viernes, 24 de agosto de 2007

Se recrudece el conflicto de tierras en La Rinconada

Los campesinos organizados del norte provincial aseguran que no permitirán la usurpación de sus territorios y denuncian inacción por parte de la justicia y el estado provincial.

A más de un año de desatarse el conflicto de tierras en las cercanías de la localidad de La Rinconada, en el departamento Río Seco, en los límites entre las provincias de Córdoba y Santiago del Estero, la tensa calma existente desde hace unos meses vuelve a romperse por el avance del empresario Rene Fritzler sobre las posesiones campesinas.

El empresario entrerriano dice ser propietario de un territorio de más de 23 mil hectáreas habitadas por 35 familias, en la región de la reserva natural de la costa de Mar Chiquita y Bañados del Río Dulce.

Si bien el argumento jurídico de Fritzler, documentos otorgados por catastro de la provincia de Santiago del Estero, se derrumbó al dictaminar la justicia santiagueña la pertenencia del campo al territorio cordobés, el empresario continúo avanzando con alambrados y obras de infraestructura.

Además, el manejo cuasi militar de la ocupación del campo, colocando puestos de control y alarmas, cerrando caminos que impiden la comunicación de los campesinos entre sí y contratando seguridad privada para intimar a los poseedores, ha violado sistemáticamente los derechos de las familias que habitan allí.

Los cuervos al acecho

La justicia de Deán Funes, a donde fue devuelta la causa luego de su paso por la justicia federal, permanece inmutable ante esta situación y es cómplice de los dudosos acuerdos que el empresario ha realizado con algunos de los lugareños sin plantearse la mínima duda de cómo esos poseedores entregan los derechos que adquirieron a lo largo de décadas.

Por caso, el abogado de Fritzler, Marcelo Touriño, declaró a La Voz del Interior, que el 90% de las familias había suscripto acuerdos que reconocen a Fritzler como dueño del campo, cuando eso está lejos de ser real y además, se deben tener en cuenta varias cuestiones.

Por lo menos, vale aclarar dos cosas. Por un lado, las familias que firmaron, lo hicieron de manera engañosa ya que los intimaban bajo la amenaza del desalojo y en la mayoría de los casos todavía creen haber firmado otra cosa, desconociendo los alcances que tendrán en el futuro. Por ejemplo, se hizo firmar a campesinos analfabetos presentando como testigos del convenio a personas allegadas al propio Fritzler. Esto nos hace preguntarnos, ¿dónde está la justicia para amparar a los más desprotegidos?, ¿dónde están los organismos que velan por los derechos de los ciudadanos?

Por otro lado, las familias que no suscribieron los acuerdos, ni los suscribirán, se asombran ante la inacción de la justicia y están dispuestos a rechazar cualquier intento de avance sobre sus territorios.

De esta situación se desprenden varias preguntas: ¿cómo la justicia de Córdoba permite la total impunidad para que un empresario siga avanzando cuando, por lo menos, deberían existir las dudas lógicas que impidan a Fritzler continuar con sus obras?, ¿la misma justicia va a esperar que se llegue al enfrentamiento directo entre los campesinos y la gente de Fritzler, derivando en los hechos de violencia que nadie quiere?, ¿cuánto vale la ética de un abogado que dice defender los intereses del pueblo en cuanta conferencia aparece?, ¿aquel abogado que hizo procesar a Angeloz, al fiscal Casado, etc., va a ser la herramienta jurídica para seguir expulsando campesinos de sus tierras? …

La situación de hoy

El fin de semana que pasó, empleados de Fritzler comenzaron a marcar líneas para futuros alambrados que avanzarán sobre las posesiones de varias familias y colocaron un puesto de control a la par de la vivienda Ramón Galán, integrante de la Unión Campesina del Nordeste, quien había sido amedrentado cuando mejoraba una represa y ya había tenido enfrentamientos con la gente del entrerriano.

Las comunidades de Los Eucaliptos, Los Quebrachitos, Cardones Altos e Isla Verde, recientemente incorporadas al Movimiento Campesino de Córdoba, aseguran que impedirán el avance del empresario y no permitirán que Fritzler continúe con el plan de hacer cuadrar perimetralmente el campo. El empresario tiene planes de encerrar íntegramente las tres primeras comunidades y aislar a la cuarta.

Es importante destacar que los trabajos de Fritzler no solo afectan a las 35 familias que se encontrarían dentro de lo que él reclama como propio, sino que de continuar con los alambrados cerraría el paso al Río Dulce, cuya vera es utilizada colectivamente como aguada y pastaje para el ganado por más de 300 familias.

Por todo lo expuesto, la Unión Campesina del Nordeste, integrante del Movimiento Campesino de Córdoba, exige:

* El cese de la usurpación de los territorios campesinos por parte del empresario René Fritzler.
* La intervención activa de la justicia en la investigación de los acuerdos firmados y en la constatación de la presión y violencia sobre los campesinos.
* Una declaración interprovincial de reconocimiento de la costa del Río Dulce como campos de uso colectivo de propiedad intransferible.



Unión Campesina del Noreste (UCAN)

Movimiento Campesino de Córdoba (MCC)

Movimiento Nacional Campesino Indígena



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