Honduras es Nuestra América, o la urgencia de esta hora americana : Argentina Indymedia (( i ))
Por El Anden. CEFyH - UBA
A esta patria que ha sabido cultivar tantos mártires en su arado por el mar, la ha unido siempre el sentimiento o la humillación
Los perdigones de estados surgidos tras el desplome imperial español, han seguido una única senda culminada en el Norte. Por ella, el drenaje nos ha dejado raquíticos. La senda talló surcos en los rostros y en las manos que labraban para otros. La senda nos llevó el oro, la plata, el cacao, el maíz, el trigo, el azúcar, el café, el gas, el petróleo, la carne. Y nos dejó el hambre y el frío. Mas nunca pudo llevarse el coraje, nuestra fuerza y la alegría.
Y las sendas han sido siempre, para ir y para volver.
Incontables puños osaron levantarse contra ese transcurrir. La cartografía y el tiempo se nos vuelven inabarcables: Tupak Amaru, Bartolina Sisa, Simón Bolivar, José Artigas, el Chacho, Mariátegui, Evita, El Che, Allende, los mineros bolivianos, los campesinos peruanos y colombianos... El imperio supo siempre cortar mil dedos con un tanque.
Hoy, compañeros, la historia de Nuestra América despierta una vez más para volver la senda al rumbo de los pueblos, al rumbo del sur. Las frentes horadadas se hermanan; Bolivia, Ecuador y Venezuela nos revelan el camino, mientra Cuba se irradia por el Caribe.
Mas esta vez deberemos romper el círculo.
El imperio ya ha comenzado a responder. Su águila parda no pudo en Venezuela ni en Bolivia, pero su repliegue es siempre contraofensiva.
Entonces hoy, compañeros, nuestra vida, nuestra sangre, nuestra historia y nuestra senda se llama Honduras. Asistimos hoy al combate por el rumbo, asistimos hoy al porvenir o la muerte: asistimos hoy a quinientos años de historia. Es cabal que comprendamos la batalla y que cada pueblo sea una trinchera.
Quien fue expulsado de su país lo fue porque su pueblo lo llevó a invertir la senda. Sabemos quién fue Manuel Zelaya, sabemos que los golpistas de hoy fueron sus aliados de ayer. Mas no nos importa. Hoy nuestro puño no se alza en la defensa de una democracia liberal por la que se rasgan las vestiduras las instituciones. No. Comprendemos que es el sentido de la senda histórica lo que está en juego. Creemos firmemente que la vuelta de Zelaya al gobierno es requisito indispensable para continuar con los pasos de la liberación, que no es sino hacerlos nuestros. Y así nos pronunciamos.
Hoy somos una trinchera más en mil trincheras. Honduras no está sola. No cometeremos los errores del pasado. Un tanque no podrá ya jamás con nuestras manos. Hoy el pueblo todo ha de demostrar que en la lucha se encuentra el futuro.
Hoy es Honduras la América al sur del Río Bravo, Nuestra América.
El Andén
Conducción del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Humanidades
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