Perro" Santillán: "Crecieron la pobreza y la marginalidad". Reportaje en Critica Digital.
Por Andrés Fidanza
El "Perro" Santillán y la situación social
Fue el piquetero más famoso de la era menemista. Ahora fundó Tupac Katari, un nuevo movimiento social. Reivindica la decisión del oficialismo de "sacarles a los que más tienen" con las retenciones.
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foto: Crítica Digital
Carlos "El Perro" Santillán está igual a la postal mental que muchos porteños conservan de él, construida durante sus años de lucha contra las reformas neoliberales de los noventa. La fama ya no lo acompaña como en aquellos años, pero el jujeño mantiene su tono directo para decir las cosas que lo rebelan. "La pobreza ha crecido", dice antes de aclarar que el kirchnerista no es "su" gobierno, pero que eso no implica que haya que "retroceder a Lavagna, Duhalde o Menem".
Santillán, que dejó la Corriente Clasista y Combativa y fundó Tupac Katari, un nuevo movimiento social, dice también que respecto del conflicto entre el agro y la Casa Rosada no está "ni con el Gobierno ni con el campo". "Nos pechean de un lado y nos pechean del otro", dice con sus palabras.
– ¿Cómo ve la situación social en el país?
– Difícil. Más que difícil. En el último tiempo se ha profundizado con la suba de precios de la canasta familiar. Hay sectores que no tienen nada de nada. En algunas provincias, como Jujuy, los que menos tienen no pueden ni comer. A nuestro movimiento, Tupac Katari, llegan niños, jóvenes y viejos hambrientos. Creo que se profundizó la pobreza y la marginalidad. Realmente, si hay alguna crítica al gobierno nacional, es ésa.
– ¿Coincide con la visión de la cúpula de la Iglesia, entonces?
– Sí, pero creo que no se puede hablar desde San Isidro. No me confío de la Iglesia. Aparece en momentos claves de la política. Es decir, sí, hay más pobreza; se deterioró el sueldo de los trabajadores y los planes de 150 pesos ya no sirven para nada. Es verdad, y lo decimos nosotros que estamos ahí, con los compañeros. Mientras tanto, el Gobierno demoniza la demanda social y a quienes, como nosotros, reclamamos una respuesta para las mayorías necesitadas. Si la dieran, no saldríamos a la calle.
– ¿Cree que la disputa del Gobierno con las entidades agrarias va en favor del pueblo, de redistribuir el ingreso, como dice el discurso oficial?
– Está bien sacarles, con las retenciones, a los que más tienen. Pero deben dar muestras de que buscan redistribuir para los que menos tienen: sacar el IVA, un impuesto terrible para los pobres. El Gobierno debe demostrar que el modelo neoliberal se está terminando, porque no se terminó del todo: se siguen beneficiando grupos concentrados y hay proyectos inviables, como el que anunciaron para hacer el tren bala.
– ¿Cómo se posiciona ante un conflicto que se polarizó tanto?
– Han puesto a todos a optar. Nosotros decimos, ni con el Gobierno ni con el campo, con el pueblo.
– ¿Es difícil ubicarse en una posición intermedia?
– Sí, muy difícil, nos pechan de un lado y nos pechan del otro. Sabemos bien que a lo mejor éste no sea nuestro gobierno, pero no queremos retroceder a (Roberto) Lavagna, ni a (Eduardo) Duhalde, al menemismo.
– ¿Percibe un "ánimo destituyente", como plantea el Gobierno?
– La situación política se ha enrarecido. Aparece Cecilia Pando en la Plaza y hay una solicitada firmada por Jorge Asís, por toda la ultraderecha argentina. Diría que sectores golpistas se montan en la lucha del campo. Y estando ahí la Sociedad Rural, ¿qué podemos esperar?
– ¿Cómo ve el papel de la Federación Agraria en el conflicto?
– Eduardo Buzzi ya no habla de reforma agraria ni de, al menos, una ley de arriendo, que favorezca a los más chicos. A ver qué opinan los que están en la mesa con él.
– ¿Y el Gobierno tiene responsabilidad en la concentración de la tierra?
– Claro. Los pools de siembra, en los que los inversores ven un perro y creen que es una vaca, han sido los beneficiados. A esos no hay que hacerles más el juego. Bien hecho que, ahora, les toquen el bolsillo. Incluso, hay que recuperar la tierra para sus verdaderos dueños, los que despojó la sojización: los pueblos originarios, los campesinos de 5 o 10 hectáreas de tierra en Chaco, en Santiago del Estero, en Salta. Son miles que no se expresan en las rutas, con los cacerolazos, donde hay señoras acompañadas por las sirvientas.
– ¿Es distinta la lucha social de hoy en relación con la de los noventa?
– Muy distinta. En los noventa, el campo popular estaba más unido. La dispersión fue grande; el sistema clientelista, la falta de políticas universales en lo social dividieron mucho. Algunos recibieron por demás y otros no recibimos nada.
– ¿Cree que la aparición del kirchnerismo partió a la militancia social?
– No critico a los compañeros que han decidido hacer política. Creo que al movimiento social en general le ha hecho mucho daño que los compañeros hayan decidido trabajar de funcionarios, metidos al lado o en cargos del Gobierno.
– ¿Le reconoce algún mérito al Gobierno?
– La avanzada en derechos humanos, juzgar torturadores. Eso es bueno y, por eso, tampoco queremos retroceder. Y ahora que les mete mano a los grandes, decimos: métasela más. Los de abajo no queremos ser más variable de ajuste para pagar la deuda externa.
– ¿Qué opina de esta vuelta de Néstor Kirchner al PJ?
– No tengo ni qué decir. Yo siempre he caminado en un sendero revolucionario. Por eso creo que éste no es mi gobierno.
– ¿Alguna vez confió en el proyecto de la transversalidad?
– Nunca. Por eso no estuve. Pero, ojo, ante los peligros de retroceso, de golpismo, se adónde voy a estar.
– ¿Estará junto al Gobierno?
– Nooo. En la trinchera del Gobierno no, seguro que no. Estaré en la trinchera del pueblo.-
Con el "amigo D’Elía" en la Subsecretaría de Tierras
El miércoles último, cuando terminó el acto de apoyo al proyecto de ley de expropiación del Hotel Bauen, el "Perro" Santillán se fue, caminando por Corrientes, junto a su "amigo", Luis D’Elía. Fueron a la Subsecretaría de Tierras para el Hábitat Social, que hasta 2006 dirigió D’Elía, para "agilizar dos proyectos productivos de panadería", según cuenta Santillán.
– ¿D’Elía le prometió que iban a salir los proyectos?
– No, me dijo que llenara unos papeles para ver si salían. Espero que sea así. Con mi movimiento Tupac Katari recuperamos unos galpones de ferrocarril, pero no tenemos nada. El movimiento apunta, en lo cultural, a dar clases de guitarra, de folclore y boxeo. En lo productivo, damos herrería, soldadura, carpintería. Queremos que los chicos trabajen y salgan de la droga y el alcohol.
– ¿Qué piensa de D’Elía?
– Lo respeto muchísimo. Muchos dicen cualquier cosa de D’Elía, pero ha sido consecuente. Cuando nadie daba ni veinte centavos por Kirchner, lo llevó a un acto en un tambo. En los 90 se portó muy bien conmigo y luchó contra un modelo que hacía estragos.
– Pero tienen diferencias políticas.
– Sobre todo con el tema del Gobierno. Ahí no coincidimos. Tenemos diferencias y se las digo.
– ¿Cree que D’Elía se equivocó al ir a la "contramarcha" de Plaza de Mayo?
– Tiene derecho a manifestarse, pero no tendría que haber pegado esa piña.
Por Andrés Fidanza
El "Perro" Santillán y la situación social
Fue el piquetero más famoso de la era menemista. Ahora fundó Tupac Katari, un nuevo movimiento social. Reivindica la decisión del oficialismo de "sacarles a los que más tienen" con las retenciones.
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foto: Crítica Digital
Carlos "El Perro" Santillán está igual a la postal mental que muchos porteños conservan de él, construida durante sus años de lucha contra las reformas neoliberales de los noventa. La fama ya no lo acompaña como en aquellos años, pero el jujeño mantiene su tono directo para decir las cosas que lo rebelan. "La pobreza ha crecido", dice antes de aclarar que el kirchnerista no es "su" gobierno, pero que eso no implica que haya que "retroceder a Lavagna, Duhalde o Menem".
Santillán, que dejó la Corriente Clasista y Combativa y fundó Tupac Katari, un nuevo movimiento social, dice también que respecto del conflicto entre el agro y la Casa Rosada no está "ni con el Gobierno ni con el campo". "Nos pechean de un lado y nos pechean del otro", dice con sus palabras.
– ¿Cómo ve la situación social en el país?
– Difícil. Más que difícil. En el último tiempo se ha profundizado con la suba de precios de la canasta familiar. Hay sectores que no tienen nada de nada. En algunas provincias, como Jujuy, los que menos tienen no pueden ni comer. A nuestro movimiento, Tupac Katari, llegan niños, jóvenes y viejos hambrientos. Creo que se profundizó la pobreza y la marginalidad. Realmente, si hay alguna crítica al gobierno nacional, es ésa.
– ¿Coincide con la visión de la cúpula de la Iglesia, entonces?
– Sí, pero creo que no se puede hablar desde San Isidro. No me confío de la Iglesia. Aparece en momentos claves de la política. Es decir, sí, hay más pobreza; se deterioró el sueldo de los trabajadores y los planes de 150 pesos ya no sirven para nada. Es verdad, y lo decimos nosotros que estamos ahí, con los compañeros. Mientras tanto, el Gobierno demoniza la demanda social y a quienes, como nosotros, reclamamos una respuesta para las mayorías necesitadas. Si la dieran, no saldríamos a la calle.
– ¿Cree que la disputa del Gobierno con las entidades agrarias va en favor del pueblo, de redistribuir el ingreso, como dice el discurso oficial?
– Está bien sacarles, con las retenciones, a los que más tienen. Pero deben dar muestras de que buscan redistribuir para los que menos tienen: sacar el IVA, un impuesto terrible para los pobres. El Gobierno debe demostrar que el modelo neoliberal se está terminando, porque no se terminó del todo: se siguen beneficiando grupos concentrados y hay proyectos inviables, como el que anunciaron para hacer el tren bala.
– ¿Cómo se posiciona ante un conflicto que se polarizó tanto?
– Han puesto a todos a optar. Nosotros decimos, ni con el Gobierno ni con el campo, con el pueblo.
– ¿Es difícil ubicarse en una posición intermedia?
– Sí, muy difícil, nos pechan de un lado y nos pechan del otro. Sabemos bien que a lo mejor éste no sea nuestro gobierno, pero no queremos retroceder a (Roberto) Lavagna, ni a (Eduardo) Duhalde, al menemismo.
– ¿Percibe un "ánimo destituyente", como plantea el Gobierno?
– La situación política se ha enrarecido. Aparece Cecilia Pando en la Plaza y hay una solicitada firmada por Jorge Asís, por toda la ultraderecha argentina. Diría que sectores golpistas se montan en la lucha del campo. Y estando ahí la Sociedad Rural, ¿qué podemos esperar?
– ¿Cómo ve el papel de la Federación Agraria en el conflicto?
– Eduardo Buzzi ya no habla de reforma agraria ni de, al menos, una ley de arriendo, que favorezca a los más chicos. A ver qué opinan los que están en la mesa con él.
– ¿Y el Gobierno tiene responsabilidad en la concentración de la tierra?
– Claro. Los pools de siembra, en los que los inversores ven un perro y creen que es una vaca, han sido los beneficiados. A esos no hay que hacerles más el juego. Bien hecho que, ahora, les toquen el bolsillo. Incluso, hay que recuperar la tierra para sus verdaderos dueños, los que despojó la sojización: los pueblos originarios, los campesinos de 5 o 10 hectáreas de tierra en Chaco, en Santiago del Estero, en Salta. Son miles que no se expresan en las rutas, con los cacerolazos, donde hay señoras acompañadas por las sirvientas.
– ¿Es distinta la lucha social de hoy en relación con la de los noventa?
– Muy distinta. En los noventa, el campo popular estaba más unido. La dispersión fue grande; el sistema clientelista, la falta de políticas universales en lo social dividieron mucho. Algunos recibieron por demás y otros no recibimos nada.
– ¿Cree que la aparición del kirchnerismo partió a la militancia social?
– No critico a los compañeros que han decidido hacer política. Creo que al movimiento social en general le ha hecho mucho daño que los compañeros hayan decidido trabajar de funcionarios, metidos al lado o en cargos del Gobierno.
– ¿Le reconoce algún mérito al Gobierno?
– La avanzada en derechos humanos, juzgar torturadores. Eso es bueno y, por eso, tampoco queremos retroceder. Y ahora que les mete mano a los grandes, decimos: métasela más. Los de abajo no queremos ser más variable de ajuste para pagar la deuda externa.
– ¿Qué opina de esta vuelta de Néstor Kirchner al PJ?
– No tengo ni qué decir. Yo siempre he caminado en un sendero revolucionario. Por eso creo que éste no es mi gobierno.
– ¿Alguna vez confió en el proyecto de la transversalidad?
– Nunca. Por eso no estuve. Pero, ojo, ante los peligros de retroceso, de golpismo, se adónde voy a estar.
– ¿Estará junto al Gobierno?
– Nooo. En la trinchera del Gobierno no, seguro que no. Estaré en la trinchera del pueblo.-
Con el "amigo D’Elía" en la Subsecretaría de Tierras
El miércoles último, cuando terminó el acto de apoyo al proyecto de ley de expropiación del Hotel Bauen, el "Perro" Santillán se fue, caminando por Corrientes, junto a su "amigo", Luis D’Elía. Fueron a la Subsecretaría de Tierras para el Hábitat Social, que hasta 2006 dirigió D’Elía, para "agilizar dos proyectos productivos de panadería", según cuenta Santillán.
– ¿D’Elía le prometió que iban a salir los proyectos?
– No, me dijo que llenara unos papeles para ver si salían. Espero que sea así. Con mi movimiento Tupac Katari recuperamos unos galpones de ferrocarril, pero no tenemos nada. El movimiento apunta, en lo cultural, a dar clases de guitarra, de folclore y boxeo. En lo productivo, damos herrería, soldadura, carpintería. Queremos que los chicos trabajen y salgan de la droga y el alcohol.
– ¿Qué piensa de D’Elía?
– Lo respeto muchísimo. Muchos dicen cualquier cosa de D’Elía, pero ha sido consecuente. Cuando nadie daba ni veinte centavos por Kirchner, lo llevó a un acto en un tambo. En los 90 se portó muy bien conmigo y luchó contra un modelo que hacía estragos.
– Pero tienen diferencias políticas.
– Sobre todo con el tema del Gobierno. Ahí no coincidimos. Tenemos diferencias y se las digo.
– ¿Cree que D’Elía se equivocó al ir a la "contramarcha" de Plaza de Mayo?
– Tiene derecho a manifestarse, pero no tendría que haber pegado esa piña.
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