viernes, 26 de octubre de 2007

Un pensamiento para el fin de semana


"El límite extremo de lo posible sólo puede alcanzarse extendiendo la mano hacia lo imposible. La posibilidad realizada es el resultado de imposibilidades a las que se ha aspirado. Pretender lo objetivamente imposible no significa, pues, insensata ilusión u obcecación, sino política práctica en el más profundo sentido. Mostrar la imposibilidad de realización de un objetivo político no significa mostrar su insensatez. La política propiamente dicha, la política vigorosa, es el arte de lo imposible."
Karl Liebknecht, filósofo y revolucionario alemán.


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Brasil: corolarios de una agresión homicida contra los "sin tierra"



x Sergio Ferrari

Entre bandas armadas, pesticidas inhumanos y semillas "OGM"... La transnacional suiza Syngenta en la mirilla

Un campo de experimentos transgénicos de Syngenta en Brasil se convirtió el tercer domingo de octubre en un escenario de horror, luego de la intervención violenta de una milicia privada. Como resultado, dos víctimas fatales, entre las cuales Valmir Mota de Oliveira "Keno", dirigente del Movimiento de trabajadores rurales sin tierra (MST). Así como varios campesinos heridos que desde unas horas antes habían ocupado ese sitio de la filial brasilera de la multinacional suiza en Santa Tereza do Oeste, a 540 kilómetros de Curitiba, en el sureño Estado de Paraná.

A partir de esos hechos, la empresa agroquímica suiza -número uno a nivel mundial en el sector fitosanitario y número tres en el mercado de semillas comerciales- es llevada nuevamente por la opinión pública internacional al banquillo de los acusados. Hoy, por la violencia contra los campesinos. Ayer, por *delitos comerciales* en todo el mundo y por su accionar contra el derecho a la soberanía alimenticia.

MILICIAS PRIVADAS...DE LA SYNGENTA

Los hechos se sucedieron rápidamente, tal como lo describen diversas fuentes de organismos de derechos humanos brasileros. La madrugada del domingo 21 de octubre un grupo de unos 150 campesinos del MST-Vía Campesina ocuparon el predio de la Syngenta para denunciar el cultivo ilegal de semillas transgénicas de soja y maíz.

Siete horas más tarde, poco después del mediodía, un microbús con unos cuarenta miembros de una milicia privada llegaron al lugar. Asesinaron a quemarropa - con dos tiros en el pecho- al militante agrario y balearon a cinco agricultores. Otros dos dirigentes del MST pudieron esconderse salvando milagrosamente su vida.

Historia de una masacre anunciada. Sólo tres días antes, el 18 de octubre, una delegación de la Comisión de los Derechos Humanos y Minorías del Congreso brasilero había participado en una Audiencia Pública en Curitiba. El objetivo de la misma: conocer de primera mano las denuncias sobre la formación y actuación de milicias privadas en Paraná. Uno de los dos Estados brasileros con mayor índice de violencia contra trabajadores sin tierra.

Según la Comisión de la Pastoral de la Tierra -ligada al obispado católico de ese país sudamericano-, Paraná fue con 76 casos el lugar de mayor cantidad de conflictos por la tierra de todo el país durante 2006. Allí, los propietarios rurales, agrupados en la Unión Democrática Ruralista y la Sociedad Rural del Oeste, "patrocinan grupos paramilitares con la fachada de empresas de seguridad para realizar desocupaciones ilegales, amenazando cotidianamente la vida de los trabajadores rurales y creando un clima de terror en el Estado", señala el documento de acusación elaborado por la ONG de derechos humanos "Tierra de Derechos" y la Pastoral de la Tierra, analizado en Curitiba por la Comisión parlamentaria durante su reciente Audiencia especial.

Aunque Syngenta negó que la sociedad de seguridad "NF" presente en su campo experimental esté autorizada a portar armas, su responsabilidad en hechos de esta naturaleza no es nueva.

El 20 de julio pasado, en el asentamiento Olga Benario en el mismo municipio, al lado de la propiedad experimental de Syngenta, varias familias del MST fueron "gravemente amenazadas por personal de seguridad fuertemente armado, contratado por dicha empresa multinacional", indica el mismo documento de "Tierra de Derechos".

De acuerdo al Boletín de denuncia depositado en ese momento en la delegación de policía del lugar, "personal de seguridad de la empresa Syngenta invadió su terreno y permaneció por más o menos unos cuarenta minutos". Realizando disparos de grueso calibre durante la noche.

Seis de los puntos exigidos por los querellantes a las autoridades legislativa durante la Audiencia de Curitiba del 18 de octubre, apenas dos días antes de la masacre de Santa Tereza do Oeste, fueron tan concluyentes como premonitorios. La realización de una investigación seria, efectiva e imparcial sobre la formación, entrenamiento y contratación de milicias privadas en Paraná. Así como la investigación de empresas de seguridad de fachada como la "NF" -contratada por la Syngenta- y sobre el origen de sus armas. "Tierra de Derechos", la Comisión Pastoral de la Tierra y el MST exigieron también evitar que se repitan las violaciones de derechos humanos y se proteja la seguridad de los trabajadores rurales.

SYNGENTA, PESTICIDA TOXICO Y SEMILLAS "TERMINATOR"

En 2006, la "Declaración de Berna" (DB), una prestigiosa organización suiza de información y sensibilización, lanzó la campaña de correos electrónicos "Stop Paraquat" sostenida por numerosas ONG del todo el mundo. La misma exigía a Syngenta que detenga inmediatamente la producción y venta de ese herbicida, extremadamente tóxico y nocivo para la salud humana.

El Paraquat es vendido en más de cien países con el nombre genérico de "Gramoxone", representa una parte importante de las ganancias de la transnacional radicada en Basilea - que en el 2006 tuvo beneficios netos declarados cercanos a las 900 millones de dólares- y "ha causado miles de muertes" tal como lo subraya la DB en el documento de base de su campaña.

A pesar de críticas públicas que arrancan en los años sesenta y de las campañas sistemáticas de denuncia contra la Syngenta -nacida en el 2000 de la fusión de las divisiones agroquímicas de la Novartis suiza y del consorcio anglo-sueco AstraZeneca- el Gramoxone sigue siendo vendido en todo el mundo y su expansión no para, como lo prueban las nuevas instalaciones que la empresa abrió en China. Por el momento sólo una decena de países han prohibido o limitado significativamente el uso del Paraquat.

En mayo del año en curso, diversas organizaciones de Asia, Africa y Europa, presentaron una denuncia contra Syngenta ante la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Motivo: la empresa suiza no respeta los compromisos establecidos en el marco del código de conducta de la FAO, especialmente su artículo 3.5 que llama a evitar ciertos pesticidas extremadamente tóxicos. En julio pasado la Corte de Justicia Europea también se pronunció contra dicho producto.

Por otra parte, en marzo del 2006, una veintena de organizaciones campesinas, de cooperación al desarrollo y de protección del medio ambiente de Suiza, exigían en una carta enviada al Gobierno helvético que éste se comprometa "activamente a favor de prohibir a nivel mundial las plantas transgénicas *Terminator*. Syngenta es particularmente activa en el desarrollo de esas semillas y de otras tecnologías similares, tal como lo denunciaban, entonces, las organizaciones de la sociedad civil. Las plantas del tipo *Terminator* producen semillas estériles que no dan más que una sola cosecha. Los campesinos no pueden volver a ocuparlas para la siembra.

Según la denuncia de marzo 2006 de las organizaciones suizas, "el único objetivo de esa tecnología es dominar el mercado de semillas y asegurar el control de la alimentación mundial...lo que implica una violación al derecho humano de la alimentación".

El tema de *Terminator* concentró parte de la atención de algunos debates y reflexiones en la 8va Conferencia de la Convención de Naciones Unidas sobre la diversidad biológica, realizada a fines de marzo del 2006, justamente en Curitiba, Brasil.

En ese mismo momento ya el Movimiento de Trabajadores rurales sin Tierra del Brasil y Vía Campesina habían ocupado simbólicamente predios en Santa Tereza, para protestar contra "la siembra ilegal de soja y maíz transgénicos", tal como lo informaba en ese momento Swissinfo, el portal Internet de Suiza para el extranjero.

El eje de tensión entre el MST y la Syngenta era entonces las 120 hectáreas de siembras experimentales ubicadas en la zona protegida del Parque Nacional Iguazú. A fines del 2006 el Gobernador del Estado de Paraná había decretado expropiar esas tierras en tanto el Instituto Brasilero del Medio Ambiente, sancionaba a la transnacional helvética con casi medio millón de dólares por sus violaciones a leyes nacionales.

Estratagemas dilatorios, recursos jurídicos, campañas publicitarias y ofensivas mediáticas, le permitieron a Syngenta escapar a acusaciones de la justicia y órdenes de expropiación. Los mismos métodos, que de una u otra manera parecen repetirse hoy, en este caso para librarse de toda responsabilidad en los hechos de Santa Tereza do Oeste y su tendal de muerte.

* Servicio de prensa E-CHANGER


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miércoles, 24 de octubre de 2007

Sigue la increíble (e impresentable) saga de “LOS VILA” – Capítulo III.





(Como ya dijimos, son muchos capítulos, tantos que se podría hacer una novela, pero solo pasaremos algunos; total, la metodología corrupta y venal se repite en todos los capítulos y no queremos cansar a la teleaudiencia).

Hoy hablaremos de los VILA Junior´s; no hablaremos de la nena para no caer en tonterías, pero podemos asegurar que los hijos varones del ganster Alfredo Vila Santander, también son mafiosos (solo que un poco más leídos que su Padre), y el más avispado y atorrante es el Daniel. No es que el Alfredo sea mejor, pero es un poco más lerdo para los negociados y siempre el nombre del Daniel, fue el que se vinculó a todo lo turbio y sucio de los negocios de la firma.

El Daniel, después de robarle la LV6-Radio Nihuil a los Cores, fue el que vió primero el negocio del Cable y se dedicó a ello, al principio trabajosamente, pero poco a poco fue creando un fabuloso mundo llamado Supercanal, que se comió a toda la competencia, especialmente al Aconcagua, que dominaba el área de Godoy Cruz y le hacía sombra en la Capital.

Y allí, a fines de los ´80, es cuando hace su aparición el Angel Negro José Luis Manzano, que venía de aprender todos los sucios negocios del poder, primero desde su función como presidente del Bloque Justicialista de la Cámara de Diputados de la Nación, que luego se perfeccionó como Ministro del Interior y posteriormente, (como premio que le dieron los yanquis a sus serviles comportamientos en el dictado de las leyes lesivas para el país y muy beneficiosas a las Relaciones Carnales que mantenía Menem con Bush Padre), hizo una Maestría del Mal durante la estadía que le pagaron en EE UU, donde anudó contactos con Mas Canosa, un mafioso anticastrista radicado en Miami y vinculado a todos los negocios sucios que ingresan por esa parte de los Estados Unidos.

Manzano acompañó a Mas Canosa y lo presentó a los Vila y juntos, Manzano-Canosa y Familia Vila, decidieron invertir en el negocio de las comunicaciones en todo el país.

El evidente conocimiento de los resortes del poder que tenía Manzano, más la disponibilidad de dólares sucios que aportaba Mas Canosa, les permitió ir quedándose con todos los Cables del País y con el inmenso poder que eso les dio, ingresan ahora en cuanto negocio sea rentable en la Argentina.

Hoy, dueños parciales de EDEMSA y de OBRAS SANITARIAS MENDOZA, están apuntando al negocio petrolero a través de su firma Ketsal y al negocio de la energía eléctrica a través de Andes Energía PLC, que tiene también como integrante al grupo financiero inglés Ragusa Capital.

Pero tanto poder económico necesita apoyo de los gobernantes y, para asegurarse que el futuro gobernador de Mendoza no le vaya a poner límites a su insaciable voracidad, han puesto toda su artillería comunicacional y toda la plata necesaria, (a través del PJ de Gioja de San Juan, financiado por la minera Barrick), para apoyar al candidato Celso Jaque, quién, con su pasado pro-minero y pro-petrolero, es la persona ideal para permitirles seguir con los negocios sucios que los Vila practican.

Jaque, un ex intendente de un pobre departamento, ha tratado de darle brillo a su pasada gestión, adjudicándose la creación del Observatorio Pierre Auger, cuando todos sabemos que eso fue el resultado de una decisión internacional, de científicos que buscaban cielos limpios en distintos lugares del planeta y que fueran especialmente deshabitados, como lo es nuestro hermano departamento sureño.

Jaque también alardea de algunas obras, cuando eso es el fruto de una parte de las grandes regalías que le pagan las petroleras, a las cuales Jaque siempre trató y trata como si fueran sus amos, porque él se coloca el traje Justicialista, pero defiende a muerte los intereses de los grandes empresarios. (Es decir, PUNTEA CON LA IZQUIERDA, PERO PEGA CON LA DERECHA).

Jaque es como fue Menem, o Tabaré Vazquez, que una vez en el poder, se olvidan de todo lo que prometieron y solo cumplen meticulosamente los dictados de aquellos que les pagaron la campaña publicitaria que los llevó a ganar las elecciones, dejando de lado todo lo que sea principios y ética.

Y por eso los Vila lo eligieron, porque será un dócil gobernante que aceptará lo que le impongan y nunca dejará de asistir a los almuerzos vendimiales del Clan, esos que se hacen con toda pompa en la Estancia San Isidro y donde el malo de Cobos se atrevió a desairarlos en la Vendimia 2007, faltando él y todos los funcionarios importantes de su Gobierno; esos desaires, los mafiosos no lo perdonan ni lo olvidan.

Por eso, para estas elecciones buscaron a un desconocido como Jaque, que promete de todo, sabiendo que no lo hará y sabiendo que los Vila lo pondrán en el Sillón de Gobernador, cueste lo que cueste.

Es tragicómico ver en Canal 7 (el de los Vila), que la tanda comercial comienza con Jaque, luego vienen los otros candidatos y termina con Jaque; también en las radios del grupo, la publicidad de Jaque es la más escuchada y en el Diario UNO, no hay día que no se cuente algo lindo de él.

No hay que ser clarividente para saber que todo ese esfuerzo publicitario, convencerá a los indecisos de votarlo y luego, como Gobernador, es casi seguro que lo veremos, junto a todos sus funcionarios, besando manos en la comida de la Estancia San Isidro en el 2008 y aceptando todos los sucios negocios que los Vila seguirán haciendo, a costa del sudor y del trabajo de todos los Mendocinos.

Así proceden los mafiosos, acá, en la China, en Italia o en Rusia. En Mendoza, los Vila hacen creer a los votantes que determinado candidato es el mejor, cuando lo que no saben los votantes es que es el mejor, sí, pero para la mafia que lo pone en el poder, a la cuál devolverá con creces el dinero que recibió para ganar las elecciones.

Tenemos más cosas de la mafia Vila para contar, como ser la presencia de Manzano (y los Vila) en algunos exitosos negocios como PARLANTI, como GENCO, como ANDESMAR, como IACOPINI y varios más. También hablaremos de la cintura que deben tener los Groissman-Angulo y otros empresarios exitosos, para que los Vila no se los coman como a una sardina.

Pero dejaremos eso para el próximo capítulo.

Continuará.-




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martes, 23 de octubre de 2007

ante las elecciones del 28 de octubre : ¡Que se vayan todos!

El Frente Popular Darío Santillán
ante las elecciones del 28 de octubre


…y, sí: ¡Que se vayan todos!

Construyamos poder popular desde abajo

No votemos por quienes discursean a favor del pueblo

y después gobiernan a favor de los poderosos

Seamos protagonistas del cambio social que debemos construir

El 28 de octubre los argentinos somos convocados a las urnas. Nos dicen que ese día "decidimos" quiénes serán gobernadores, legisladores, intendentes, y quién será el presidente. Pero quienes integramos los distintos movimientos y agrupaciones del FPDS estamos convencidos de que nada favorable para el pueblo se puede esperar de estas elecciones. Percibimos en los barrios, los lugares de trabajo o de estudio, la falta de entusiasmo y de expectativas que la mayoría del pueblo tiene en estas elecciones, y compartimos el desinterés.

Esta falta de entusiasmo no es casual. Después de más de veinte años de haber recuperado las formas constitucionales de gobierno, advertimos que en esta democracia representativa sólo nos convocan para votarlos, mientras gobiernan en nuestra contra, garantizando los grandes negociados de quienes detentan el poder real, poder que no se pone en cuestión en las elecciones. La creciente desesperanza popular que se expresa ante el hecho electoral se explica por la convicción por parte de importantes sectores de nuestro pueblo, de que quienes ocupen lugares institucionales responderán a los intereses de los grupos económicos locales, las corporaciones, los organismos internacionales y el Departamento de Estado yanqui, que no votan cada 4 años pero deciden todos los días detentando un poder mayor que el de los gobiernos de turno.

Sólo un pueblo organizado, consciente y movilizado, puede revertir esta situación; y sabemos que todos y cada uno de los principales candidatos del sistema se han mostrado enemigos del protagonismo y de la movilización popular ­ –incluso los "progres" en el gobierno, veamos si no los resultados de apatía y desmovilización después de 4 años del gobierno que se autodenomina "de los derechos humanos"–.

Los últimos gobiernos hicieron mucho para desalentar la participación del pueblo en la política, participación que se expresó con tanta fuerza en movilizaciones, piquetes, asambleas, ocupaciones de fábricas y movimientos autónomos, antes y después de las jornadas de diciembre de 2001. (Contra estos avances populares, Duhalde apeló la represión, y Kirchner combinó dosis menores de palos con la cooptación, el vaciamiento de banderas genuinas de lucha y la demonización de los que resisten).

Pero debemos reconocer también que la falta de fuerza social y la falta de opciones de transformación radical de la sociedad, también es producto de nuestras propias debilidades como pueblo trabajador . No hemos sido capaces de recuperar aún la herencia y las tareas pendientes que marcaron las jornadas del 19y20, y proyectar una propuesta de transformación radical de esta sociedad capitalista, injusta y depredadora. Una propuesta que se base en el protagonismo popular, en la organización asamblearia desde las bases, y que exprese a los millones de trabajadores/as, vecinos/as, campesinos/as, estudiantes, es decir, a todos quienes viven de su trabajo y sin explotar el trabajo ajeno, que somos la mayoría de la sociedad. Esta propuesta todavía inexistente será, sobre todo, una propuesta de organización y de lucha en defensa de nuestros derechos, y también de intervención en "las grandes decisiones políticas" para enfrentar a los dueños del poder y los garantes de las políticas imperialistas.

Pero semejante desafío sólo será posible con una gran fuerza social y política que se muestre capaz de cambiar de raíz este sistema de explotación y exclusión y proyectar una sociedad sin explotadores ni explotados , sin excluidos ni enriquecidos a cosas del hambre de millones de seres humanos… Una sociedad justa, igualitaria y libertaria, sin dominadores y dominados, que es nuestra forma de entender el socialismo.

En este contexto de ausencia de alternativa real de transformación, hay sin embargo algunas propuestas de izquierda y voces honestas que se proponen producir cambios favorables al pueblo participando electoralmente.

En el FPDS compartimos mayoritariamente el convencimiento de que, sin la construcción de poder popular que les de sustento –como decimos, por falta de madurez política de las fuerzas populares, caracterización que nos involucra–, estas opciones electorales darán como resultado propuestas fragmentadas, que difícilmente superen la presencia testimonial (aún así, en nuestros debates surgieron también planteos que proponen sumar el voto a alguna de estas alternativas, priorizando la trayectorias de luchadores honestos y comprometidos de algunos de estos candidatos).

Ante esta situación, los movimientos y agrupaciones que integramos el Frente Darío Santillán decimos:

- En esta coyuntura de acumulación de fuerzas y construcción de poder popular, vamos a seguir centrando los esfuerzos en generar organización de base en los barrios, lugares de trabajo o de estudio, luchando por el trabajo digno, la salud y la educación, contra la precarización de la vida, la impunidad y el saqueo de nuestros bienes naturales. Desde allí intentamos aportar a la construcción de la fuerza social y política necesaria para avanzar hacia el cambio social.

- Convocamos a quienes compartan esta lectura de la realidad, a NO VOTAR, VOTAR EN BLANCO, O NO HACERLO POR QUIENES LLEVARÁN ADELANTE POLÍTICAS EN CONTRA DE LOS INTERESES DEL PUEBLO : no votamos a los candidatos a intendentes, legisladores, gobernadores o a presidente que se proponen, con un discurso u otro, sostener este sistema de explotación y exclusión; ni Cristina Kirchner con la continuidad de la desigualdad social, el saqueo de los bienes naturales y el reciclaje de la clase política en las listas K, ni las variantes que se disputan distintos perfiles antipopulares como López Murphy, Carrió, Rodríguez Saá, Sobisch y demás…

Ante el reciclaje de la clase política responsable de la explotación, la exclusión, el saqueo y el remate de nuestra soberanía

¡Que se vayan todos!

Construimos poder popular desde las bases para el cambio social

Aparición con vida de Julio López
Contactos:
155489-1374
(0221) 155436841


Frente Popular Darío Santillán


INTEGRAMOS EL FRENTE POPULAR DARÍO SANTILLÁN:

Gran Buenos Aires: MUP de Quilmes, Fcio. Varela, Alte. Brown y La Matanza, MTD Lanús, MRV 26 de junio, MTD Lomas, MTD "Darío Santillán" Alte. Brown, Centro Popular Agustín Tosco, MTD "La Verdad" de Guernica, Coop. de Trab. Rurales de San Vicente, Coop. de Trab. Solidarios, FTC de Ezeiza, MTD de Ezeiza, MTD "Javier Barrionuevo" de E. Echeverría, MTD La Cañada, CTD "Trabajo y Dignidad" de Fcio. Varela, Agrup. de trabajadores "Herramienta" de Ezeiza, Mov. de Trabajadores Comunitarios de Luján, MIA de Luján. La Plata- Berisso- Ensenada: MUP de La Plata y Verónica, MTD de La Plata, MTD de Berisso, COPA La Plata (AULE, Cambium, MUECE, El pelo de Einstein, Minga, Idea), Red de Comercio Justo, Grupos educativo-infantil Juanito Laguna y Tiburones y Mojarritas, Agrup. de trabajadores "La Fragua", Galpón Sur. Rosario: Frente Santiago Pampillón - El Grito, CTD "Aníbal Verón". Capital Federal: MTD "Darío Santillán", MTD Lugano, Centro Cultural Tupac Amaru, Agrupación Territorial Compañeros. Tucumán: Coord. de Organizaciones Barriales Autónomas. Mar del Plata: Mov. Universitario de Base "Darío Santillán", Solidaridad Antimperialista Latinoamericana. Tandil: Lacandona. Rio Negro: MTD "Darío Santillán" de Cipolletti. Formosa: MUP de Ibarreta. Córdoba: Convergencia



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jueves, 18 de octubre de 2007

Hola compañeros/as



La lucha en Mendoza por mantener y ampliar los espacios recuperados como la Laguna el Vivorón (Maipú), Casa América en la ex Estación de Ferrocarril, la producción campesina en Lavalle, es una lucha en todo el país, porque es nacional la ofensiva del gobierno y los patrones por quitarnos lo que se logró recuperar con la lucha y el trabajo solidario de las organizaciones populares. Como en Bs. As. los compañeros del Frente Popular Darío Santillán hoy están haciéndole frente a los intentos de remate y desalojo del Predio Roca Negra (Lanús) y el Centro Social Olga Vázquez (La Plata); o los trabajadores del Hotel Bahuen y otras empresas autogestionadas. Nuestros problemas son los mismos. El Vivorón, La Ex – estación, la tierra… todo lo que la práctica parasitaria y oportunista del capital demostró sobre todo desde los ’90 en adelante, abandonando fábricas, manteniendo latifundios improductivos… todo lo que era nuestro pero nos era negado por la ley de la propiedad privada; todo eso comenzó a recuperarse por la organización, la producción y los saberes propios… entrando, ocupando, recuperando, soñando.



A nivel nacional se está peleando, desde la movilización, por una Ley Nacional de Expropiación junto a las fábricas recuperadas; una ley que incluya a todos estos predios y espacios que la acción popular hizo comunitarios, públicos.



¿No será hora de unificar fuerzas?



Abajo va un comunicado donde se resume la situación en Bs. As.

También va adjunto el documento sobre la situación en la Laguna el Vivorón y una planilla de firmas. Los compañeros van a comentarlo personalmente en la reunión sobre pasos a seguir escrache por desalojo UST (Jueves 18, Higuerita, 20 hs) y antes del almuerzo en el Taller de Educación Popular (sábado 20)



Nos tocan a uno nos tocan a todos



Abrazos

CAC

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NO al remate de Roca Negra! ¡Ni un paso atrás!
Defendemos 150 fuentes de trabajo y un espacio comunitario

Reclamamos una Ley Nacional de Expropiación, junto a las fábricas recuperadas
Jueves 4, 12 hs. Movilizamos a la Corporación de Rematadores, en Capital

El jueves 4 nos movilizamos desde Lanús a la Corporación de Rematadores para evitar que sea rematado el predio recuperado Roca Negra, cedido por las Madres de Plaza de Mayo a los Movimientos de Trabajadores Desocupados de la zona, y en el que en la actualidad funcionan proyectos que involucran a 150 trabajadores y trabajadoras. Nos concentramos a las 12 hs. frente a la Corporación de Rematadores, Tte. Gral. Perón 1233, (a 3 cuadras del obelisco), Capital.

En el predio de 100 metros de frente por 200 de largo denominado Roca Negra, en Monte Chingolo, Lanús, hace varias décadas dejó de funcionar una metalúrgica. Ante el abandono y la falta de trabajo, se pusieron en marcha distintos emprendimientos. Actualmente funciona un Mercado Frutihortícola, una feria del trueque, y desde el Movimiento de Trabajadores Desocupados de Lanús (Frente Darío Santillán) pusimos a funcionar un taller de serigrafía, un taller de herrería, una huerta orgánica y un playón para la fabricación de bloques de hormigón. Proyectos dependientes del Ministerio de Desarrollo Social ("Manos a la Obra") y convenios con el ministerio de trabajo de la provincia ("Proyecto Bloque Social") se están ejecutando en el predio, ocupando a decenas de trabajadores. ÉSTAS FUENTES DE TRABAJO serán puestas en riesgo si se remata el lugar. El predio resulta lindante con barrios muy humildes de Monte Chingolo, donde se encuentran los mayores índices de desocupación del primer cordón del conurbano. En este contexto, los emprendimientos mencionados generaron ocupación para 150 trabajadores y trabajadoras, y dieron un sentido comunitario a un predio que se convirtió en lugar de encuentro para eventos vecinales, organizaciones sociales y festivales solidarios.

LOS TRABAJADORES DEL MERCADO FRUTIHORTÍCOLA, DE LA FERIA DEL TRUEQUE, Y DE LOS EMPRENDIMIENTOS DEL MTD DE LANÚS, JUNTO A LOS DISTINTOS MOVIMIENTOS DEL FRENTE POPULAR DARÍO SANTILLÁN, NOS MOVILIZAREMOS ESTE JUEVES CON EL OBJETIVO HACER VER A QUIENES CONCURRAN AL REMATE, QUE NO SE TRATA DE UN PREDIO ABANDONADO, SINO DE UN LUGAR DE TRABAJO QUE DEBE QUEDAR EN MANOS DE LOS TRABAJADORES Y LAS TRABAJADORAS. No vamos a permitir que nos quiten lo que con tanto esfuerzo construimos.

Sumamos de esta forma nuestra lucha a la lucha de los trabajadores del Hotel Bauen y otras fábricas recuperadas por los trabajadores y autogestionadas; reclamamos junto a ellos una Ley Nacional de Expropiación "que contemple básicamente a toda unidad productiva que se encuentre en estado de cesación de pagos para que pueda ser expropiada y cedida a los trabajadores que, conformados en cooperativas, quieran continuar con la actividad", como señala la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados, FACTA.

Este intento de avanzar contra los espacios conquistados por los trabajadores y las organizaciones populares también se expresa en la ofensiva por desalojar distintos centros culturales como el Olga Vázquez de La Plata, sobre el que también pesa la amenaza de remate, que viene siendo eficazmente resistida gracias a la movilización y la solidaridad.

Por eso decimos,

Los lugares abandonados que fueron recuperados por los trabajadores y donde se generaron fuentes de trabajo, deben quedar en manos de los trabajadores!

¡NI UN PASO ATRÁS!
Jueves 4, 12 hs, movilización frente a la Corporación de Rematadores, Tte. Gral. Perón 1233,
(a 3 cuadras del obelisco), Capital.

Contactos:
Carlos Romeo (Herrería Roca Negra)
15-5515-9318

Florencia Vespignani (Taller Serigrafía 26 www.serigrafia26.org)
15-5824-4478



Convocan:

Trabajadores del Mercado Frutihortícola
Feria del Trueque
Taller de Serigrafía 26
Taller de Herrería "Roca Negra"
Bloquera "Darío Santillán"
MTD de Lanús
Frente Popular Darío Santillán

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martes, 16 de octubre de 2007

Por qué el capitalismo necesita al terror



x Kenneth Whyte

Entrevista con Naomi Klein :: Nos han forzado a creer que no podemos tener los beneficios de un sistema de mercado a no ser que destruyamos los puentes que permitirán a más gente tener acceso a él. Y cuando hacemos cosas como triplicar las tarifas de educación, privatizar la sanidad, eliminar estos puentes entre las clases sociales, tenemos unas reglas económicas despiadadas

Existe una escuela de pensamiento según la cual el mercado libre y la democracia van de la mano haciendo que la gente sea libre y próspera. Tú sostienes que la ideología del libre mercado ha triunfado en todo el mundo, no porque la población la haya adoptado sino porque se la han impuesto, a menudo en momentos de angustia. Además, en ocasiones, han sido los propios gobiernos los que han creado estos momentos de angustia como un pretexto para establecer políticas de libre mercado. Para colmo, estas políticas no han funcionado verdaderamente. Simplemente han enriquecido a la gente que las ha introducido. ¿Qué te parece este resumen?

Bastante bueno, aunque algunas cosas serían discutibles. No creo que haya ejemplos de que los propios gobiernos hayan creado ellos mismos las crisis.

De acuerdo. ¿Es la violencia inherente al capitalismo o es algo que ha surgido del capitalismo según se ha estado practicando en los últimos cientos de años?

Creo que se puede sostener ese argumento, pero de lo que el libro trata realmente es sobre la guerra entre diferentes clases de capitalismo. Trata sobre la batalla de ideas entre el keynesianismo, una economía mixta, que es lo que tenemos en este país, y lo que yo describo como una cepa fundamentalista del capitalismo que está en contra de la idea misma de economía mixta. Cuando esta clase de capitalismo fundamentalista se sale con la suya lo que resulta no es capitalismo sino corporativismo, China es un buen ejemplo...

¿Cuáles son las características de este capitalismo fundamentalista?

Son casi las mismas características que comparte toda clase de fundamentalismo: el deseo de pureza, la creencia en un equilibrio perfecto, y cada vez que se identifica un problema, el que se achaque a perversiones y distorsiones dentro de lo que, de otra forma, sería un sistema perfecto. Creo que esto se ve muy claro en los fundamentalistas religiosos y en los fundamentalistas marxistas y se podría discutir que el economista austriaco, Friedrich Hayek y el economista de la Universidad de Chicago, Milton Friedman compartían el sueño de un sistema puro. En muchos casos se trata de matemáticos brillantes así que su modelo parece perfecto. Pero creo que todo aquel que se enamora de un sistema se acaba volviendo peligroso, debido a que el mundo no se amolda a ese sistema y entonces lo que pasa es que te enfadas con el mundo.

Así que tenemos a estos economistas defendiendo una forma de capitalismo puro, ¿por qué su atracción por los desastres?

Porque los desastres son momentos en los que la gente esta desconcertada, conmocionada, ya estén dispersos, como ocurrió después de que un huracán golpeara Nueva Orleáns, o se encuentren recogiendo los fragmentos después de haber sido bombardeados o de que su visión del mundo se haya visto hecha pedazos, como ocurrió después del 11-S. Estos son momentos maleables desde un punto de vista político. Es sabido que los desastres crean estas oportunidades, así que tienes todo un grupo de gente siempre lista para saltar a la primera oportunidad, la mayor parte dentro de la infraestructura de los gabinetes estratégicos. Creo que estos think-tanks son una especie de incubadoras de ideas, mantienen las ideas preparadas para cuando llegue el desastre. Milton Friedman dijo que sólo una crisis, ya sea real o percibida, produce un cambio real y cuando llega esa crisis, el cambio que desencadena depende de las ideas que haya en el entorno.

Hablemos de Chile. Este es un país que en los años 70 eligió a Allende. Un social demócrata, un socialista que llega al poder pero que no se lleva bien con los Estados Unidos, se le ve simpatizante de Castro y de la Unión Soviética y sucesivos presidentes de EE.UU. recelan de él.

Fueron Nixon y Kissinger juntos. El libro concluye con una cita de una carta desclasificada de Kissinger a Nixon donde le dice que la amenaza de Allende no era sobre nada de lo que decían públicamente en esa época, que se estaba arrimando demasiado a la Unión Soviética, que sólo hacía ver que era un demócrata y que iba a convertir a Chile en un sistema totalitario. Según escribe Kissinger la verdadera amenaza era que se propagase la democracia social. La Unión Soviética fue el hombre del saco oportuno. Era fácil odiar a Stalin, pero lo que siempre fue una amenaza era la idea del socialismo democrático, una tercera vía entre el comunismo totalitario y el capitalismo.

¿Y tú crees que temían más a eso que a la Unión Soviética en el contexto de la Guerra Fría?

Bueno, si miramos los golpes de estado, el derrocamiento del Primer Ministro Mossadegh en Irán, y del Presidente Arbenz en Guatemala, (los dos primeros golpes de estado de la CIA en los años 50), nos daremos cuenta de que ambos eran nacionalistas democráticos, y que siempre se siguió el mismo patrón de miedo, hacer creer que en realidad se trataba de un régimen soviético camuflado. Así que si miramos los golpes de estado, lo que vemos es un deseo de pisotear sistemáticamente esta idea de un término medio democrático. Pues son una amenaza para los inversores estadounidenses en el extranjero, sobre eso no cabe ninguna duda.

Así pues, Allende es derrocado por Pinochet, Pinochet tuvo muchísimo apoyo de los EE.UU. y de los economistas de la Escuela de Chicago y es bien sabido que éste cometió asesinatos masivos y recurrió a diferentes formas de brutalidad contra su oposición, algo que tú ves como una parte integral de ese programa para instalar esta nueva economía en Chile.

La idea de que Chile se podría convertir en un laboratorio para las políticas económicas extremas de la Escuela de Chicago es un poco como pensar que se podría comenzar una revolución contra el capitalismo en Beverly Hills. Chile era un país profundamente inhóspito para estas ideas. Pero gracias a esta colaboración entre Pinochet y los economistas que habían estudiado en la Universidad de Chicago con becas del Departamento de Estado de los EE.UU., Chile se convirtió en un laboratorio en donde experimentar con estas ideas que hasta ahora todavía no se han puesto en práctica en EE.UU., como por ejemplo el impuesto no progresivo, un impuesto con un tipo único del 15%, escuelas concertadas y leyes laborales que esencialmente prohibían que los sindicatos se involucrasen en cualquier actividad política. Copiado literalmente del manual, ¿sabes? Como si cogiesen el manifiesto de Friedman y lo convirtiesen así tal cual en ley. La idea de que esto podría pasar en Chile precisamente en aquel momento de su historia, cuando había tanto apoyo al desarrollismo, por supuesto que requirió el uso de la fuerza.

Hablas bastante sobre tortura y brutalidad y la conmoción producida por un cambio generalizado y la repercusión que ello tuvo en la población. Lo ves como parte integrante de la perspectiva de los economistas, que esa era la única manera, mediante la conmoción y la desorientación severa de la población, para conseguir que cambiaran su comportamiento y aceptaran la nueva ideología.

Existía y todavía existe el consenso de que si no se produce una crisis profunda que hace ver la alternativa como algo incluso peor, entonces la gente no deja las cosas que hacen su vida mejor, ya sea su seguro de desempleo o las viviendas protegidas. Lo que quiero decir es... mira Nueva Orleans. La gente no hubiese abandonado sus casas si no hubiese habido un desastre natural. Obviamente ellos no planearon el desastre natural pero te puedo decir que estuve en Nueva Orleans una semana después del huracán, mientras todavía estaba la ciudad anegada por las aguas, y los periódicos estaban citando a un congresista republicano diciendo, "De las viviendas subvencionadas de las que nosotros no pudimos deshacernos, Dios sí que pudo deshacerse"

Vayamos a China, a la que consideras otro laboratorio de la misma clase. Soy el último en disculpar a China porque lo veo como un estado represivo y no como una economía realmente abierta, pero una vez dicho esto, reconozco las mejoras que ha habido en cuestiones de libertades y estándares de vida. Han pasado de un 0 a un 2 o a un 3. ¿Tú cómo lo ves?

El debate en China en estos momentos no es de auto alabanza. Existe una nueva escuela de intelectuales en China, que se autodenominan la nueva izquierda China, y que están criticando al partido. El gobierno, el Partido Comunista, está verdaderamente preocupado por los niveles de desigualdad que se han abierto entre el campo y la ciudad, entre los super ricos y los super pobres que viven codo con codo. Y está respondiendo de dos maneras. Una es hacer un poco de redistribución, lo que realmente queda fuera del modelo de Chicago. Se están haciendo nuevas e importantes inversiones en el campo y se está llegando al compromiso de condonar las tasas escolares durante los primeros nueve años para los niños en los ambientes rurales, ya que el año pasado hubo 87.000 protestas en China, una estadística increíble, así que claramente, hay gente que no está contenta con cómo van las cosas en China.

Al mismo tiempo estamos empezando a ver cómo China se está convirtiendo en un laboratorio para probar nuevos sistemas de vigilancia de la población a una escala que hubiese sido imposible bajo Mao. El New York Times publicó un artículo sobre cómo Shenzhen, la ciudad portuaria donde nació el modelo de área de libre mercado, es ahora una zona de pruebas para tarjetas de identificación biométricas que contienen toda la información posible, desde el número de teléfono de tu arrendatario a tu historial reproductivo, tu historial de crédito o tus antecedentes penales. Poseen el liderazgo en temas de conexión de redes de cámaras de circuito cerrado de televisión, hay unas 200.000 colocadas en una sola ciudad, y todo el cuerpo de policía está equipado con GPS. Lo que está ocurriendo allí parece salido de una novela de ciencia ficción. Así que tenemos una apertura al mismo tiempo que un nivel extraordinario de vigilancia que, quién lo diría, cuenta con el total apoyo de algunas de las mayores compañías de tecnología del mundo, este sistema fue construido por Microsoft...

Y todos, desde Google a Yahoo! les siguen la corriente.

En 1989 el discurso de estas grandes compañías de comunicación era que la televisión, la televisión por satélite, iba a llevar libertad y democracia a China. Y ahora es como si esa tecnología, con el total apoyo de estas mismas compañías, haya dado la vuelta, y en vez de ser herramientas de comunicación y libertad, sean ahora herramientas para llevar a cabo una intensa supervigilancia. Así que creo que ni siquiera hemos comenzado a entender lo que está ocurriendo en China, pero esto apoya bastante mi tesis, porque ni tú ni yo discutiríamos que China es un país extraordinariamente rentable económicamente.

Creo que lo que China nos muestra es que esta idea de que hay una correlación natural entre el capitalismo, entre el libre mercado y la libertad de las personas, es simplemente falsa. Una de dos, o bien China está pasando por una transición muy lenta o bien se han saltado la fase democrática completamente, simplemente la han dejado de lado y han terminado con esta cosa, que creo debería describirse como corporativismo. Pero esa no es sólo la tendencia en China sino también en Rusia, en EE.UU. y en Chile bajo Pinochet. Todos obedecen al mismo patrón de estados fuertemente endeudados, gobiernos muy intervensionistas, pero a favor de las corporaciones y contra los trabajadores.

Con referencia a los EE.UU., puedes decirme lo que ves.

Bueno, lo que veo, si volvemos a Friedman, es una campaña política muy explícita contra el Nuevo Tratado. Según Friedman la historia siguió el camino equivocado después de los años 30. Todo el mundo estuvo de acuerdo, después de la crisis bursátil, en que lo que había fallado era que se había dejado al mercado de valores regularse a sí mismo, lo que terminó siendo un sistema simplemente demasiado despiadado. El Nuevo Tratado vino a dar cuerpo a otra clase de capitalismo, hubo mucha más redistribución. Esto no sucedió porque la gente se volviera más agradable, existía una batalla de ideas entre el comunismo y el capitalismo y de los años 30 a los 60 el capitalismo se mantuvo en su fase más seductora. Fue así cómo se introdujeron elementos del socialismo en este modelo, de manera que la versión socialista más radical resultara menos atractiva. Estoy citando a Franklin Delano Roosevelt y a Keynes. Y fue bajo ese modelo el periodo en que se produjo el crecimiento económico más rápido, pero un crecimiento que estaba distribuido más justamente. Este fue el periodo en que realmente creció la clase media, no sólo en EE.UU. sino también en países como Chile y Argentina. Y fue entonces cuando comenzó una especie de guerra de clases, una guerra de clases de la derecha.

¿En qué periodo?

En EE.UU. comenzó con Reagan. Me he referido a la Escuela de Chicago como un movimiento ideológico e intelectual, pero no fue solamente un movimiento intelectual, estaba fuertemente financiado por Wall Street. Y la decisión de emprender lo que fue una contra revolución contra el Keynesianismo fue de las élites de los EE.UU. que estaban cansadas de compartir tanta riqueza con los trabajadores de EE.UU. En 1980 la diferencia entre los Directores Ejecutivos y los trabajadores que trabajaban para ellos era de 43 a 1, en la actualidad es de 422 a 1.

Pero existen también muchas pruebas de que los contrarrevolucionarios no han tenido demasiado éxito. Los EE.UU. son todavía una economía mixta en muchos sentidos y si miramos el gasto en programas de derechos asistenciales, Seguros Sociales para jubilados y para los más desfavorecidos así como el porcentaje de gasto del gobierno en el PIB, veremos que es mucho más alto de lo que era al comienzo de la contrarrevolución...

Pero el dinero no llega a la gente. El sistema de salud de EE.UU. entrega el dinero a las administradoras de seguros médicos. Mira, no creo que estos sujetos sean ideólogos. La ideología sirve como de una especie de tapadera para racionalizar el gran enriquecimiento personal del que se están beneficiando estas personas. Si miras lo que yo llamo el desastre del complejo capitalista, la séptima empresa con más éxito de la lista Forbes es una compañía administradora de seguros que se ha enriquecido tratando con soldados que llegaban traumatizados directamente desde Irak, gracias a que Rumsfeld privatizó la atención sanitaria para los soldados. O el caso de Tamiflu, he aquí un ejemplo perfecto de armonizar la respuesta al desastre con los intereses de los EE.UU. Bueno, es una idea bastante tenebrosa ya que considero que el gobierno de Bush es un gobierno de desastres capitalistas que hace dinero vendiendo medicamentos para brotes de gripe u otras pandemias, medicamentos contra el SIDA, actuando después de un huracán, como Bechtel y Halliburton. Esta es gente que se está enriqueciendo directamente cuando las cosas van realmente mal. No creo que los canadienses deberían trabajar con ellos. Si la contrarrevolución ha tenido éxito, ha tenido éxito abriendo aún más la brecha de desigualdades existentes. La situación de los trabajadores es más débil ahora de lo que era antes del Nuevo Tratado.

No, en EE.UU. la gran mayoría de la clase obrera está mejor ahora que antes del Nuevo Tratado. No creo que nadie quiera volver a los niveles de subsistencia que había en aquellos tiempos.

El salario base en EE.UU. ni siquiera se acerca al nivel de pobreza ...

No estoy diciendo que no podía ser más alto, estamos hablando en general, del conjunto de la clase obrera.

Bueno, el hecho es que se trata de una historia de desigualdad, ello hace que los grandes números sean engañosos. Cuando sumamos todo y luego lo dividimos terminamos con cifras que encubren lo que ha pasado en los últimos 30 años, y es que se ha abierto una brecha. Y cuando añadimos a todo eso la exitosa campaña de ataque ideológico a la esfera pública entonces tenemos situaciones como las de Nueva Orleans después del huracán Katrina donde la figura del estado ha sido tan diezmada que la respuesta al desastre consiste en distribuir DVDs y en decirle a la gente que corra por su vida.

¿Ves alguna diferencia significativa en cómo se comportaba a este respecto el Gobierno de Clinton y en cómo se comporta el Gobierno de Bush?

Hay algo que está descaradamente a la vista en el gobierno de Bush. El gobierno de Clinton hizo todo lo que pudo para avanzar en esa dirección. Recortaron los tentáculos del estado y lo único que quedó fue el corazón, el gobierno de Bush devoró el corazón y dejó al gobierno convertido en una concha vacía. ¡Han privatizado el ejército y se lo han dado a Blackwater! Es lo que estamos viendo ahora con los puentes cayéndose y el estado irresoluto, como lo llama Paul Krugman. Llamas a la puerta del Departamento de Seguridad Nacional y todo el tinglado está subcontratado.

Muy bien, hablemos ahora de Irak. Tú no ves la invasión de Irak como un intento de llevar paz y democracia a Oriente Medio, o a malas como una búsqueda fútil de armas de destrucción masiva; sino que tú lo ves como una operación completamente ilegítima para abrir nuevos mercados y generar nuevos beneficios para el corporativismo.

Creo que es más complejo, creo que fue una combinación entre enseñar una lección al mundo, "esto es lo que pasa si te metes con EE.UU." y querer volver a luchar la Guerra del Golfo, aunque de hecho el ejército haya estado jugando a juegos de guerra con Irak durante los últimos 12 años. Todo eso contribuyó, junto con el petróleo. También pienso que hay personas que realmente creyeron que iban a hacer un ejemplo del Oriente Medio, pero tengo que decirte que esa es la razón más terrorífica de todas ellas. A veces esto se describe como idealista, esta idea de que podemos convertir a Irak en un modelo de democracia de libre mercado y hacer que ello se transmita a toda la región. Esa idea es el destino manifiesto y la violencia que se ha apoderado de Irak es inherente a la violencia de esa idea.

Dices en el libro que no es extraño que las nuevas ideas, ya sean pro mercado o anti mercado o de cualquier otra índole, sean oportunistas, que aprovechan brechas causadas por desastres, o incluso promuevan dichos desastres para crear esas oportunidades, y consideras que el Marxismo revolucionario preparó el camino para esto...

Siempre he odiado esta idea. En charlas de izquierdas, siempre hay alguien que coge el micrófono y dice "pero, ¿las cosas no tienen que empeorar antes de que pueda pasar nada?", pero yo les cierro la boca porque los valores que espero representar son valores humanos, y esa es una idea tan profundamente anti humana, el deseo de que ocurra una tragedia para que gracias a la conmoción la gente despierte.

Pero, es así como funciona la política ¿no?

Bien podría ser. Escribí el libro porque creo que deberíamos conocer nuestra historia un poco mejor. Creo que habrá más desastres. Todas las estadísticas indican que veremos desastres naturales más intensos, más huracanes de categoría 5, más ataques terroristas. No me gusta decir esto pero estamos viviendo tiempos de conmoción y escribí el libro porque quiero que la gente se haga más resistente a estas conmociones. No creo que esto sea un juego, realmente pienso que cuando conocemos nuestra historia y sabemos cómo funcionan estas tácticas somos más difíciles de explotar, tanto por la izquierda como por la derecha.

Pero, ¿por qué no habría que estar preparado? Siendo alguien que tiene unas ideas diferentes, ¿por qué no aprovechar la oportunidad?

No tenemos por que dejarlo todo, simplemente porque estemos conmocionados. Usaré esta frase de Federico Allodi, el fundador del Centro Canadiense para las Victimas de la Tortura. Dice, "en España la gente ha metabolizado su historia." Los países que han pasado por el proceso de metabolizar sus horrores se hacen más resistentes a las conmociones. Cuando España sufrió el ataque terrorista, Aznar salió inmediatamente en televisión acusando a los vascos, diciendo que esa era la razón por la que estaban en Irak, recurriendo a tácticas de miedo, y así es cómo perdió las elecciones. La gente decía, "nos recuerda a algo. Nos recuerda a cómo Franco solía mantenernos asustados". Así que para mí, se trata menos sobre de quién son las ideas que van a ganar después de la siguiente conmoción y más sobre porqué no tenemos que dejar de utilizar nuestros cerebros ante un nuevo ataque terrorista. No tiene por que ser la excusa para que la agenda de Bush entre en Canadá, por ejemplo. Porque la gente estará preparada cuando esto ocurra, y podrá resistir, nosotros podemos estar preparados también, no para implantar el mundo que soñamos, porque eso sería antidemocrático, sino simplemente para mantener nuestras ideas.

Consideras que el capitalismo no ha tenido éxito en ciertos países... Irlanda, por ejemplo Si miramos la población durante los últimos 10 o 20 años hay mucha menos gente que antes viviendo en una situación de pobreza extrema.

No estoy de acuerdo contigo. La mayoría de estas estadísticas son sobre China o la India, países que están sufriendo una rápida urbanización, y lo que un dólar significa para ti cuando vives en una granja cultivando tu propia comida y con acceso al agua es una cosa y lo que significa cuando vives en una chabola a las afueras de Delhi, es otra cosa completamente distinta. Pero por supuesto que ha habido éxitos, y hay cosas maravillosas que resultan de vivir en un país capitalista, de las que yo y tú nos beneficiamos. Nos han forzado a creer que no podemos tener los beneficios de un sistema de mercado a no ser que destruyamos los puentes que permitirán a más gente tener acceso a él. Y cuando hacemos cosas como esta, en este país, como por ejemplo triplicar las tarifas de educación a lo largo de la década de los 90, privatizar la sanidad, eliminar estos puentes entre las clases sociales, tenemos unas reglas económicas despiadadas.

No hemos privatizado la sanidad.

No, pero está en el orden del día, y ciertamente la sanidad pública ha sido profundamente mermada

¿Así que tú estarías contenta con una economía de mercado si ésta distribuyera mejor la riqueza?

Desde luego que sí

He intentado descubrir tus tendencias políticas y no he podido

Mira, creo que va a haber muchos izquierdistas radicales que se desilusionarán al comprobar lo Keynesiano que es este libro.

¿Eres una defensora Keynesiana de la economía mixta?

Creo que soy una realista.

¿Has participado alguna vez en política?

No, yo voto al NDP (New Democratic Party).

Pero eres una figura representativa para mucha gente, y crees en la democracia y en las elecciones así que podría ser un siguiente paso.

Gracias por tu consejo.

¡No era un consejo, estaba preguntando!

Quizá sea por egoísmo ya que me gusta tanto el proceso de investigación, me encanta, y la política es tan diferente. Podría haber un momento político si hubiese un proyecto con el que poder comprometerme...

¿Lo harías en Canadá?

Claro, es el único lugar donde lo haría. Pero probablemente lo que haría sería más una especie de colaboración política.

¿Involucrarte con el gobierno?

Sí, aunque ni siquiera pienso en ello como en algo que comporte involucrarse en el gobierno, Ken, ¡ya que creo que perderíamos!, ¡seguro que no pasaría de la campaña!

Znet. Traducido por Eva Calleja y revisado por Maite Padilla


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lunes, 15 de octubre de 2007

Socialismo La única economía viable

István Mészáros
Monthly Review, mayo 2007
http://www.monthlyreview.org/
Traduccion de Federico García Morales para Globalización, Revista de Economía, Sociedad y Cultura
http://rcci.net/globalizacion/2007/

1.

Alguna vez, el modo de producción capitalista representó un gran avance sobre cualquier otro modo precedente, a pesar de lo problemático y finalmente en lo destructivo en que este avance histórico se transformaría. Al romper el lazo directo entre el uso humano y la producción, de largo tiempo prevaleciente pero obligatorio, para reemplazarlo por la relación mercantil, el capital se abrió a amplias y dinámicas posibilidades de expansión aparentemente irresistibles, las que —desde el punto de vista del sistema capitalista y de sus personificaciones voluntariosas—no tendría límites concebibles. Para las paradójicas y finalmente inalcanzables determinaciones internas del sistema capitalista, tenemos que sus productos mercantilizados "no son valores de uso para sus propietarios y valores de usos para sus no propietarios. En consecuencia, todos deben cambiar de manos y entonces, las mercancías deben ser realizadas como valores antes de que puedan realizarse como valores de uso" (1).

Esta autodeterminación interna del sistema, autocontradictoria, que impone una ruda sumisión de las necesidades humanas a la necesidad alienada de la expansión del capital, es lo que remueve la posibilidad de cualquier control racional de la dinámica de este orden productivo. Trae consigo peligrosas y potencialmente catastróficas consecuencias a largo plazo, transformando en su debido tiempo, un gran poder positivo de un momento previo, de un desarrollo económico inimaginable, en una negatividad devastadora, con total ausencia de las restricciones reproductivas necesarias.

Lo que se ha ignorado sistemáticamente—y debe ser ignorado, debido a la inalterables imperativos fetichistas, y a los intereses creados del mismo sistema capitalista—es el hecho de que, inevitablemente, vivimos en un mundo finito con sus literalmente vitales límites objetivos. Por un largo tiempo en la historia humana, incluyendo varios siglos de desarrollos capitalistas, esos límites pudieron ser, como realmente lo fueron, ignorados con relativa seguridad. Alguna vez sin embargo, estos límites se manifestaron como lo deberán hacer enfáticamente en nuestra irreversible época histórica, por muy irracional y derrochadora que se torne, no importando cuán dinámica llegue a ser (de hecho, cuanto más dinámica, peor), no podrá escapar a las consecuencias. Se los podrá ignorar por un tiempo reorientándose hacia la vil justificación del imperativo más o menos abiertamente destructivo de la autopreservación del sistema a cualquier costo, predicando la sabiduría de "que no hay otra alternativa", y con ese espíritu, dejando a un lado o suprimiendo brutalmente cualquier signo de advertencia que presagie un futuro insostenible.

La falsa teorización es la consecuencia necesaria de esta desequilibrada determinación estructural objetiva de la dominación del valor de uso por el valor de cambio, no sólo bajo las más absurdas ly más ciegas condiciones apologéticas del capitalismo contemporáneo sino también del periodo clásico de la economía política burguesa, en los tiempos del ascenso del sistema capitalista. Esto ocurre porque bajo la dirección de una producción de capital ficticiamente sin límites ésta debe proseguirse a cualquier costo y debe ser justificada teóricamente como la única forma de producción recomendable. Tal camino es imperativo aún cuando no exista en absoluto ninguna garantía de que : 1) "El cambio de manos" requerido y sustentable de las mercancías que se proveen vaya a ocurrir realmente en el mercado idealizado (gracias a la misteriosa benevolencia de Adam Smith y todavía más, de la misteriosa "mano invisible"); y 2) Que las condiciones materiales objetivas para producir las ilimitadas—y humanamente ilimitables desde que la determinación primaria divorció la necesidad y el uso—provisiones de mercancías que pudieran ser aseguradas para siempre, no importando su impacto destructivo sobre el modo social de reproducción metabólico del capital o sobre la naturaleza.

La adecuación ideal del mercado para rectificar el defecto estructural inalterable, indicado en el punto 1) de más arriba, es un pensamiento posterior gratuito que lleva consigo muchas presunciones arbitrarias y proyecciones reguladoras que no se pueden cumplir. La sobria realidad que subyace en el mercado como un pensamiento medicinal es un conjunto de relaciones de poder insuperablemente adversas, que tienden a la dominación monopólica y a la intensificación de los antagonismos del sistema. De la misma manera, el grave defecto estructural de perseguir la expansión ilimitada del capital—idealizando el siempre importante "crecimiento" como un fin en si mismo—como se puso en relieve en el punto 2) de más arriba, se complementa por un igualmente ficticio pensamiento posterior, cuando debe admitirse que debe administrarse algún remedio. Y el remedio que se proyecta—como una alternativa al colapso del sistema en una irredimible negatividad en un destino de "estado estacionario", teorizada por la economía política burguesa en el siglo XIX—es simplemente la generosa prédica de realizar una distribución "más equitativa" (y por eso, menos conflictiva) dejando el sistema de producción tal cual. Este postulado aún cuando pudiera realizarse, lo que por supuesto no puede ser, debido a las determinaciones jerárquicas fundamentales del mismo orden social del capital, no podría ser capaz de solucionar ninguno de los graves problemas de la producción sobre las que se levantan las insuperables contradicciones de las formas incurables de distribución del sistema capitalista.

Uno de los principales representantes del pensamiento liberal, John Stuart Mill, es muy auténtico en su preocupación acerca del "estado estacionario" del futuro, así como es un irrealista sin esperanza en el remedio que propone. Pues sólo puede ofrecer la vacua esperanza en la discusión de este problema que viene a ser absolutamente inabordable desde el punto de vista del capital. Y escribe: "Yo sinceramente tengo la esperanza de que en pro de la prosperidad, ellos quedarán contentos de estar estacionarios, mucho antes de que la necesidad los obligue a ello". (2) De este modo, el discurso de Mill no es más que una prédica paternalista, pues sólo puede reconocer a tono con su aceptación del diagnóstico maltusiano, las dificultades que surgen del crecimiento de la población, pero de ninguna manaera las contradicciones del orden reproductivo capitalista. Su autocomplacencia burguesa es claramente visible y priva de toda sustancia a sus análisis y a su paternal intento reformador. Mill perentoriamente afirma que: "Solamente en los países atrasados del mundo, el crecimiento de la producción es todavía un objetivo importante: en los más avanzados lo que es más necesario econonómicamente es una mejor distribución , para lo cual es indispensable una estricta restricción de su población" (3). Aún su idea de "mejor distribución" es desesperanzadamente irreal. Pues, lo que Mill no puede posiblemente reconocer (o admitir) es que el más aplastante e importante aspecto de la distribución es la distribución intocable y exclusiva de los medios de producción para la clase capitalista. Por eso, comprensiblemente, sobre tal premisa de autoservicio operacional del orden social un sentido paternalista de superioridad permanece siempre haciendo prevalecer la idea de que ninguna solución puede esperarse "hasta que las mejores mentes tengan éxito en educar a los otros," (4) de modo de que ellos acepten la restricción poblacional y "una mejor distribución" que supuestamente surgirá de tal restricción. Así la gente olvidará todo acerca del cambio de las determinaciones estructurales destructivas, del orden metabólico social establecido que inexorablemente conduce a la sociedad hacia un estado estacionario. En el discurso de Mill la utopía del milenio capitalista, con su estado estacionario soportable, será conducido a la existencia gracias a los buenos servicios del "las mejores mentes" liberales ilustradas. Y entonces, con respecto a las determinaciones estructurales, en lo que concierne al orden social reproductivo establecido, todo continuará para siempre, como antes.

Todo esto tiene algún sentido desde el punto de vista del capital, aunque sea al fin insostenible ese sentido, debido al dramático establecimiento y repetición de crisis estructurales sistémicas más profundas. Pero aún, ese sentido parcial de esas mismas anheladas proposiciones, no podrían adscribirse al movimiento político reformista que reclama representar los intereses estratégicos de los trabajadores. Sin embargo, el reformismo socialdemócrata desde sus comienzos tomó su inspiración de tan ingenuos pospensamientos de la economía política liberal aún cuando pudieran haberse sostenido al principio genuinamente. Así, debido a la lógica interna de las premisas sociales adoptadas que emanaban del punto de vista del capital y de sus intereses centrales como el ser controlador incontrastable del metabolismo reproductivo, no deberá ser sorprendente, que por último, ese reformismo socialdemócrata terminara su carrera como lo hace actualmente: transformándose en el "New Labor" (en Gran Bretaña y sus equivalentes en otros países), y abandonando completamente cualquier preocupación por las reformas aún más limitadas del orden social establecido. Al mismo tiempo, en lugar del liberalismo genuino, apareció en la escena histórica la más salvaje variedad de neoliberlismo, que borra de la memoria los remedios sociales alguna vez recetados—incluidas las esperanzadoras soluciones paternalistas—del pasado progresivo del credo liberal. Y como una ironía más amarga del desarrollo histórico contemporáneo, los tipos de gobiernos "New Labor"—antiguos movimientos socialdemócratas en países avanzados o no avanzados del mundo capitalista—no vacilan en identificarse a si mismos descaradamente con la fase neoliberal agresiva de la apologética capitalista. Esta transformación capitulacionista claramente marcó el fin del camino reformista que fue un sendero ciego desde el comienzo.

2.

Para poder crear un orden social reproductivo económicamente viable y sobre una base de largo plazo, históricamente sustentable, es necesario alterar radicalmente la determinaciones internas autocontrdictorias del sistema establecido, que imponen una ruda sumisión de las necesidades humanas y de de uso a las necesidades alienantes de la expansión del capital. Esto significa que la precondición absurda del sistema productivo dominante—en donde los valores de uso, por determinaciones de propiedad totalmente inequitativas, son opuestos y divorciados de los que los crearon para permitir legitimar la ampliación y autorrealización del capital de modo circular y arbitrario—ha de ser permanentemente relegado al pasado. Dicho de otro modo, el único significado de la economía como la economización racional de los recursos disponibles necesariamente finitos, no puede instituirse ni ser respetado como un principio vital de orientación. En vez de eso, el derroche irresponsable domina el orden socio-económico capitalista—y su correspondiente orden político—que invariablemente se reafirma como la irresponsabilidad institucionalizada sin dejar de lado su automitología de ser la "eficiencia" absolutamente insuperable. (Para mayor certeza, la clase de "eficiencia" glorificada de esta manera es de hecho, la eficiencia del capital que finalmente la socava al conducirla ciegamente hacia partes conflictivas/ adversarias al costo irreparable de la totalidad). Por eso, comprensiblemente, las fantasías bien promovidas por los gobiernos sobre el "socialismo de mercado" han de fracasar en la forma de un colapso humillante debido a la aceptación de tales suposiciones y a las determinaciones estructurales capitalísticamente insuperables.

La concepción actualmente dominante de "economía", que viene a ser incapaz de establecer límites aún de los derroches más graves de nuestro tiempo y que se dan a una escala planetaria puede operar solamente con tautologías de autoservicio, arbitrariamente prefabricadas y que casi simultáneamente son desechadas, falsas oposiciones y seudo alternativas previstas con el mismo propósito de autojustificación injustificable. Como una descarada—y peligrosamente infecciosa tautología—ofrecemos la definición arbitraria de productividad como crecimiento y crecimiento como productividad aunque ambos términos requerirían una evaluación calificada históricamente y objetivamente sustentada en sí mismas.

Naturalmente, la razón por qué la obvia falacia tautológica es mucho más preferible a la evaluación práctica y teórica es porque al decretar arbitrariamente la identidad de estos dos términos claves de referencia del sistema del capital, la superioridad fuera del tiempo y la validez autoevidente de un orden social reproductivo extremadamente problemático—y en última instancia autodestructivo—podría verse no solamente plausible si no absolutamente incuestionable. Al mismo tiempo, la identidad tautológica de crecimiento y productividad es llevada a tierra por la alternativa igualmente arbitraria y autoservidora entre "crecimiento o no crecimiento". Más todavía, la última se prejuzga automáticamente del capitalísticamente postulado y definido "crecimiento". Éste es proyectado y definido con cuantificación fetichista en tanto calce en su andar con la presuposición del para siempre, como sinónimo de crecimiento en sí mismo autorecomendado, no es nada más específico y humanamente significativo que la genericidad abstracta de la expansión ampliada del capital como la precondición para satisfacer uso y necesidad humana.

Es aquí donde el divorcio incorregible del crecimiento capitalista y de la necesidad y el uso humano—en realidad su potencialmente más devastadora y destructiva contraposición a la necesidad humana—se traiciona a sí misma. Una vez que la mistificaciones fetichista y los postulados arbitrarios en la raíz de las identidades falsas, decretadas categóricamente, entre crecimiento y productividad son desnudadas, queda extremadamente clara que la clase de crecimiento postulada que al mismo tiempo que automáticamente queda exenta de todo escrutinio crítico, de ninguna manera queda inherentemente conectada con objetivos sustentables que correspondan a necesidades humanas. La única conexión que puede ser afirmada y defendida a todo costo en el universo socio-metabólico del capital es la falsa identidad de la—apriorísticamente presupuesta—expansión del capital y del circularmente correspondiente (pero en verdad de la misma manera apriorísticamente presupuesto) "crecimiento", cualesquiera que puedan ser las consecuencias que se impongan a la naturaleza y a la humanidad por los tipos de crecimiento más destructivos. Ya que la verdadera preocupación del capital solamente puede ser su propia expansión por siempre ampliada, aún cuando ésta traiga consigo la destrucción de la humanidad.

En esta visión aún el crecimiento más letalmente canceroso debe preservar su primacía conceptual sobre (y contra) el uso y las necesidades humanas, si es que por casualidad las necesidades humanas pudieran llegar a mencionarse. Y cuando los apologistas del sistema del capital están dispuestos a considerar The Limits to Growth (5), como lo hizo el Club de Roma a comienzos de los 1970, en su muy propagandizada aventura apologética del capital, el objetivo permanece siendo inevitablemente la eternización de las graves desigualdades existentes (6), mediante la congelación ficticia (y quijotesca) de la producción global capitalista en un nivel totalmente insostenible, culpando en primer lugar al "crecimiento poblacional" para los problemas existentes (como es costumbre en la economía política burguesa desde los tiempos de Malthus). Comparada con tales "intentos de curación" hipócritas que retóricamente pretenden preocuparse nada menos que de la "situación difícil de la Humanidad" la anterior prédica paternalista de Mill ya citada, con su genuino llamado a una distribución más equitativa que la que le era familiar, ya es el paradigma de la ilustración radical.

La falsa alternativa de autoservicio del "crecimiento no crecimiento" es evidente aún si solamente consideramos lo que pudiera ser el impacto inevitable del postulado "no crecimiento" bajo las graves condiciones de desigualdad y sufrimiento en el orden social del capital. Significaría la permanente condenación de la aplastante mayoría de la humanidad a las condiciones inhumanas que actualmente está siendo forzada a soportar. Pues esas mayorías de miles de millones, están ahora en un sentido literal, forzadas a soportar, cuando podrían crear una alternativa real. Bajo condiciones, esto es, cuando sea factible rectificar al menos los peores efectos de la privación global: poniendo al servicio de la humanidad el disfrute del uso del potencial de la productividad, en un mundo donde hoy se despilfarran los materiales y los recursos humanos.

3.

Para estar seguros, sólo podemos referirnos al potencial de productividad positivo, y no a su realidad existente, como a menudo se predica, toda repleta de buenas intenciones e ilimitadas ilusiones, por reformistas monotemáticos de antigua cepa, bien dispuestos a afirmar que todo eso lo podemos hacer "ahora mismo", con los poderes productivos que tenemos a nuestra disposición…si es que realmente decidiéramos hacerlo. Sin embargo, desafortunadamente, tal concepción ignora completamente el modo cómo se articula al presente nuestro sistema productivo que requiere en el futuro una articulación radical. Pues, la productividad comprometida con el crecimiento capitalista en la forma ahora dominante de producción destructiva, es un adversario prohibido. A fin de convertir la potencialidad positiva del desarrollo productivo en una tan necesitada realidad, a fin de poder ser capaz de rectificar muchas de las desigualdades e injusticias más demandantes de nuestra sociedad existente, habría necesidad de adoptar principios reguladores de un orden social cualitativamente diferente. En otras palabras, el actualmente negado potencial de productividad de la humanidad, deberá ser liberado de su camisa de fuerza capitalista a fin de llegar a ser un poder productivo socialmente viable.

El reclamo quijotesco de congelar la producción a los niveles alcanzados a los principios de los 1970 ha estado tratando de camuflar con modelados pseudo científicos hipócritas iniciados en el Instituto Tecnológico de Massachussets la brutal imposición de las actuales relaciones de poder del imperialismo norteamericano de posguerra. Esa variedad de imperialismo era por supuesto, muy diferente de su forma más temprana conocida por Lenin. Pues, en los tiempos de Lenin, al menos una media docena de significativos poderes imperialista estaban compitiendo por el disfrute real o esperado de sus conquistas. Y aún en los 1930; Hitler estuvo dispuesto a compartir los frutos del imperialismo violentamente redefinido con Japón y la Italia de Mussolini. En contraste, en nuestro tiempo debemos enfrentar la realidad y –los peligros letales—que surgen del imperialismo global hegemónico, con los Estados Unidos como su poder aplastantemente dominante. (7) En contraste aún con Hitler, los Estados Unidos como el único hegemón no tiene la más mínima voluntad en compartir la dominación global con cualquier rival. Y eso no es solamente en razón de contingencia político-militares. Los problemas son más profundos. Ellos se consolidan a través de contradicciones permanentemente agravadas por la crisis estructural en permanente profundización del sistema capitalista. El imperialismo hegemónico global dominado por Estados Unidos es un intento—a la larga fútil—de intentar encontrar una solución a esa crisis a través del gobierno más violento y brutal sobre el reto del mundo, reforzado, con o sin la ayuda de "aliados voluntarios serviles" en la actual sucesión de guerras genocidas. Aún más, desde los 1970, los Estados Unidos se han ido hundiendo en endeudamientos catastróficos. La solución de fantasía, públicamente proclamada por muchos presidentes de los EEUU, fue "crecer para salir de él". Y el resultado ha sido diametralmente opuesto en la forma de una deuda astronómica y aún creciente. De acuerdo con esto, los EEUU debe agarrarse a sí mismo, por todos los medios a su disposición, incluyendo las más violentas agresiones militares, donde quiera que se requiera para este propósito, con todo lo que pueda, a través de la transferencia de los frutos del crecimiento capitalista de cualquier parte del mundo—gracias a la dominación global socioeconómica y político militar de los EEUU. ¿Podría cualquiera en su sano juicio imaginar por muy convencido que esté por el desagrado ante las "consignas de la igualdad", que el imperialismo global hegemónico dominando por los EEUU podría tomar en serio siquiera por un momento la panacea del "no crecimiento"? Sólo la pero clase de mala fe puede sugerir tales ideas, no importando el empaque pretencioso en "las dificultades de la Humanidad".

Por muchas razones, no cabe dudar de la importancia del crecimiento tanto en el presente como en el futuro. Pero para decir eso, debe examinarse adecuadamente el concepto de crecimiento no sólo como lo conocemos al presente si no también como vemos su sustentabilidad en el futuro. Nuestra inclinación por la necesidad de crecimiento no puede estar a favor de un crecimiento no calificado. La pregunta real tendenciosamente escabullida es: ¿Qué clase de crecimiento es posible hoy en contraste con el lisiado y derrochador crecimiento capitalista que es visible hoy? Ya que el crecimiento debe ser positivamente sostenible en el futuro sobre una base de largo plazo.

Como ya se mencionó, el crecimiento capitalista está fatalmente dominado por los inevitables límites de la cuantificación fetichista. Un derroche continuamente agravado es el corolario necesario de tal fetichismo, para el cual no hay criterio—ni medida viable—para determinar qué derroches pueden ser corregidos. Cuantificaciones más o menos arbitrarias establecen el contexto, creado al mismo tiempo la ilusión de que una vez que se han asegurado esas cantidades para esos poderosos, ya no habrán más problemas significativos. Sin embargo, la verdad del asunto es que las cuantificaciones auto-orientadas no se pueden sostener en absoluto como formas de estrategia de productividad viable siquiera al corto plazo. Ya que es parcial y miope, si es que no ciega, preocupada sólo con cantidades que corresponden a obstáculos inmediatos, que estorban el cumpliendo de determinada tarea productiva, pero no con los límites estructurales de la misma empresa socioeconómica, la que—como todos sabemos—lo decide todo. La confusión capitalísticamente necesaria entre límites estructurales y obstáculos (que pueden ser superados cuantitativamente) a fin de ignorar los límites (ya que éstos corresponden a determinaciones insuperables del orden social metabólico del capital) vicia la orientación hacia el crecimiento de todo el sistema productivo. Para hacer viable el crecimiento se requeriría aplicar profundas consideraciones cualitativas. Pero esto es absolutamente impedido por el indudable y no criticable impulso auto-expansivo del capital a cualquier costo. Lo que es incompatible con las consideraciones restrictivas de cualidad y límites.

La gran innovación del sistema del capita es que puede operar—no dialécticamente—mediante la dominación aplastante de la cantidad, la que incluye el trabajo humano (inseparable de las cualidades de uso y de necesidad humana) bajo determinaciones cuantitativas abstractas, en la forma de valores de uso y de cambio. Así, todo llega a ser gananciosamente medible y administrable por un periodo de tiempo determinado. Éste es secreto del triunfo socio-histórico del capital—por un largo tiempo irresistible. Pero es también el presagio de su insustentabilidad final y de su implosión necesaria, una vez que los límites absolutos del sistema se han activado plenamente, como están ocurriendo en nuestra propia época histórica. Nuestro es el tiempo en cual la dominación no dialéctica de la cualidad por la cantidad llega a ser insostenible y peligrosa.

Pues, es inconcebible ignorar en nuestro tiempo la fundamental conexión inherente, tan desbalanceada bajo el capitalismo entre economía y ahorro (lo que es equivalente a un manejo responsable). Hemos llegado ahora a un punto crítico en la historia en el cual las personificaciones voluntariosas del sistema hacen todo lo posible por borrar toda advertencia sobre esa conexión vital—obviándolas por una destructividad innegable, no sólo en el culto de prácticas productivas de extremo derroche, sino también glorificando su compromiso destructivo legal "en guerras "pre-entivas y preventivas" ilimitadas.

Cualidad, por su propia naturaleza es inseparable de especificidades. De acuerdo con esto, un sistema socio metabólico respetuoso de la calidad—sobre todo de las necesidades de los seres humanos vivientes como sus sujetos productores—no puede ser regimentado jerárquicamente. Se requiere una administración socioeconómica y cultural radicalmente diferente para una sociedad que opera sobre tan diferentes metabolismos reproductivos, que se pueden resumir como un autogobierno. La regimentación era tanto factible como necesaria para el orden social metabólico del capital. De hecho, la estructura de mando del capital no puede funcionar de otra manera. La jerarquía estructuralmente asegurada y la regimentación autoritaria son las características definitorias de la estructura de mando del capital. El orden alternativo es incompatible con la regimentación y con la clase de rendición de cuentas que debe prevalecen en el sistema capitalista—incluyendo la operación estrictamente cuantitativa del tiempo de trabajo necesario. Así, el tipo de crecimiento necesario y factible en el orden metabólico social alternativo puede solamente basarse en cualidades directamente correspondientes a las necesidades humanas: Las necesidades reales e históricamente en desarrollo tanto de la sociedad como un todo y de sus individuos particulares.

Al mismo tiempo, la alternativa a la rendición de cuentas fetichista y restrictiva del tiempo de trabajo necesario sólo puede ser el tiempo disponible emancipador y liberador conscientemente ofrecido y administrado por los individuos sociales mismos. Tal tipo de control socio metabólico de los recursos materiales y humanos disponibles podrían—y actualmente pueden—respetar tanto los límites mayores que vienen de los principios orientadores tanto de la economía como del ahorro, y al mismo tiempo podrían también expandir conscientemente tales límites y necesidades, en tanto lo permitan, sin caer en riesgos, las condiciones del desarrollo histórico. Después de todo no debemos olvidar que "el primer acto histórico fue la creación de una nueva necesidad (Marx). Sólo el modo temerario del capital en su trato de la economía no como una disposición racional si no como la más irresponsable legitimación del derroche sin límites es lo que—pervierte totalmente este proceso histórico: al sustituir la rica diversidad de las necesidades humanas por la alienación del capital que se mueve por la única necesidad de ampliar su reproducción a todo costo, amenazando incluso con poner fina la propia historia humana.

4.

No puede haber ni siquiera correctivos parciales introducidas en el marco operativo del capital aún si ellas fueran genuinamente orientadas por la cualidad, ya que las únicas cualidades relevantes a este respecto no son algunas características físicas abstractas sino las cualidades humanamente significativas inseparables de la necesidad. Es verdad, como ya lo subrayábamos antes, que tales cualidades son siempre específicas, que corresponden a necesidades humanas particulares claramente identificables tanto de los individuos mismos como de sus relaciones sociales históricamente dadas y siempre cambiantes. De acuerdo con esto, en su especificidad de muchos contornos, ellas constituyen un conjunto coherente y muy bien definido de determinaciones sistémicas inviolables, con sus propios límites sistémicos.

Es precisamente la existencia de tales—y nada de abstractos—límites sistémicos lo que hace imposible transferir toda determinación y principios orientadores operantes significativos desde este orden social metabólico social alternativo que se visualiza, hacia el sistema del capital. Los dos sistemas son radicalmente excluyente el uno del otro. Ya que para las cualidades específicas que corresponden a las necesidades humanas, en el orden alternativo, llevan las marcas imborrables de sus propias determinaciones sistémicas como partes integrales de un sistema de control social reproductivo humanamente válido. Por el contrario, en el sistema del capital las determinaciones generales han de ser inalterablemente abstractas, ya que las relaciones del valor deben reducir todas las cualidades (que corresponden a necesidad y uso) a cantidades genéricas mensurables para afirmar su dominancia histórica alienante, y sobre todo, en el interés de la expansión del capital sin importar las consecuencias.

Las incompatibilidades entre los dos sistemas se tornan ampliamente claras cuando consideramos sus relaciones con el problema del límite en sí mismo. El único crecimiento promovido positivamente bajo el control metabólico social alternativo se basa en la aceptación consciente de los límites cuya violación pondría en peligro los objetivos reproductivos elegidos—y humanamente válidos. Por tanto, el derroche y destructividad (como conceptos claramente identificables) son absolutamente excluidos por las determinaciones sistémicas aceptadas concientemente que han sido adoptadas por los individuos sociales como sus principios de orientación vitales. Por el contrario, el sistema del capital se ha caracterizado y ha sido fatalmente conducido por el rechazo—conciente o inconsciente—de todos los límites, incluyendo sus propios límites sistémicos. Y todavía, éstos últimos son tratados arbitraria y peligrosamente como si no fueran nada más que obstáculos contingentes siempre superables. Así, todo es posible en este sistema social reproductivo, incluyéndose la posibilidad de la destrucción total—y en nuestra propia época histórica hemos alcanzado esta gravísima posibilidad.

Naturalmente, la relación mutuamente excluyente sobre la cuestión de los límites se impone en otros sentidos. Así, no puede haber "correctivos parciales" tomados de prestado del sistema del capital cuando se trata de crear y de fortalecer el orden metabólico social alternativo. Las incompatibilidades parciales—para no referirnos a las generales--entre los dos sistemas, surgen de la incompatibilidad radical de sus modos de dimensionar el valor. Como se mencionaba más arriba, ésta es la razón por qué las determinaciones y relaciones de valor del orden alternativo no podrían ser transferidas al marco metabólico social del capital con el propósito de mejorarlo, como ha sido postulado por ciertos diseños reformistas irreales, casados con la vacua metodología del "poquito a poquito". Pues aún, las relaciones parciales más pequeñas del sistema alternativo están profundamente embebidas en las determinaciones generales de valor de un marco omnicomprensivo de las necesidades humanas cuyo axioma elemental inviolable, de acuerdo a su más íntima naturaleza es la exclusión radical del despilfarro y de la destrucción.

Por otra parte, al mismo tiempo, ningún "correctivo" puede transferirse desde el marco operativo del capital a un orden genuinamente socialista, como lo demostró de modo concluyente la penosa aventura del "mercado socialista" de Gorbachev. También a este respecto estaríamos siendo confrontados por la incompatibilidad radical de determinaciones de valor, aún si en este caso, el valor involucrado es un contravalor destructivo que correspondería a los últimos límites—necesariamente ignorados—del sistema del capital en sí mismo. Las limitaciones sistémicas del capital son plenamente compatibles con el derroche la destrucción. Ya que tales consideraciones normativas sólo pueden ser secundarias al capital. Determinaciones más fundamentales deben cobrar su importancia sobre tales preocupaciones. De ahí por qué se da esa indiferencia original hacia el derroche y la destrucción por parte del capital (carece de otra posición positiva que la indiferencia) y se torna ésta en su más activa promoción cuando las condiciones requieren ese giro. De hecho, el derroche y la destrucción se persiguen implacablemente en este sistema en directa subordinación al imperativo de expansión del capital, que es su aplastante determinante sistémico. Tanto más cuando hemos dejado atrás la fase histórica de ascenso en el desarrollo del sistema del capital. Y nadie debe ser engañado por el hecho de que tan frecuentemente la afirmación preponderante del contravalor se desfigure y se racionalice por famosos ideólogos del capital, como "neutralidad del valor".

Fue por consiguiente un empantanamiento mental el que en los tiempos de la desgraciada "perestroika" de Gorbachev, su " jefe ideológico" (así se le llamaba oficialmente) pudiera seriamente afirmar que el mercado capitalista y sus relaciones mercantiles fueran la encarnación instrumental de "los valores humanos universales" y un "importante logro de la civilización humana", agregando a estas grotescas afirmaciones capitulacionistas como que el mercado capitalista era todavía más " la garantía para la renovación del socialismo" (8). Tales teóricos continuaron hablando a cerca de la adopción de los "mecanismos del mercado" cuando el mercado capitalista era cualquier cosa menos un "mecanismo" neutro y adaptable. En los hechos, era incurablemente tendencioso en sus valores, y siempre permanecerá así. En este tipo de concepción—curiosamente compartida por "el jefe ideológico socialista" (y otros) con los Friedrich von Hayeks de este mundo que violentamente han denunciado cualquier idea de socialismo como el camino de la servidumbre ("The Road to Serfdom"9)—el intercambio en general era puesto ahistórica y anti-históricamente, como equivalente con intercambio capitalista y con la realidad más destructiva todavía del mercado capitalista que se ficcionaliza como el benevolente "mercado" en general. Se hayan dado cuenta o no, ellos capitularon al idealizar los imperativos de un brutal sistema de necesaria dominación de mercado, (en última instancia con las devastaciones del imperialismo) requeridas por las determinaciones internas del orden social metabólico del capital. La adopción de esta posición capitulacionista fue igualmente pronunciada pero aún más dañina en el documento de la reforma de Gorbachev, porque él insistió que
No hay alternativas al mercado. Solamente el mercado puede asegurar la satisfacción de las necesidades del pueblo, la justa distribución de la riqueza y el fortalecimiento de la libertad y de la democracia. El mercado podría permitir a la economía soviética ligarse orgánicamente con el mundo, y proporcionar a nuestros ciudadanos el acceso a todos los logros de la civilización mundial (10).

Naturalmente, dada la total irrealidad del deseoso pensamiento carente de alternativas de Gorbachev, sólo a la espera de un generoso aprovisionamiento "para el pueblo" de esos maravillosos beneficios en todos los dominios de parte del mercado capitalista global, esta aventura sólo podía terminar del modo más humillante, en la desastrosa implosión del sistema soviético.

5.

No es del todo accidental o sorprendente que la proposición "no hay alternativas" ocupe tan prominente lugar en las concepciones socioeconómicas y políticas que se formulan desde el punto de vista del capital. Ni aún los más grandes pensadores de la burguesía –como Adam Smith y Hegel—son excepciones a este respecto. Pues, es absolutamente cierto que el orden burgués o tiene éxito en afirmarse a sí mismo en la forma de una expansión dinámica del capital o se condena a su fracaso. No puede haber realmente ninguna alternativa concebible a la expansión sin límites, esto, desde el punto de vista del capital que determina la visión de todos los que lo adoptan. Pero, la adopción de ese punto de vista también significa que la pregunta de "cuál es el precio que debe pagarse" por la incontrolable expansión del capital más allá de cierto punto en el tiempo—una vez que la fase ascendente ha quedado atrás—no puede ser considerada en absoluto. La violación del tiempo histórico es por eso la consecuencia necesaria de haber adoptado el punto de vista del capital al internalizar el imperativo expansionista del sistema como su determinante más fundamental y absolutamente inalterable. Aún en las concepciones de los más grandes pensadores burgueses, esta posición debe prevalecer. No puede haber ningún orden social futuro alternativo cuyas características definitorias puedan ser significativamente diferentes al orden ya establecido. Es por esto, que aún Hegel que de lejos formuló la más profunda concepción histórica hasta su propio tiempo debió también arbitrariamente llevar la historia a un fin en un presente inalterable del capital, idealizando al estado-nación capitalista (11) como el clímax insuperable de todo desarrollo histórico concebible, a pesar de su aguda percepción de las implicaciones destructivas de todo el sistema de los estados nacionales.

Así pues, en el pensamiento burgués no puede haber alternativa al dogma pernicioso de la no alternativa. Pero es totalmente absurdo para los socialistas adoptar la posición de la expansión ilimitada del capital (sin límites e incontrolable). Pues, el corolario de esta idealización—todavía característicamente no calificada—del "consumo" ignora la verdad elemental de que desde el punto de vista ventajoso, autoexpansionario y no crítico del capital no puede haber diferencia entre destrucción y consumo. Una es tan buena como la otra para el propósito requerido. Esto es así porque la transacción comercial en la relación del capital—aún de la clase más destructiva encarnada en las mercancías del complejo militar/ industrial y al uso al que se aplique en sus guerras inhumanas—exitosamente completa el ciclo de la auto- reproducción ampliada del capital no importando cuan insostenibles sean las consecuencias. Por ende, cuando los socialistas internalizan el imperativo de la expansión del capital como la base necesaria para el crecimiento reclamado, ellos no solamente aceptan un dogma aislado, si no, todo "el paquete del negocio" .Lo sepan o no, ellos aceptan al mismo tiempo, todo lo de las falsas alternativas—como "crecimiento o no-crecimiento" que pueden derivarse de la defensa no crítica de la necesaria expansión del capital.

La falsa alternativa de no-crecimiento debe ser rechazada por nosotros, no solamente porque su adopción perpetuaría la más grave miseria y desigualdad que actualmente domina en el mundo, junto con la lucha y la destructividad que le es inseparable. La negación radical de esta aproximación sólo puede ser un punto necesario de partida. La dimensión inherentemente positiva de nuestra visión supone la fundamental redefinición de la riqueza en sí misma como es conocida por nosotros. Bajo el orden metabólico social del capital somos confrontados por el control alienante de la riqueza sobre la sociedad, que afecta todos los aspectos de la vida, de los estrechamente económicos a los dominios culturales y espirituales. En consecuencia, no podemos salir del círculo vicioso del capital, con todas sus determinaciones destructivas y sus falsas alternativas, sin voltear completamente todas esas relaciones vitales. Esto es, sin hacer que la sociedad—la sociedad de los individuos libremente asociados—gobierne sobre la riqueza, redefiniendo también al mismo tiempo, sus relaciones con el momento y con la clase de uso a que serán sujetos los productos del trabajo humano. Como Marx ya lo había dicho en uno de sus primeros trabajos:

En una sociedad futura en donde los antagonismos de clase hayan cesado, en donde no existan ya clases, el uso ya no será determinado por el mínimo tiempo de producción; si no que el tiempo de producción dedicado a un artículo será determinado el grado de su utilidad social (12).

Esto significa una separación absoluta e irreversible de eso de estar viendo la riqueza como una entidad material fetichista que debe ignorar a los individuos reales que son los creadores de la riqueza. Naturalmente, el capital—en su falso reclamo de ser idéntico a la riqueza, como el "creador y encarnación de la riqueza"—debe ignorar a los individuos en la ofrenda autolegitimadora de su propio control metabólico social. De este modo, al usurpar el rol de la riqueza real y al subvertir el uso potencial que pudiera tener, el capital es el enemigo del tiempo histórico. Esto es lo que debe ser sostenido por el bien de la misma sobrevivencia humana. Así, todos los constituyentes de las relaciones en despliegue entre los individuos reales históricamente autodeterminantes, junto con la riqueza que ellos crean y que positivamente asignan a través de la asignación consciente de la única modalidad de tiempo viable—el tiempo disponible—que debe ser conjuntado en un marco metabólico social cualitativamente diferente. Para decirlo con Marx:

La riqueza real es el poder productivo desarrollado por todos los individuos. La medida de la riqueza ya no es entonces, de ninguna manera, el tiempo de trabajo, si no más bien, el tiempo disponible. El tiempo de trabajo como la medida del valor plantea la misma riqueza como fundada en la pobreza, y el tiempo disponible como existiendo en-y-por la antítesis del tiempo de trabajo excedente; o sea, pone el tiempo completo del individuo como tiempo de trabajo y por lo tanto, su degradación como mero trabajador, en la subsunción bajo el trabajo (13).

El tiempo disponible es el tiempo actual de los individuos. Por el contrario el tiempo de trabajo necesario, requerido para el control del modo metabólico social de capital, es antihistórico, y niega a los individuos el único modo por el cual pueden afirmarse y realizarse como sujetos históricos reales en control de su propia actividad vital. En la forma de tiempo de trabajo necesario de capital, los individuos son sujetos al tiempo como un juez tiránico que dicta medidas degradantes sin cortes de apelación, en vez de ser juzgado y medido en relación a criterios humanos cualitativos, según "las necesidades de los individuos sociales" (14).

El tiempo perversamente antihistórico y autoabsolutizado del capital se impone así él mismo sobre la vida humana como fetiche determinante que reduce el trabajo vivo a una "cáscara del tiempo" como ya se ha discutido, en relación a "La Necesidad de Planeación". El reto histórico es entonces moverse hacia el orden metabólico social alternativo desde la regla del tiempo congelado del capital como determinación alienante para llegar a ser libremente determinado por los mismos individuos sociales que conscientemente dedican los recursos inconmensurablemente más ricos del tiempo disponible a la realización de sus objetivos elegidos, tiempos mucho más ricos de los que les podían ser congelados por la tiranía del tiempo necesario. Ésta es una diferencia absolutamente vital. Pues, solamente los individuos sociales pueden realmente determinar su propio tiempo disponible en agudo contraste con el tiempo de trabajo necesario que los domina. La adopción del tiempo disponible es el único camino concebible y correcto por el cual el tiempo puede ser transformado de determinante tiránico a un constituyente creativo y autónomamente determinado del proceso reproductivo.

6.

El reto necesariamente involucra la supresión de la división social del trabajo forzada y jerárquica. Mientras el tiempo domine a la sociedad en la forma del imperativo para extraer el tiempo de trabajo excedente de la inmensa mayoría, el personal a cargo de este proceso debe conducir una forma de existencia sustancialmente diferente, en conformidad a su función como forzador voluntario del imperativo del tiempo alienante. Al mismo tiempo, la aplastante mayoría de los individuos son degradados a la condición de meros trabajadores sometidos al trabajo". Bajo tales condiciones, el proceso de reproducción social debe hundirse más profundamente en de crisis estructural, con la extremadamente peligrosa implicación final de un camino sin posible retorno.

La pesadilla del "estado estacionario" permanece como una pesadilla a pesar de que se trate de aliviarla, como proponía John Stuart Mill, mediante el remedio ilusorio de "la mejor distribución" considerada aisladamente. No existe tal cosa como la "mejor distribución" sin una reestructuración radical del proceso de producción en sí mismo. La alternativa hegemónica socialista al dominio del capital requiere fundamentalmente superar la dialéctica truncada entre las relaciones vitales de producción, distribución y consumo. Pues sin eso, el propósito socialista de convertir el trabajo en "el principal deseo de la vida", es inconcebible. Para citar a Marx:

En una fase superior de sociedad comunista, después de la subordinación esclavizadora del individuo a la división del trabajo y que con ello haya desaparecido la división entre trabajo mental y físico; después que el trabajo haya llegado a ser no sólo un medio de vida si no un deseo primordial de vida; después que las fuerzas productivas hayan aumentado con el completo desarrollo del individuo y que todas las fuentes de la riqueza cooperativa fluyan en abundancia—sólo entonces puede el estrecho horizonte del derecho burgués ser eliminado completamente y la sociedad inscribir en sus banderas "A cada cual según sus habilidades y a cada cual según sus necesidades" (15).

Estos son los objetivos generales de la transformación socialista, que proveen el ritmo del trayecto y también, simultáneamente, la medida de los logros alcanzados (o que no se cumplieron). Dentro de tal visión sobre el orden social reproductivo, alternativo al del capital, no hay espacio en absoluto para algo así como el "estado estacionario" ni para las falsas alternativas asociadas o derivadas de. "El completo desarrollo de los individuos que conscientemente ejercen la plenitud de los recursos de su tiempo disponible, dentro del marco del nuevo control metabólico social orientado hacia la producción de "riqueza cooperativa", provee la base para una rendición de cuentas cualitativamente diferente, la necesaria contabilidad socialista definida por las necesidades humanas y diametralmente opuesta a la cuantificación fetichista y al consecuente e inevitable derroche.

De aquí proviene la importancia vital de un crecimiento de tipo sustentable que pueda reconocerse y ser administrado exitosamente en el marco metabólico social alternativo. Tal orden alternativo del control metabólico social sería uno en donde la antítesis entre el trabajo mental y físico—siempre vital para mantener el dominio absoluto del trabajo por el capital como el usurpador del papel de sujeto histórico contralor—se desvanecería para bien de todos. En consecuencia, la productividad perseguida en sí conscientemente se elevaría a un nivel cualitativamente más alto, sin correr el peligro del derroche incontrolable, atrayendo genuina riqueza—y no material orientado por un estrecho sentido de ganancia. Sería la riqueza en la que los "individuos sociales ricos" (Marx) , como sujetos históricos autónomos (y ricos precisamente en ese sentido) están plenamente en control.

Al contrario, en el "estado estacionario" los individuos no pueden ser genuinos sujetos históricos. Ya que no pueden estar en control de una vida propia, dado que están a merced de la peor clase de determinaciones materiales, directamente bajo la norma de la escasez incurable.

El siempre creciente derroche en el sistema del capital—y sus catastróficas implicaciones finales—es inseparable del modo tan irresponsable con que se producen los bienes y servicios que han de ser utilizados, en aras de la gananciosa expansión del capital. Perversamente, cuanto más baja es la tasa de utilización, más alta es la del reemplazo beneficioso—un absurdo que emana del alienado punto de vista de ventaja del capital desde donde no puede trazarse ninguna distinción significativa entre el consumo y la destrucción. Ya que la completa destrucción derrochadora calza adecuadamente con la demanda requerida para la autoexpansión del capital para un nuevo ciclo de beneficios en la producción, así como lo podría hacer el consumo genuino que corresponde al uso. Sin embargo, llega el momento de la verdad cuando debe pagarse un fuerte precio por la criminal e irresponsable administración del capital en el curso del desarrollo histórico.

Éste es el punto donde el imperativo para adoptar una crecientemente mejor e incomparablemente más responsable tasa de utilización de los bienes y servicios producidos—y por supuesto, conscientemente producidos con ese objetivo en mente, esto es, en relación a necesidades y usos cualitativamente humanos—llega a ser absolutamente vital. Pues, la única economía viable—aquélla que economiza de un modo significativo y que por eso sostenible en el futuro cercano y más distante—sólo puede ser la clase de economía administrada racionalmente, orientada hacia la utilización óptima de los bienes y servicios producidos. No puede haber crecimiento sustentable de ninguna clase fuera de estos parámetros de manejo racional orientados por una genuina necesidad humana.

Para tomar un ejemplo de importancia crucial de lo que está incurablemente equivocado bajo el gobierno del capital basta ver el modo cómo son utilizados en nuestra sociedad, el creciente número de coches. Los recursos malgastados en la producción y alimentación de los coches a motor son inmensos bajo el "capitalismo avanzado" y representan en cada hogar el segundo más alto gasto después de las deudas hipotecarias. Sin embargo, de un modo absurdo la tasa de utilización de los coches es menor al 1%, mentirosamente justificada por los derechos de posesión exclusiva conferidos a sus compradores. Al mismo tiempo,, la alternativa muy real practicable, es no sólo descuidada sino activamente saboteada por los inmensos intereses de corporaciones cuasi-monopólicas. Ya que la simple verdad es que lo que los individuos necesitan (y que no obtienen a pesar de las pesadas cargas financieras que se les imponen) es servicios de trasporte adecuados y no el objeto privadamente apropiado, despilfarrador y dañino del ambiente, que además los hace vivir horas incontables de sus vidas en insalubres atochamientos de tráfico.

Evidentemente, la alternativa real sería desarrollar trasporte público a un nivel cualitativamente más alto, que satisfaga criterios económicos, ambientales y de salud personal muy dentro del horizonte de esos proyectos racionalmente perseguidos limitando al mismo tiempo el uso de coches en funciones específicas—que sean de propiedad colectiva, que estén ubicados apropiadamente y no sean usados para fines exclusivos o de derroche. Así, las necesidades del individuo—en este caso su necesidad genuina por servicios de trasporte adecuados—determinaría los objetivos de los vehículos e instalaciones de comunicación, (como caminos, redes ferroviarias, sistemas de navegación) a ser producidos y mantenidos de acuerdo con el principio de utilización óptima, en vez de que el individuo sea completamente dominado por las necesidades fetichistas del sistema establecido para el beneficio y la expansión finalmente destructiva del capital.

La pregunta inevitable pero al mismo tiempo tendenciosamente evitada , es la pregunta sobre la economía real, que corresponde a las consideraciones presentadas en este artículo y que serán enfrentadas en un futuro muy cercano. Ya que en los llamados países del tercer mundo es inconcebible seguir las pautas de "desarrollo" derrochador del pasado, las mismas que en los hechos los condicionaron a su precaria condición de hoy en día bajo el gobierno del modo social de reproducción metabólica del capital. El fracaso estridente de las tan promovidas "teorías de la modernización" y sus correspondientes encarnaciones institucionales, demuestran claramente la desesperanza de esa aproximación.

7.

En algún respecto al menos, en el pasado reciente se ha visto levantarse alguna alarma—claro que presionando al mismo tiempo por la afirmación o absoluta preservación de los privilegios de los países capitalistas. Esto fue en relación con la creciente necesidad internacional de recursos energéticos y la intervención competitiva, en el proceso en despliegue, de algunos potencialmente inmensos poderes económicos, sobre todo China. Hoy esa preocupación se centra primordialmente en China, pero en el debido momento, se deberá agregar, por supuesto, a India entre los países que presionan por esos vitales recursos energéticos. Y cuando agregamos a China, la población del subcontinente indio, estamos hablando de más de 2,500 millones de personas. Naturalmente, si en realidad siguen la alguna vez grotesca receta propagandizada sobre las Etapas del crecimiento económico (16), con el alegato muy simple sobre "el crecimiento capitalista que conduce a la madurez", eso, podría tener devastadoras consecuencias para todos. Pues, la sociedad plenamente automovilizada de 2,500 millones de personas sobre el modelo norteamericano del "desarrollo capitalista avanzado" con más de 700 coches por cada mil personas, significaría que todos estaríamos muertos mucho antes a causa de los beneficios "modernizantes" de la contaminación venenosa para no mencionar el agotamiento total de las reservas de petróleo del planeta. Pero de acuerdo a esta misma señal con un sentido opuesto, nadie puede seriamente imaginar que los países en cuestión pudieran dejarse donde están. Imaginar que dos mil quinientos millones de personas de China y del subcontinente de India pudieran estar condenadas permanentemente a su situación existente y aún, en fuerte dependencia de una manera u otra con las partes capitalísticamente avanzadas del mundo, desafía toda credibilidad. La única cuestión es: si la humanidad puede encontrar una solución racionalmente viable y verdaderamente equitativa para la legítima demanda de desarrollo social y económico de los pueblos considerados. De otro modo, la competencia antagónica y la lucha destructiva por los recursos son el camino del futuro. Como surge del marco orientador y de los principios operativos del modo de control socio-reproductivo del capital.

Otro aspecto que aparece en nuestro horizonte, es en nuestro tiempo el imperativo absoluto para adoptar un modo cualitativamente diferente de organización económica y social de la vida, y concierne a la ecología. Pero una vez más, el único modo viable de enfrentar los crecientes graves problemas de nuestra ecología global, si hemos de enfrentar de una manera responsable los problemas que se agravan y las contradicciones en el manejo del planeta con sus impactos de calentamiento global a las demandas más elementales de agua limpia—y de aire respirable—es volcarnos desde este orden de cuantificaciones fetichistas y derrochador hacia uno genuinamente orientado hacia la cualidad. A este respecto, la ecología es un aspecto importante pero subordinado a la necesaria redefinición cualitativa de utilizar los bienes y servicios producidos sin los cuales el alegato por una ecología sustentable permanentemente para la humanidad—una vez más, algo que es un absoluto deber—no puede ser otra cosa que una pía esperanza.

El último punto a enfatizar en este contexto es que la urgencia para enfrentar estos problemas no puede ser rebajada ni minimizada, dados los intereses establecidos del capital, sostenido por las formaciones del estado imperialista dominante en sus insuperables rivalidades entre sí. Irónicamente, aún cuando hay tanta habladuría propagandística acerca de la "globalización", los requerimientos objetivos para hacer funcionar un orden reproductivo globalmente coordinado de trabajos de intercambio son constantemente violados. Aún así, dado el presente estadio de desarrollo histórico, la verdad que no se puede callar es que con respecto a todas las cuestiones mayores que hemos estado discutiendo en este artículo, estamos realmente preocupados por los retos globales que se agravan y que requieren de soluciones globales.

Sin embargo, nuestra preocupación más grave es que el modo social de reproducción metabólica del capital, en vista de sus inherentes determinaciones estructurales antagónicas y a sus manifestaciones destructivas—no es susceptible en absoluto de soluciones globales viables. El capital, dada su naturaleza inalterable, no es nada a menos que prevalezca en la forma de dominación estructural. Pero la otra dimensión inseparable de la dominación estructural es la subordinación estructural. Ésta es la razón por la que el modo social de reproducción metabólica del capital siempre ha funcionado y siempre deberá tratar de funcionar trayendo consigo las más devastadoras guerras de las que hemos tendido bastante más que una prueba en nuestro tiempo. La afirmación violenta de los imperativos destructivos del imperialismo hegemónico global a través del ya inimaginable poder destructivo de los Estados Unidos como el hegemon global no puede traer soluciones globales a nuestros agravados problemas, sino, solamente, el desastre global. De ahí que, la inevitable necesidad de ubicar estos problemas globales de un modo históricamente sostenible, nos plantea el reto del socialismo en el siglo XXI—la única alternativa hegemónica al modo de control social metabólico del capital que está a la orden del día.
Notas

1) Karl Marx, Capital, vol. 1 (Penguin Classics, 1992), 85.
2) John Stuart Mill, Principles of Political Economy (Prometheus Books, 2004), 751.
3) Mill, Principles, 749.
4) Mill, Principles, 749.
5) Para citar este libro con todo sucompleto y hasta preetencioso título, Donella H. Meadows, et al., The Limits to Growth: A Report for the Club of Rome Project on the Predicament of Mankind (London: Earth Island Limited, 1972).
6) Diciéndolo, la principal figura teórica detrás de esta aventura de la "limitación del crecimiento" es el profesor Jay Forrester, del Massachusetts Institute of Technology, que desdeñosamente dejo de lado toda preocupación por la igualdad como una mera "consigna de igualdad" Vea su entrevista en Le Monde, August 1, 1972.
7) Vea István Mészáros, Socialism or Barbarism: From the "American Century" to the Crossroads (Monthly Review Press, 2001).
8) Vadim Medvedev, "The Ideology of Perestroika," en Perestroika Annual 2, Abel Aganbegyan, (ed.) (London: Futura/Macdonald, 1989), 31–32.
9) El título del más famosolibro en la cruzada de Hayek.
10) Gorbachev citado en John Rettie, "Only Market Can Save Soviet Economy," The Guardian, October 17, 1990.
11) Para citar uno de llos postulados idealizantes de Hegel: "The nation state is mind in its substantive rationality and immediate actuality and is therefore the absolute power on earth." G. W. F. Hegel, The Philosophy of Right (Cambridge: Cambridge University Press, 1991), 212.
12) Marx, The Poverty of Philosophy, en Marx-Engels Collected Works, vol. 6, 134. Citado en István Mészáros, "The Communitarian System and the Law of Value in Marx and Lukács" (chapter 19 of Beyond Capital), Critique, no. 23, 1991, 36. Vea también el capítulo 15 ("The Decreasing Rate of Utilization under Capitalism") y 16 ("The Decreasing Rate of Utilization and the Capitalist State") de Beyond Capital, que trata de algunas importantes cuestiones relacionadas con estos asuntos.
13) Karl Marx, Grundrisse, 708.
14) Ibid.
15) Karl Marx, Critique of the Gotha Programme, en Marx and Engels, Selected Works, vol. 2, 23.
16) See Walt Rostow, The Stages of Economic Growth: A Non-Communist Manifesto (Cambridge: Cambridge University Press, 1960).

Fuente: lafogata.org


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