosotros llevamos la agenda, pero quien toma las decisiones son ellos. Queremos que nuestros acuerdos sean adoptados sin ningún condicionamiento. Esa instancia debe avanzar y proteger a los pueblos indígenas, no las multinacionales. ¿Es muy complicado esto, no? Es sujeto de derechos una multinacional que depreda la naturaleza, pero cuando pedimos que la Madre Tierra sea sujeto de derechos, no aceptan”.

Algunos puntos del documento final del encuentro del Foro:

- Declaramos líder espiritual y político de los pueblos indígenas de Abya Yala (continente americano) al hermano Evo Morales, como defensor del Vivir Bien y de los Derechos de la Madre Tierra.

- Pleno respeto y aplicación de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y del convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

- La Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas debe ser elevada al status de ley de cada uno de los estados de Abya Yala para garantizar su aplicación efectiva, siguiendo el buen ejemplo del Estado Plurinacional de Bolivia.

- Declaramos la intangibilidad de las cabeceras de ríos, ecosistemas frágiles y valles productivos, como freno a la incursión de las empresas transnacionales dedicadas a las actividades extractivas.

- La Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, que está siendo redactada por la Organización de Estados Americanos (OEA), debe incorporar los derechos de la Madre Tierra y de la vida, lo que está siendo negado por el Grupo de Trabajo encargado de elaborar este documento.

- Elaborar políticas públicas interculturales y participativas sustentadas en el Vivir Bien.

- Crear el Instituto de Investigación del Vivir Bien para compilar, sistematizar y difundir el pensamiento indígena de armonía con la Madre Tierra.

- Rechazamos la transferencia de la responsabilidad a los países en desarrollo por la baja de emisiones de contaminantes.

- En los marcos del Convenio 169 de la OIT y de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, los estados, bancos internacionales y empresas transnacionales no pueden, de manera unilateral, desarrollar megaproyectos como la IIRSA, el REDD (Rebaja de Emisiones por Deforestación y Degradación) y otros.

- Sancionar a las empresas y estados que continúan violando los derechos humanos, colectivos y ambientales, constituyendo una Corte Internacional de Justicia Climática.

- Realizar la Minga (en quechua, significa “acción colectiva, comunitaria”) Global por la Madre Tierra el 12 de octubre de 2010.

- Adherir a la convocatoria de la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra (20 a 22 de abril en Cochabamba, Bolivia).

- Solidaridad con los pueblos de Haití y Chile, víctimas de devastadores terremotos. (Traducción ALAI)

http://www.alainet.org/active/36970

Agencia Latinoamericana de Información

domingo, 28 de febrero de 2010

Matar la agricultura

Del Renacimiento, por lo menos, cuando se prefiguraron las bases del capitalismo actual, viene la insistencia de privilegiar la producción de grandes volúmenes de alimentos con lógica empresarial y matar la agricultura con sus saberes y prácticas, la vía campesina, porque ésta genera libertad, visión crítica y la posibilidad de luchar contra los sistemas que aprovechan incluso las crisis para sojuzgar y lucrar

Primero fue el despojo de grandes extensiones de los territorios ancestrales de los pueblos. Después, muchos que sembraban cultivos propios fueron expulsados del campo por producir sólo para la comunidad sin entrar al mercado. El capitalismo-ciudad saqueó esos territorios y sumó obreros en las fábricas.

Con la Revolución Verde, gobiernos y empresas engancharon a los campesinos a comprar semillas híbridas, que primero rindieron más pero después apenas, con muchos fertilizantes y plaguicidas químicos. Los suelos se erosionaron y se volvieron drogadictos. Al mismo tiempo se le quitaron subsidios al campo.

Comenzó la guerra por el control de las semillas. Como los campesinos las atesoran desde hace milenios, y las comunidades las mantienen, mejoran, comparten y redistribuyen diversificando su fortaleza, las empresas produjeron semillas de diseño, patentadas, minando la fortaleza diversa de las semillas locales. Se impusieron formas de cultivo y consumo muy homogéneas que promueven la dependencia total de las industrias. Hoy, los transgénicos (que desfiguran las semillas), la Tecnología Terminator (que sólo se cosecha una vez y sus semillas son estériles), y la tecnología Zombie (cuyas semillas serán estériles si no se les aplica un químico que vende la compañía, para recuperarle sus funciones reproductoras), entrañan el control total de las compañías diseñadoras, productoras y patentadoras de semillas.

El capitalismo quiere matar la agricultura por ejercer un control estrictamente mercantil sobre la producción de los alimentos y quienes los producen, mientras vuelve a vaciar territorios, expulsa lo que considera estorbos y aumenta los ejércitos de obreros precarizados. Es reacomodo empresarial del espacio y control sin miramientos del esfuerzo humano.

Matar la agricultura se ha vuelto una cruzada. En África, las grandes compañías y famosos hombres de negocios, como Bill Gates y Rockefeller, emprenden la Revolución Verde 2.0 y la promocionan como la gran salvación para el hambre del continente con paquetes tecnológicos que lo último que buscan es la autonomía de los campesinos. Además de sustituir la labor de por sí sesgada de las ONG por el actuar de grandes empresas, su pose altruista no borra la guerra más terrible de la actualidad --los invisibles 4 millones de muertos en ocho años en la República Democrática del Congo--, con el fin de apoderarse de metales como el coltán, utilizado en componentes electrónicos de computadoras y teléfonos celulares, más el oro y los diamantes de siempre.

En India, van 150 mil suicidios de campesinos que se embarcaron en los mismos paquetes tecnológicos de la Revolución Verde 2.0: el esquema de transgénicos, agroquímicos y agiotismo bancario los orillan a ingerir el pesticida y salir del paso.
Según la FAO, "un porcentaje cada vez mayor de los ingresos de las familias campesinas procede de actividades no agrícolas, como el comercio, los servicios y las remesas enviadas por los migrantes. Sin embargo, la agricultura continúa siendo el principal medio de subsistencia para 90% de las familias rurales pobres". Lo escandaloso es que a la FAO le parezca grave que todavía vivan de la agricultura. En su visión deberían haber desaparecido: "los pobres encuentran dificultades para escapar de su situación" , concluye.

En este contexto, el Fondo de Población de Naciones Unidas afirma que en 2008, por primera vez en la historia, más de la mitad de la población mundial, 3 300 millones de personas, vivirán en áreas urbanas. Se calcula que serán 5 mil millones hacia 2030. Entre 2000 y 2030, la población urbana se duplicará en África y Asia.

Según la agencia, este crecimiento surgirá en ciudades medias y pequeñas, por lo que hay que "fortalecer sus potencialidades para crecer y alertar a gobiernos, sociedad civil y comunidad internacional a contribuir creando un cambio sustancial en las condiciones sociales y ambientales de vida".

¿Suena previsor? Es por lo menos sospechoso que el Fondo intente que aceptemos "el derecho de los pobres a vivir en las ciudades" y abandonemos "el intento de desalentar la migración y de evitar el crecimiento urbano".

Si tal es el diagnóstico de la ONU, es urgente cuestionar públicamente las perspectivas y supuestos que nos orillan a aceptar como irremediable algo que el capitalismo, con toda su voracidad, está provocando: el impulso migratorio es efecto directo del saqueo, el abandono y la devastación de los territorios rurales y del modo de vida campesino a manos de las transnacionales. Eso no lo podemos olvidar. Pero Thoraya A. Obaid, directora ejecutiva del Fondo de Población, nos regaña: "Debemos abandonar ese esquema mental que resiste la urbanización y actuar ahora para emprender un esfuerzo global concertado que ayude a las ciudades a desatar su potencial, uno que dispare crecimiento económico y resuelva los problemas sociales".

Lo urgente es iniciar un amplio debate sobre los efectos que la devastación del campo produce en las ciudades y cómo a su vez el crecimiento urbano creará problemas de sustentabilidad irremontables para campo y ciudad. Y claro, las cifras son alarmantes: "Entre 2000 y 2030, la población urbana de Asia crecerá de 1 360 millones de personas a 2 540 millones, y la de África crecerá de 294 millones a 742 millones. En América Latina y el Caribe pasarán de 394 millones a 609 millones".

Eso es probable, como lo es el "millón de personas que llega a vivir semanalmente a las ciudades" en África y Asia, según cálculos del Fondo de Población. Pero hay que entender, para cualquier acción futura, que dichas cifras no ocurren de la nada. Son el síntoma más evidente de la muerte programada que el capital pretende asestarle al campesinado y a todas sus estrategias de sobrevivencia, creatividad y dignidad humana. La señora Obaid nos dice alegre o cínica: "los dirigentes deben ser pro-activos y con una mirada de gran alcance explotar plenamente las oportunidades que ofrece la urbanización". Tal vez debamos insistir en que abandonarnos a la urbanización es aceptar el suicidio planetario que ningún planificador parece querer ver.
Mientras tanto, más de 1 400 millones de personas, en las familias y comunidades de todo el mundo, buscan guardar su semilla cosechada para volverla a sembrar en el siguiente ciclo.
Ramón Vera Herrera

viernes, 5 de febrero de 2010

Mendoza: Detectan once niños trabajando en empacadora de ajos

La Fogata - Argentina

CUYO NOTICIAS

Once chicos de 12 a 14 años de edad fueron detectados en una planta empacadora de ajos en Luján de Cuyo por inspectores de la Subsecretaría de Trabajo. Once chicos de 12 a 14 años de edad fueron detectados en una planta empacadora de ajos en Luján de Cuyo por inspectores de la Subsecretaría de Trabajo de Mendoza mientras verificaban la situación de 96 empleados de la empresa, por lo que labraron actas de apercibimiento.

El Ministerio de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos -del que depende la Subsecretaría de Trabajo- informó que "del operativo también participaron gremialistas del sector y se realizó en la empresa El Trupeal" en la zona rural de Ugarteche, en Luján de Cuyo, 18 kilómetros al sur de la capital mendocina.

El ministro de Gobierno, Mario Adaro señaló que "se trata del segundo caso detectado en la actual temporada de recolección y cosecha y en el primero se clausuró a la empresa por la contratación irregular de adolescentes".

‘De acuerdo a las leyes laborales vigentes los inspectores realizan primero un apercibimiento grave; en caso de reincidencia aplican multas ya establecidas y si hay nuevas irregularidades se clausura la empresa‘, dijo Adaro.

Estos operativos "forman parte de la política de detección de trabajo infantil y de empleados no registrados e impulsa el blanqueo de los trabajadores y la mejora de sus condiciones laborales", indicaron las autoridades mendocinas.