miércoles, 28 de mayo de 2008

LOS PROPIETARIOS YA NO SON PRODUCTORES POR ERIC CALCAGNO

Por Juan. M. Villa - Tuesday, May. 27, 2008 at 3:11 AM
juanvillacb@hotmail.com (Casilla de correo válida)

PREMISAS Y ASPECTOS PARA TENER EN CUENTA RESPECTO A LAS SOLUCIONES POSIBLES DEL CONFLICTO AGRARIO

Por Alfredo Eric Calcagno

Los propietarios ya no son productores
La mayoría son rentistas que arriendan sus campos a pooles de siembra

La fotografía que puede tomarse ahora del campo argentino tiene poco que ver con la que podían captar nuestros padres. Hace sólo 10 años, la producción de granos era de 65,3 millones de toneladas; ahora es de 97 millones de toneladas, producidas en gran parte con siembra directa, semillas transgénicas, tierras arrendadas y predominio de la soja. Como se trata de un fenómeno reciente e importante, es bueno analizarlo con algún detalle. A continuación señalaré tres rasgos de ese “nuevo campo”.

Primer rasgo: roles cambiados de propietarios, productores y rentistas.


Las categorías de propietarios, productores y rentistas se han alterado. En la actualidad, entre el 40 y el 80 % de los campos – según la zona- es trabajado por arrendatarios; ese porcentaje es insólito en la Argentina y en cualquier parte del mundo. En consecuencia, esos propietarios han dejado de ser productores y ahora son rentistas; es decir, no trabajan el campo, sino que lo arriendan, en especial a pooles de siembra.


Al mismo tiempo existió un fuerte aumento de precios de la tierra que, en áreas de la pampa húmeda, de 2500 dólares por hectárea en tiempos de la crisis de 2002 pasó ahora a cerca de 15000 dólares; así, el pequeño propietario de 200 hectáreas tiene un capital en tierras de 3 millones de dólares. La mayoría de los propietarios – incluso los pequeños- arrienda sus campos para el cultivo de la soja, que en la zona pampeana significan alrededor de 500 dólares por hectárea. De tal modo, un pequeño propietario de 200 hectáreas recauda la suma de 8300 dólares mensuales; si tuviera 1000 hectáreas, la renta sería de 41600 dólares mensuales, y todo ello no le significa ningún esfuerzo.


Se ha generado así una clase media alta o una clase alta (según la cantidad de hectáreas), que ha dejado de ser productora para transformarse en rentista. Tal vez, una de las consecuencias de este cambio sea la nueva posición de la Federación Agraria Argentina (FAA), que representa a los terratenientes pequeños o medianos. Gran parte de sus representados ya no son más productores y arriendan sus campos; entonces, la FAA ahora pelea por su renta, con una visión más feudal que moderna.

Segundo rasgo: diferencia entre beneficio empresario y renta de la tierra. Los terratenientes que son productores tienen derecho al beneficio que surge de su trabajo de organizador de la producción; pero es muy diferente la renta de la tierra, generada por la diferencia entre costos nacionales y precios internacionales. Estas circunstancias dependen de la naturaleza (tierra fértil, lluvias), de la situación internacional (demanda mundial, cosechas en otros países) y de la fijación del tipo de cambio por el gobierno; nada tienen que ver los productores agropecuarios con estos requisitos. La renta de la tierra, por su misma índole, pertenece a la comunidad nacional.


En consecuencia, los productores agrícolas tienen derecho al beneficio empresario, no a la rentabilidad extraordinaria de la tierra. El gobierno no les mete la mano en el bolsillo cuando les cobra retenciones sobre una parte de la renta extraordinaria; son ellos los que pretenden quedarse con una tajada mayor de una renta que no les corresponde.

Tercer rasgo: las retenciones y los precios de los alimentos. Las retenciones evitan el aumento de los precios de los alimentos, al desvincular los precios nacionales de los internacionales. En general, los empresarios tienen la alternativa de vender su producto en el mercado interno o exportarlo. Si el precio internacional es mayor (como ocurre con los alimentos argentinos), su primera alternativa es exportar, con lo que habrá un menor abastecimiento del mercado interno y pueden subir los precios; la segunda posibilidad consiste en vender en el mercado local al mismo precio que el externo, que es mucho más alto. En ambos casos, se desencadena un proceso inflacionario. La solución al problema consiste en que el gobierno capte la diferencia entre el precio local y el externo, de modo que sea indiferente vender aquí o exportar. Además, en el corto plazo, el paro agropecuario provocó la suba de los precios de los alimentos.


Un arreglo de fondo del problema agrario deberá tener en cuenta los tres rasgos señalados. Primero, ni en el diagnóstico ni en las soluciones deben confundirse la naturaleza ni las funciones de los productos y de los rentistas. Segundo, en el caso de los productores, hay que distinguir entre el beneficio empresario (al que tienen pleno derecho) de la renta de la tierra (que no les pertenece). Tercero, las retenciones impiden que los alimentos alcancen precios exorbitantes.

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Tergiversaciones
Por --- - Tuesday, May. 27, 2008 at 9:57 AM

Es verdad que muchos propietarios actualmente son rentistas. Pero Calcagno -que es un "progre" oficialista- tergiversa varias cuestiones.

En primer lugar, no son los rentistas sino los productores quienes están protestando en las rutas.
La especie de que la protesta ruralista es una manifestación de rentistas y no de productores, es una macana delirante que ya ha fue difundida por la gente de Razón y Revolución, que últimamente no dan pie con bola.
En resumen: Sí, hay muchos rentistas. Pero no son ellos los que protestan. El rentista la mira por TV.

En segundo lugar, alguien que tiene 300 Ha en una zona de alta rentabilidad no puede considerarse un pequeño productor, sino uno mediano y bastante privilegiado (por la zona).

En tercer lugar, las rentas de los pequeños propietarios de ningún modo son tan altas como inventa Calcagno, que no distingue entre el rinde general de la hectárea y lo que va al propietario en calidad de renta (e incluso sospecho que no restó costes ni riesgo).
Es cierto que el campo, y especialmente la soja, está dando muy buen rédito, pero de ninguna manera son todos multimillonarios como quiere hacer creer el chanta de Calcagno (sobre cuyo patrimonio no estaría de más investigar un poco).

En cuarto lugar, Calcagno ignora deliberadamente que si muchos antiguos productores pasaron a ser rentistas fue por un conjunto de políticas -iniciadas por Menem- que propiciaron su retirada y el arriendo en masa por parte de los pooles (otro sector que NO tiene activa intervención en la protesta).

En quinto lugar, Calcagno recae en el mismo vicio principal de los dos bloques en pugna: ignora la gran tajada que se llevan las exportadoras, comercializadoras, acopiadoras y trasnacionales proveedoras de semillas, plaguicidas y fertilizantes (aunque al menos admite que la FAA cada tanto les dedica algún parrafito).

Un kirchnerista más (o uno menos, según como se considere la cosa).

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Es que...
Por Kenshin - Tuesday, May. 27, 2008 at 11:01 AM

...me parece que la suerte de los rentistas está íntimamente ligada a la de los arrendatarios: cuanto mayor beneficio puedan obtener éstos, más pueden especular aquellos con el alquiler de sus propiedades.

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...
Por --- - Tuesday, May. 27, 2008 at 11:41 AM

Eso es obvio, son intereses vinculados.
Pero el rentista, especialmente si es un propietario chico -y especialmente si el arrendatario es un pool de siembra- es alguien que se está dedicando a otra cosa, se fue del campo. Yo no dije que los rentistas no cobren la renta, sino que no son los que están protestando, que la protesta rural no es una movida impulsada por ellos.

Digo más: por lo general se les ofrece una renta fija, así que cuánto más o menos gane el arrendatario al rentista podría serle indiferente. Hay que tener en cuenta que no responden al viejo modelo del rentista. En muchos casos es gente que, como el negocio tomó un cariz que le es ajeno, eligió arrendar a un pool.

Con todo, hay cierta fricción entre propietarios y pooles, porque como los pooles buscan la rentabilidad máxima por un período limitado -son un negocio de naturaleza financiera- no les importa deteriorar el suelo, así que pueden llegar a devolverlo al propietario en condiciones desastrosas.

Finalmente, ha de saberse que estos pooles que son grandes arrendatarios y, por lo tanto, pueden negociar los arriendos con bentaja, no han tenido mayor intervención en la protesta ruralista (ejemplos: Grobocopatel, que viaja a Venezuela con la comitiva presidencial, o Cresud uno de cuyos principales directivos mantuvo una reunión casi secreta con la presidenta).

De modo general, la protesta está impulsada por un frente de propietarios grandes, medianos y chicos, y prácticamente no intervienen en ella sectores tan influyentes en los negocios del agro como las exportadoras y comercializadoras, los pooles de siembra y las agroindustrias.
Y de hecho, los que le vienen poniendo el cuerpo a la protesta son los pequeños y medianos productores.

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