jueves, 2 de noviembre de 2006

Conclusiones del Congreso Nacional del Movimiento Campesino e Indigena

MENDOZA: ENCUENTRO NACIONAL CAMPESINO INDÍGENA
“El modelo actual no produce alimentos para la población”

Fotos: Prensa De Frente
 Prensa De Frente en Mendoza - Con una imponente y colorida marcha que atravesó la ciudad de Mendoza y culminó frente a la gobernación provincial, se cerró el lunes el Ecuentro Nacional Campesino Indígena, en el que participaron más de 600 delegados de organizaciones de casi todas las provincias y que significó un paso importante para la consolidación de este espacio de articulación del sector rural en lucha. Lo llamativo fue la diversidad de movimientos, grupos e invitados que asistieron, que enriqueció el debate e intercambio de experiencias. La declaración final mostró fuertes críticas a todos los resortes que conforman el modelo agroexportador actual: “Luchamos contra un enemigo en común: los valores del capitalismo”.

Durante la mañana del sábado fueron llegando las delegaciones a la Ciudad Universitaria. Después del almuerzo se trabajó en cerca de 30 comisiones con el objetivo de intercambiar las prácticas y realidades de cada organización. Las problemáticas más sentidas y generalizadas que se cristalizaron en las charlas giraron en torno a la tierra y al agua (para producción y consumo). Luego se realizó la presentación formal, donde expusieron las organizaciones que convocaron el encuentro, nucleadas en el Movimiento Nacional Campesino Indígena: Mocase-VC (Santiago del Estero), Movimiento Campesino de Córdoba, Unión de Trabajadores Rurales Sin Tierra (UST-UJOCC) de Mendoza, Red Puna (Jujuy), Movimiento Campesino Misionero y el Encuentro Calchaquí de Salta. La jornada finalizó con una peña que incluyó una banda de sicuris y diferentes cantantes populares.

El domingo arrancó con una charla en la que diversos panelistas expusieron acerca de los conceptos de soberanía alimentaria y reforma agraria integral (los dos ejes principales de reclamo a los que vienen apostando). Posteriormente se volvió a trabajar en grupos con la idea de avanzar en la definición de líneas comunes de acción y proyección del espacio. Tras una feria donde se expusieron diferentes productos elaborados por las organizaciones, se realizó el plenario final en el que se socializaron las conclusiones de las comisiones. La sobria actuación de la murga “La buena moza” amenizó el cierre.

La mística y el agite fueron una constante en todos los momentos. También en la movilización con la que finalizó el encuentro. En tres filas, la columna partió desde los portones del Parque San Martín, donde se simbolizó "la entrada del campo a la ciudad". Las siguientes paradas fueron en la Legislatura provincial y en el edificio del Senasa, en el que funciona el Instituto Nacional de Vitivinicultura y el Programa Social Agropecuario, donde exigieron “la ejecución y control de inversiones en el sector con asistencia directa a las organizaciones sin intermediarios de ningún tipo”. Frente a la Casa de Gobierno se cantó mucho y se leyó el documento: todo culminó con los 600 manifestantes subidos a las escalinatas.

Fotos: Prensa De Frente


En ese texto final –que también incluyó el pedido de aparición con vida de Julio López-, declaran: “Vemos a diario la tala y quema indiscriminada de bosques, el avance de la desertificación, la contaminación del agua, los desalojos violentos y fraudulentos, la explotación en los obrajes y fincas, el éxodo a las ciudades, el uso indiscriminado de agrotóxicos, los suelos arruinados, las inundaciones consecuencia de los desmontes, la concentración de la tierra en pocas manos, y a millones de argentinos y argentinas que hoy no pueden acceder a una alimentación básica ya que el modelo de nuestro país en la actualidad no produce alimentos para la población”.

En la actualidad, el 82% de los productores en el país corresponde a familias campesinas y trabajadores rurales que ocupan sólo el 13% de la tierra. Mientras el 4% de las llamadas “explotaciones agropecuarias” es dueña de casi el 65 % de la tierra utilizada para la producción. Se estima en 200 mil las familias campesinas que fueron expulsadas del campo en los últimos años; aún así la pobreza rural alcanza a un 50 % de los pobladores. El monocultivo de soja ha destruido enormes superficies de bosques y liquidando otras actividades agropecuarias.

Fotos: Prensa De Frente
Desde el MNCI y el resto de las organizaciones rurales en lucha, expresan que “nuestro compromiso es por un cambio social que contemple la recuperación de tierras de familias desalojadas, la vuelta al campo de familias excluidas y el acceso a la tierra y el agua para quienes la trabajan. Donde no existan desalojos, cultivos transgénicos ni empresarios explotadores. Soñamos entre todos y todas construir un nuevo poder, que sea popular y desde las bases, donde participen las familias y las comunidades, con autonomía e independencia, y que contribuya a una alternativa política democrática y participativa en conjunto con otros sectores del pueblo”.

Extraido de Prensa de Frente

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