La zona de La Favorita, ubicada en el seco pedemonte mendocino, cuenta con 18 barrios y cerca de 20.000 pobladores. Aquí, el problema de la falta de agua es histórico, aunque cada vez se agudiza más debido al constante crecimiento poblacional de la zona. A pocos kilómetros de allí, a quienes no les falta el agua es a los habitantes del barrio privado Dalvian, propiedad del grupo Vila. Sin embargo, los vecinos no se acostumbran, denuncian los beneficios de unos pocos, y luchan por sus derechos.
El sábado 29 de abril, desde el Centro de Aprendizaje Comunitario (CAC) se organizó una protesta cultural por el derecho al agua, de la cual participaron los niños y jóvenes que asisten a los talleres, acompañados por los padres y vecinos de la zona. Se cortó la calle principal, se pintaron carteles y se realizó una obra de teatro.
La Organización Comunitaria
El Centro de Aprendizaje Comunitario es una organización comunitaria que nació a principios del año 2005, donde confluyeron distintos grupos que venían realizando actividades "desde y para el barrio", como las "Multiplicadoras educativas y solidarias", el grupo de jóvenes "Patay", y la murga "Los bufones del Oeste". Quienes lo forman explican que el CAC busca "construir un espacio solidario, abierto a la comunidad donde se aprende de otra manera, donde el juego y la cultura son herramientas de transformación". Esto se hace desde los talleres de teatro popular, murga, percusión, recreación artística, apoyo educativo, y una biblioteca en formación.
Sabrina (20), una de las talleristas, comenta cómo trabajan en el Taller de Recreación Artística, "Con los chicos vemos los problemas del barrio, que es lo que les gustaría a ellos en el barrio, también vemos en forma de juego la lectura, para que ellos escriban. Con eso hacemos una obra de teatro con los cuentos que ellos crean".
La Cultura Popular como Herramienta de lucha
Estos grupos se reconocen en la larga historia de luchas de su comunidad, por eso eligieron exigir su derecho al agua cortando la calle, aunque utilizando las herramientas que les son propias: el arte y la cultura popular.
Gloria (16) tallerista, explica de qué se trata la protesta: "Estamos cortando la calle, para que nos devuelvan el agua en todo el barrio porque la necesitamos mucho. Nos están apoyando todos los chicos del taller de niños… Ahora estamos trabajando, haciendo afiches, papelógrafos, donde ellos traten de expresar ahí lo que ellos quieren realmente con el agua. Y han hecho varios carteles, como hay uno que dice 'Necesitamos el agua porque sin ella no podemos vivir'".
Tamara (12), asiste al taller todos los sábados, recuerda que no tienen agua "desde que hemos empezado el taller, hace mucho". Nos explica lo que esto significa para ellos: "no podemos tomar agua cuando nos cansamos, no podemos tomar la leche, no podemos hacer jugo… cuando pintamos nos manchamos y no nos podemos lavar… y tenemos que ir a pedir agua a donde tienen agua".
Rodrigo (12) dice que está en la protesta "porque no tenemos agua, y no podemos hacer nada… y a veces tenemos sed y no podemos hacer la leche… Estamos escribiendo papeles para que nos conviden agua, así podemos tener agua y hacer leche, y todo eso".
Mary, Sandra y Olga son parte de la Comisión de Madres, grupo que colabora con las actividades del taller, con la merienda, y la limpieza del salón. Se sumaron para "reclamar por el asunto del agua, que es algo esencial para los chicos, porque no pueden lavarse, ni usar el baño". Las madres denuncian la ausencia de otros derechos en el barrio, la falta de acceso a la salud, a una alimentación sana y a una vivienda digna. Preocupadas por estos temas, se han organizado para luchar. Mate por medio, se juntan a discutir, buscar respuestas y llevarlas adelante.
También los vecinos se sumaron a la protesta. Norma, es la segunda vecina que llegó al barrio. Se acercó porque "desde los 23 años que yo vivo acá que los servicios son malos, tanto en el agua, como la luz que se corta… a veces pasan hasta 10 días que estamos sin agua, y pagamos una factura, y sin embargo el servicio es muy malo."
La Favorita tiene una larga historia de organización comunitaria. Los vecinos tienen memoria y han aprendido qué las cosas se consiguen luchando. Norma recuerda cuando se quemaron gomas frente a obras sanitarias, y cuando las vecinas fueron a lavar la ropa a los portones del parque, porque "no nos querían vender agua porque en esa época el Dalvian no tenía agua, entonces los tanques iban todos al Dalvian, y a nosotros no nos querían vender más de un tanque por mes…. Entonces como no teníamos agua nos fuimos a lavar a los portones del parque y después nos fuimos a la calle Sarmiento. Y conseguimos que nos mandaran los tanques de agua".
Hoy, los niños y jóvenes del barrio están aprendiendo de su propia historia comunitaria, a luchar todos juntos por lo que es justo.
Para contactarse: cac_lafavorita@hotmail.com
El sábado 29 de abril, desde el Centro de Aprendizaje Comunitario (CAC) se organizó una protesta cultural por el derecho al agua, de la cual participaron los niños y jóvenes que asisten a los talleres, acompañados por los padres y vecinos de la zona. Se cortó la calle principal, se pintaron carteles y se realizó una obra de teatro.
La Organización Comunitaria
El Centro de Aprendizaje Comunitario es una organización comunitaria que nació a principios del año 2005, donde confluyeron distintos grupos que venían realizando actividades "desde y para el barrio", como las "Multiplicadoras educativas y solidarias", el grupo de jóvenes "Patay", y la murga "Los bufones del Oeste". Quienes lo forman explican que el CAC busca "construir un espacio solidario, abierto a la comunidad donde se aprende de otra manera, donde el juego y la cultura son herramientas de transformación". Esto se hace desde los talleres de teatro popular, murga, percusión, recreación artística, apoyo educativo, y una biblioteca en formación.
Sabrina (20), una de las talleristas, comenta cómo trabajan en el Taller de Recreación Artística, "Con los chicos vemos los problemas del barrio, que es lo que les gustaría a ellos en el barrio, también vemos en forma de juego la lectura, para que ellos escriban. Con eso hacemos una obra de teatro con los cuentos que ellos crean".
La Cultura Popular como Herramienta de lucha
Estos grupos se reconocen en la larga historia de luchas de su comunidad, por eso eligieron exigir su derecho al agua cortando la calle, aunque utilizando las herramientas que les son propias: el arte y la cultura popular.
Gloria (16) tallerista, explica de qué se trata la protesta: "Estamos cortando la calle, para que nos devuelvan el agua en todo el barrio porque la necesitamos mucho. Nos están apoyando todos los chicos del taller de niños… Ahora estamos trabajando, haciendo afiches, papelógrafos, donde ellos traten de expresar ahí lo que ellos quieren realmente con el agua. Y han hecho varios carteles, como hay uno que dice 'Necesitamos el agua porque sin ella no podemos vivir'".
Tamara (12), asiste al taller todos los sábados, recuerda que no tienen agua "desde que hemos empezado el taller, hace mucho". Nos explica lo que esto significa para ellos: "no podemos tomar agua cuando nos cansamos, no podemos tomar la leche, no podemos hacer jugo… cuando pintamos nos manchamos y no nos podemos lavar… y tenemos que ir a pedir agua a donde tienen agua".
Rodrigo (12) dice que está en la protesta "porque no tenemos agua, y no podemos hacer nada… y a veces tenemos sed y no podemos hacer la leche… Estamos escribiendo papeles para que nos conviden agua, así podemos tener agua y hacer leche, y todo eso".
Mary, Sandra y Olga son parte de la Comisión de Madres, grupo que colabora con las actividades del taller, con la merienda, y la limpieza del salón. Se sumaron para "reclamar por el asunto del agua, que es algo esencial para los chicos, porque no pueden lavarse, ni usar el baño". Las madres denuncian la ausencia de otros derechos en el barrio, la falta de acceso a la salud, a una alimentación sana y a una vivienda digna. Preocupadas por estos temas, se han organizado para luchar. Mate por medio, se juntan a discutir, buscar respuestas y llevarlas adelante.
También los vecinos se sumaron a la protesta. Norma, es la segunda vecina que llegó al barrio. Se acercó porque "desde los 23 años que yo vivo acá que los servicios son malos, tanto en el agua, como la luz que se corta… a veces pasan hasta 10 días que estamos sin agua, y pagamos una factura, y sin embargo el servicio es muy malo."
La Favorita tiene una larga historia de organización comunitaria. Los vecinos tienen memoria y han aprendido qué las cosas se consiguen luchando. Norma recuerda cuando se quemaron gomas frente a obras sanitarias, y cuando las vecinas fueron a lavar la ropa a los portones del parque, porque "no nos querían vender agua porque en esa época el Dalvian no tenía agua, entonces los tanques iban todos al Dalvian, y a nosotros no nos querían vender más de un tanque por mes…. Entonces como no teníamos agua nos fuimos a lavar a los portones del parque y después nos fuimos a la calle Sarmiento. Y conseguimos que nos mandaran los tanques de agua".
Hoy, los niños y jóvenes del barrio están aprendiendo de su propia historia comunitaria, a luchar todos juntos por lo que es justo.
Para contactarse: cac_lafavorita@hotmail.com
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