miércoles, 16 de enero de 2008

CAMPO GRANDE

Caen algunas gotas despues de la sequia - Algo mas sobre los ajeros de Campo Grande
“Caen algunas gotas despues de la sequia”, es la lirica metafora que utilizo Juan Chiapinotto en marzo de 2002 para referirse al buen momento que comenzaban a percibir los exportadores, como consecuencia de la devaluacion del peso respecto del dolar y el euro.
Chiapinotto, que es uno de los mas influyentes miembros de la Asociacion de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajo, Cebolla y Afines de la Provincia de Mendoza (ASOCAM), no tuvo tampoco empacho en reconocer publicamente que “la devaluacion los agarro con el ajo acopiado en los galpones y que eso les vino muy bien”.
Sin embargo, los “secos”, los muertos de hambre, los desocupados, los indigentes, los asalariados, ya hemos aprendido como se comporta la lluvia. Sabemos que no siempre llueve en todos lados y que a veces, con suerte, solo moja de lado.
En los ultimos 30 años los gurues que anunciaron el fin de la historia y de las ideologias (al calor de la dictadura primero y de radicales y peronistas luego), tambien nos pronosticaron la sequia eterna. En estos tiempos neoliberales aprendimos que el agua que se acumula no fluye ni, mucho menos, se derrama. Esperamos ansiosos ver como las copas de los abajo se llenarian con el agua desbordante de los de arriba. Pero siguio siendo siempre un espejismo. El agua no baja: sube y se estanca. Los empresarios no la dejan correr, la beben toda, hasta el ultimo sorbo.
De las gotas al torrente
El sector ajero de Mendoza, es un ejemplo de como esas primeras gotas despues de la lluvia se convirtieron en un torrente de ganancias para unos pocos, al resguardo de un modelo que garantiza la injusticia social.
En Mendoza se produce gran parte del ajo que se consume en el pais y en el mundo. En los ultimos años el volumen de cosecha ha aumentado mas que significativamente y, ademas, los precios internos e internacionales vienen en franco ascenso. Segun cifras oficiales, los empresarios ajeros de Mendoza, han facturado desde enero a julio de 2007, alrededor de 215 millones de pesos.
El 83% del ajo que se produce en la Argentina proviene de unas 2.600 empresas mendocinas. Alrededor de 2.500 son pequeños y medianos productores que se encuentran subordinados econonomicamente a unas 100 empresas exportadoras. El grupo mas selecto lo componen 20 exportadores agrupados en ASOCAM. A la cabeza estan las empresas Campo Grande y SANES.
Mientras los miles de pequeños y medianos productores cobran, con suerte y en negro entre $ 0,44 y $ 0,50 por kilo de ajo, los exportadores colocan sus productos en el mercado internacional a precios que van desde 1,30 a 1,80 dolares el kilo, (o sea, se les paga entre $ 4,10 y $ 5,70 por kilo de ajo).
Los que no se la bancan.
El año pasado, las empresas mendocinas pagaron a los trabajadores, por el cajon embalado 2,15 pesos. Este año, con record de ingresos y exportaciones, la remuneracion aumento apenas a 2,29 pesos.
Ademas los patrones, pese a este boom del sector, no se privaron de explotar libremente a los obreros. La gran mayoria de ellos estan obligados a depender de cooperativas truchas que les permiten, lisa y llanamente, violar sistematicamente todos los derechos laborales.
Sin embargo, los explotados de Campo Grande no se la bancaron mas y, finalmente se rebelaron contra esta forma de violencia sobre los obreros. Porque, en rigor de verdad, la inseguridad social (los bajos salarios, la jornada ilimitada de trabajo, la ausencia de descanso, el no pago de aguinaldo y salario familiar, la privacion del derecho de sindicalizacion, jubilacion, seguro de desempleo, obra social, etc., etc.) son expresiones de una crueldad cotidiana que se ha naturalizado y que suele ser ocultada detras de otras formas de violencia (como los robos, los asesinatos, las violaciones, etc.) que monopolizan el discurso de la seguridad-inseguridad en los medios de comunicacion.
Sobre violencia, violencia.
A la violencia intrinseca de esta relacion laboral perversa, el Estado tristemente le sumo mas violencia.
El 29 de noviembre por la mañana cerca de 400 trabajadores de Campo Grande, en legitimo ejercicio de sus derechos constitucionales se congregaron en el porton de la empacadora para reclamar el blanqueo laboral de todos los trabajadores “cooperativizados”. Pero, no fueron escuchados en todo el dia: primero, un largo silencio de los empresarios y de la Subsecretaria de Trabajo, luego, el estruendo policial.
En horas de la tarde, 120 policias encabezados por dos tropas de la Infanteria Antitumulto y al mando de la Fiscal Liliana Giner, reprimio violentamente a los obreros y obreras arrojandoles gas pimienta, balas de goma, piedras y hasta las propias bicicletas de los que reclamaban.
El saldo de la represion: 7 trabajadores apresados, 7 policias heridos y 60 obreros lesionados (la gran mayoria mujeres). El accionar de la policia fue desproporcionado, cobarde, salvaje y absolutamente injustificado. A pesar que los trabajadores lo solicitaron, ninguna ambulancia del Estado acudio en auxilio de los heridos.
La fiscal Liliana Giner, destaco el “correcto” accionar policial y nego la existencia de obreros heridos. Sin embargo, las evidencias no pudieron negarse por mucho tiempo. Los diarios y la television de Mendoza mostraron la crudeza de la represion, los testimonios de las victimas y las violentas huellas que dejaron las balas de goma en los cuerpos de los trabajadores.
El 30 de noviembre decenas de obreros de Campo Grande acudieron al Senado de Mendoza a exigir trabajo digno y la destitucion de la Fiscal Giner. El 3 de diciembre, cientos de trabajadores marcharon por las calles de Mendoza reclamando justicia. Otra justicia, no la de la Fiscal Giner.
Campo Grande, hoy.
Hoy, a casi 1 mes de aquellos dias, no ha cambiado nada en favor de los trabajadores de Campo Grande. 33 delegados han sido expulsados ilegalmente de sus empleos y sus patrones han confeccionado una “lista negra” con sus nombres para ser difundida en todas las empresas de la zona y asi evitar que los “rebeldes” sean empleados.
Ayer los trabajadores de Campo Grande volvieron a manifestarse frente a su lugar de trajo sin obtener respuestas a sus legitimos reclamos.
Esta mañana, el padre Cristian Bassin, parroco de Maria Auxiliadora de Rodeo del Medio, uno de los pocos referentes junto a Raquel Blas (Secretaria Gremial de la CTA) que en los ultimos dias tomaron una posicion a favor de los obreros, fue cobardemente amenazado por telefono.
Es incierto el cauce que puede tomar este conflicto. Lo de Campo Grande es un paradigma de nuestros tiempos, un sintoma mas de la creciente polarizacion de la riqueza, del crecimiento de la desigualdad, de la inseguridad social y de la violencia sostenida sobre los asalariados.
Mas alla de las incumplidas responsabilidades del Estado y sus funcionarios, creo que los militantes sociales y politicos no estamos a la altura de las circunstancias. Resulta imprescindible, si queremos vencer la perversa logica dominante, tomar partido a favor de los trabajadores de Campo Grande y hacernos parte de su lucha, que no es ni mas ni menos que la nuestra.
28 de diciembre de 2007.- - Ricardo Nasif - Secretario General - CTA Tunuyan


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